La comunidad internacional debe seguir moviéndose en pro de la defensa de la democracia en Venezuela, que lamentablemente ha sufrido un golpe de Estado con la posesión ilegal de Nicolás Maduro, para el periodo presidencial que se extiende hasta el 2030.
Una de las ayudas que puede tener el pueblo venezolano, en su búsqueda de la libertad, está la iniciativa propuesta por el ex presidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez, que consiste en una intervención militar en el vecino país, para liberar a los venezolanos del yugo de la dictadura castro-chavista, que se sin ningún norte ideológico mantienen el poder.
El expresidente Álvaro Uribe solicitó una intervención internacional para Venezuela, que esté avalada por Naciones Unidas, para sacar del poder al líder chavista Nicolás Maduro tras su cuestionada investidura el viernes. Y así debe ser, deber haber una intervención internacional, la de Naciones Unidas, que desaloje a esos tiranos del poder y convoque de inmediato a unas elecciones libres. Maduro fue juramentado el viernes como presidente de Venezuela para el período 2025-2031 por la Asamblea Nacional, AN, Parlamento, controlada por el chavismo, pese a que la oposición mayoritaria reivindica que Edmundo González fue el ganador de los comicios de julio pasado.
Las voces que se han unido a la propuesta de Uribe Vélez, tienen toda la razón en aunar esfuerzos para comenzar a cristalizar una propuesta que puede ser la salvación del pueblo venezolano y para ello, se debe comenzar que el propio líder opositor venezolano, Edmundo González, debe pedir esa intervención internacional para su país, pues así se evitaría una crisis humanitaria tras la cuestionada investidura el viernes de Nicolás Maduro.
Vale la pena recordar que la diáspora venezolana, llega alrededor de 8 millones que han dejado en su país, como también han dejado esperanza, familia, bienes inmuebles y hasta su propio amor por la patria. De esa cifra, 3, se encuentran en Colombia, la mayoría en forma irregular, viviendo en condiciones lamentables, creando situaciones sociales, culturales y educativa bastante lamentables, causando graves daños en el aspecto judicial y criminal, dejando por aparte, los costos financieros que ha asumido el Estado colombiano para mantener en condiciones humanos a los venezolanos que huyen de la tiranía y del gobierno del dictador Maduro.
González Urrutía, como presidente legítimo de Venezuela, y ante la usurpación, debe convocar a la comunidad internacional y especialmente a los países del sistema interamericano, al igual que otros países comprometidos con la democracia, para que adelanten una intervención humanitaria en Venezuela que permita la protección de los DDHH y el restablecimiento del orden democrático; la perpetuación en el poder del líder chavista va a generar una crisis humanitaria sin proporciones y la intervención, legítima y con precedentes internacionales, es un mecanismo para evitarlo.
Esa intervención debe ir acompañada de una solicitud a la Corte Penal Internacional, CPI, para que acelere la orden de arresto contra Maduro y con un aumento aún mayor de las recompensas por Maduro y por sus secuaces, Diosdado Cabello, Ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz y Vladimir Padrino López, Ministro del Poder Popular para la Defensa; igualmente debe incluir una instrucción a las Fuerzas Militares de Venezuela para que se unan a dicha intervención, porque además son determinantes para el futuro de esta nación.