Crece la tensión y la expectativa en Venezuela cuando queda un día para la toma de posesión presidencial, en la que tanto el mandatario Nicolás Maduro como el opositor Edmundo González Urrutia insisten en que jurarán como jefe de Estado para el período 2025-2031, mientras el Gobierno denuncia planes terroristas y el antichavismo mayoritario alerta de persecuciones contra familiares de sus líderes.
El líder opositor venezolano, Edmundo González Urrutia, que denunció este martes el secuestro de su yerno en Caracas, y que realizó una gira internacional previa a la posesión presidencial, siendo recibido por los presidentes de los países visitados y por la comunidad venezolana, en el marco de una gira internacional en busca de apoyos para lograr su objetivo de asumir la Presidencia de Venezuela, junto a María Corina Machado, líder de la oposición y formulada presidencial ganadora, sufren los rigores y las acciones de una dictadura represiva y asesina que cobardemente amenaza mayores de edad indefensos y personas ajenas a la política venezolana.
A pesar de todo el descredito que quiere achacarle Nicolás Maduro a la gira del presidente electo, esta ha sido tan exitosa, tanto que Cancilleres de varios países participaron en un acto en Panamá para reivindicar la democracia en Venezuela y América junto al líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia; además, la gira fue un preámbulo a lo que vivirá mañana Venezuela, a donde se espera que lleguen también nueve presidentes latinoamericanos, en apoyo a Edmundo González y María Corina Machado.
González Urrutia recibió el espaldarazo de Estados Unidos, Argentina, Uruguay, Panamá, países que lo reconocen como el legítimo ganador de las elecciones venezolanas del pasado 28 de julio y en donde estuvo visitando a sus colegas presidenciales. Uno de los casos que llama la atención, fue el retiro de los embajadores en Caracas, de Chile y Paraguay, lo que, sin duda, también se traduce en el apoyo a la causa de Gonzalez y Machado.
El candidato opositor González Urrutia, exiliado en España, ha denunciado repetidamente fraude electoral y la coalición que lidera, anunció que había reunido dos tercios de las actas del escrutinio que demostraban que Nicolás Maduro había perdido las elecciones a pesar que sobre él pesa una orden de detención en Venezuela y está vigente una recompensa de 100.000 dólares a quien dé datos que lleven a su arresto. Aun así, el líder opositor recorrió esta semana América Latina y ha viajado a Estados Unidos para reforzar sus apoyos internacionales con el objetivo de asumir la presidencia el viernes.
Ha sido una gira exitosa y así concluya el día de hoy. En este viaje, González se reunió con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que le reiteró su respaldo, y lo mismo ocurrió con los presidentes de Uruguay y Argentina; el gobierno chileno retiró el martes a su embajador en Venezuela como muestra de apoyo a la oposición venezolana, con lo que se suma al grupo de países latinoamericanos que no tienen relaciones diplomáticas con Caracas desde las controvertidas elecciones, como Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana, Argentina y Paraguay.
Lastimosamente Brasil, México y Colombia exigieron una verificación independiente de los resultados de las elecciones del 28 de julio como condición para reconocer la victoria de Nicolás Maduro e intentaron mediar durante los meses posteriores a los comicios. Tras fracasar esta mediación, ninguna de estas tres potencias regionales gobernadas por la izquierda reconoció el triunfo de Maduro, pero anunciaron que enviarán representantes a su toma de posesión.
La Unión Europea tampoco reconoce la victoria de Maduro y el pasado mes de diciembre acordó en Bruselas que los embajadores de los países miembros no asistieran a la ceremonia del 10 de enero. El Parlamento Europeo entregó el pasado 17 de diciembre a Edmundo González el premio Sájarov a la libertad de conciencia y meses antes, el 19 de septiembre, le reconoció como presidente legítimo de Venezuela, gracias a una iniciativa de los conservadores.
Debido a sus lazos históricos y culturales con Venezuela, España ha tenido un papel destacado en el debate europeo; en el Parlamente español, la oposición conservadora también impulsó y consiguió aprobar una propuesta para defender al pueblo venezolano de Nicolás Maduro, pero el Gobierno español sigue sin reconocer formalmente a González Urrutia como presidente electo.
Los ojos del mundo están ahora puestos en lo que pueda pasar hoy en Venezuela, donde la líder opositora María Corina Machado ha llamado a la población a manifestarse plenamente y en la calle, como respaldo popular a las elecciones presidenciales ganadas en plena democracia.
A ultima hora se conoció que el presidente colombiano, Gustavo Petro, confirmó que no asistirá a la investidura de Nicolás Maduro aseverando que las elecciones del pasado 28 de julio en Venezuela no fueron libres por diversas razones, por lo que Colombia no las puede reconocer. Colombia estará representada en la investidura de Maduro por el embajador colombiano en Caracas, Milton Rengifo, que a “la hora de nones”, no es salir del problema, sino, al contrario, respaldar la dictadura venezolana; cosa diferente es que no haya ninguna clase de representación, tal como debe ser.