Una niña coge un puñado de langostas asadas en una zona agrícola de la provincia central de Dhamar (Yemen). Enjambres masivos de langostas se han extendido a lo largo y ancho de Yemen, donde tradicionalmente se asan para ser consumidas en épocas de escasez de alimentos debido a la guerra.
En febrero, la ONU advirtió que fuertes lluvias y ciclones habían provocado un aumento en las poblaciones de la langosta del desierto, así como la formación de “enjambres altamente móviles”.EFE/ Stringer