¿Con qué bases se programó el día sin carro?

Editorial
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Una semana después de haberse realizado el ejercicio ambiental del día sin carro, durante la cual esperamos que la Alcaldía Distrital y el Dadma dieran a conocer los resultados oficiales de las ventajas de esta determinación, pareciera que estos nunca llegaran a la luz pública, ya que no hay un dato oficial que nos oriente sobre si se alcanzaron o no las metas propuestas.
Si carecemos de la información necesaria para saber si bajaron los niveles de contaminación, entonces tenemos que afirmar que la realización del día sin carro, más fue la improvisación y el deseo de sacar adelante una medida que ya había sido cuestionada y aplazada, que de bajar los niveles de contaminación existente.
Esta ignorancia deja muchas lecciones que se deben corregir para poder volver a tomar una nueva determinación de esta naturaleza.
Hay que cumplir con la ley y hacer cada tres meses la medición de los índices de contaminación para analizar con fundamento cuáles y quiénes son los verdaderos generadores de contaminación en el Distrito. Este tipo de estudio debe llevarse al menos en un tiempo prudencial, para volver hacer el ejercicio del día sin carro, que sí dejó demostrado que el servicio de buses de transporte urbano y el gremio de taxista, generan no solamente igual contaminación que automóviles y vehículos particulares, sino también caos y trancones, que ese día formaron bastante dificultad en el tráfico vehicular, situación que también debe tomar nota el Alcalde de Santa Marta.
Los conductores de buses y taxistas hicieron su agosto en junio; paraban en donde querían sin tener en cuenta que obstaculizaban toda una fila del único carril por donde se podía transitar; cobraron las tarifas que quisieron y no hubo sanción de ningún tipo.
Esto con respecto a la circulación, ya que no merece la pena volver a repetir la posición de Fenalco y de los otros gremios del trabajo, que expresaron su rechazo a la medida por las pérdidas económicas que se dieron ese día, debido a que algunos negocios no abrieron sus puertas al público y otros lo hicieron con dificultad.
Estamos de acuerdo que se debe atacar con todas las herramientas necesarias el problema de la contaminación ambiental, pero con orden y sin improvisación; con datos estadísticos y estudios que nos muestren la verdadera situación del clima que respiramos.
Ahora, hay que mencionar los elefantes blancos que son el Dadma y Corpamag.
Estos organismos ambientalistas que deben luchar por la preservación del medio ambiente, no tienen herramientas con qué trabajar, pero sí burocracia que sostener. ¡Qué tristeza! Hasta la burocracia y la mermelada hacen daños al medio ambiente, ya que los dineros destinados a pagarles a los funcionarios de escritorios, deben ser invertidos en programas de medio ambiente y socialización con la comunidad.
Corpamag es una entidad departamental inoperante, lo que quedó demostrado con la quema reciente de bosques naturales en la Sierra Nevada de Santa Marta y la terrible escasez de agua que vivimos en la ciudad, por las situaciones ampliamente conocidas.
Y ¿qué decir del Dadma? Aún no conoce el dato específico de cuánto fue el nivel de descontaminación logrado durante el día sin carro y tampoco conoce la diferencia exacta de un día normal de tráfico, porque los estudios comparativos los van a realizar profesionales de la Universidad del Magdalena. Para conocer la medida de la contaminación en el Distrito, esta entidad, precisamente distrital, no cuenta con la tecnología suficiente para esta acción y entonces ¿con qué bases se programó el día sin carro?



Más Noticias de esta sección