Plato, centro para analizar el agro

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Escrito por:

Edgar Castro Castro

Edgar Castro Castro

Columna: Opinión

e-mail: emcastroc@yahoo.com



El sector agropecuario colombiano sigue con la esquiva suerte de atención por parte de quien es el único que puede meterle mano a la solución de una problemática que se da desde tiempos ya perdidos en los recuerdos.

Las amenazas, que luego se convirtieron en dura realidad, en los tiempos más recientes, se remontan al gobierno de César Gaviria que implantó, sin fórmula de juicio, la apertura económica total para poner a competir a nuestros productores con países que aplican tecnologías muy avanzadas, con la ventaja de tener el respaldo de contar con subsidios en todos los órdenes.

Hoy, estamos sufriendo con la puesta en marcha de los Tratados de Libre Comercio con grandes y poderosas potencias de la producción agraria como los Estados Unidos y La Unión Europea. Los retos y las oportunidades, que eran las banderas de los defensores de los convenios, no se han cristalizado en ningún momento para beneficiar a los productores del campo.

Se quejan los ganaderos porque la producción de sus hatos, cuando algo económico deja, no alcanza a cubrir los costos de producción. Con las toneladas de leche que están ingresando en virtud de de los TLC, la caída de los precios no alimenta el optimismo de quienes, por tradición y amor por la actividad, dedican todos sus esfuerzos a algo que deja más sinsabores que satisfacciones, con el agravante de no poder cambiar de negocio porque no es nada fácil deshacerse de los activos vinculados al mismo y porque no se va a encontrar un desprevenido que los adquiera. Los agricultores tampoco escapan al azote: se lamentan los arroceros, los papicultores, los caficultores y, hasta los que desaparecieron del panorama como los cerealistas y los algodoneros. Para rematar, la naturaleza tampoco ha sido aliada y por el contrario, los cambios climáticos han sido inclementes.

Ante este desánimo, hay que aplaudir las iniciativas que buscan el resarcimiento de los daños sufridos, como las que salen de la dirigencia gremial del departamento del Cesar para retomar los caminos del justo reclamo.

Joaquín Ovalle, presidente del Comité Intergremial del Cesar y de los arroceros, me ha hecho llegar la contundente declaración que hicieron recientemente en la búsqueda de que el alto gobierno, en un corto plazo brinde mejores condiciones a la producción agraria, con políticas acordes a estos momentos.

Para la organización, concientizar y estimular a los productores, se ha convocado una gran asamblea de las asociaciones de la región Caribe, para el próximo martes 9 de junio, en Plato, como punto equidistante de todos los departamentos, con la ayuda logística del Comité de Ganaderos del Bajo Magdalena, que preside Ismael Camargo Escorcia.

En esta amplia reunión, se expondrá el interés de unir esfuerzos que lleven, entre otros aspectos, a la revisión de los TLC para mejorar los precios, analizar los costos de los insumos, reducir las tarifas de servicios públicos como la energía eléctrica y gas; estructurar las políticas de alivio crediticio, examinar la baja del impuesto predial y el efectivo control del contrabando de productos agropecuarios.

También, como un aspecto de integración y debate, se propondrá en Plato la ejecución, en corto tiempo, del V Foro Agropecuario del Caribe, que lleva largo tiempo en espera y que en sus primeras cuatro versiones contó con la estructuración de Asoganorte, el Comité de los ganaderos de Plato y Fenalce.