Ana Teresa Rodríguez, una venezolana de 26 años, carga a su hijo Aquiles Cedeño de 2 meses mientras esperan para ser trasladados en canoa desde la Quebrada León hasta a la comunidad de Bajo Chiquito, en Darién, Panamá. "Guerreros", repiten las madres, hijos guerreros que han aguantado largas caminatas, hambre, sed, el calor, picaduras de insectos, superar ríos y cerros, gente ahogándose, y muerta en carpas cerradas, para sobrevivir a la selva del Darién en su ruta hacia Estados Unidos. Es una experiencia dura pero es la única manera, dice Rodríguez. (Foto EFE/ Bienvenido Velasco)
La única manera
