Tenemos los colombianos una responsabilidad sui generis frente al porvenir inmediato, cual es la selección del candidato de centro derecha, que deberá enfrentarse al representante del petrismo en las próximas elecciones presidenciales que tendrán lugar en el 2026.
Ya existen un sin número de precandidatos, incluso últimamente surgió un nuevo movimiento constituido por algunos alcaldes actuales, quienes quieren tener su propio candidato.
Plausible su deseo político, pero deben ser conscientes del compromiso con el país, al igual que todas las otras aspiraciones presidenciales de los partidos tradicionales, esto es el Partido Liberal y el Partido Conservador; los otros grupos políticos, Centro Democrático y Cambio Radical, igualmente tendrán candidaturas independientes.
Vale la pena resaltar el consenso unánime de todos los partidos que hemos enumerado; con vistas a la necesidad de unirse en torno de aquel candidato con mayor opción; es decir, el ganador de la consulta previa.
Para ello es menester unir a todos los demócratas de la sociedad civil, del empresariado y de la comunidad política alrededor de esa consulta previa totalmente ajena a todos, aceptada por todos y cuyo resultado determine cuál es el candidato mayoritario de estas fuerzas de oposición. Esas reglas claras, prístinas y transparentes nos garantizarán la aceptación de los intervinientes al resultado pertinente; de esa manera al unísono todos impulsarán con agrado, vigor y esperanza de triunfo a ese candidato que surja de ese consenso de salvación nacional.
Los jefes de los partidos de oposición, César Gaviria del Partido Liberal; Germán Vargas, de Cambio Radical; Álvaro Uribe, Centro Democrático; los expresidentes Pastrana y Duque están convencidos de que se deberá escoger un solo candidato, previa consulta popular como anteriormente lo hemos descrito.
Todos los candidatos que reconozcan y participen en ese sondeo, deberán comprometerse a trabajar sin límite, con ahínco y con ganas por el candidato escogido, pensando en Colombia con el firme propósito de sacar adelante al futuro presidente de los colombianos. Necesariamente nos toca trabajar unidos el empresariado, la sociedad civil y la clase política, en un solo bloque humano, con miras a motivar y fortalecer esa candidatura de salvación nacional.
En la medida de lo posible, hay que poner un grano de arena para que la Corte Constitucional no vaya de ninguna manera a aceptar la idea presidencial de prolongar su período; otro factor relevante que no se puede descuidar sino por el contrario proteger y blindar es el que tiene que ver con la registraduría nacional.
Es conveniente recordar que Petro ganó con la ayuda del anterior registrador, Alexander Vega. El candidato Petro y el registrador Vega organizaron con Indra, el software de reconteo y escrutinio; simple y llanamente el manejo fraudulento permitió que Petro esté de jefe de Estado.
Actuaron el actual presidente y el antiguo registrador, siguiendo las guías para ese fin derivadas del Grupo de Sao Paulo, que nos indica clara y abiertamente que hay que llegar al poder, tomándose el control de los organismos electorales; así ha sido en Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Tenemos la seguridad de que nuestro candidato, fruto de las reglas del juego, que hemos comentado será un candidato óptimo, con las condiciones morales, éticas y profesionales para ejercer el más alto cargo de nuestra democracia.
Es conveniente traer a colación, a propósito de estas próximas elecciones presidenciales las recientes declaraciones de Armando Benedetti, personaje oportunista, corrupto y politiquero; ha sido uribista, santista y petrista y siempre está con el candidato ganador.
Ha dicho “que el petrismo y su partido Colombia Humana no tiene un candidato que pueda vencer a Vicky Dávila”. Las últimas encuestas reflejan ese resultado. Al respecto habrá que tener en cuenta las manifestaciones de Germán Vargas Lleras, en el sentido de que quién parta en punta entre los candidatos de centro derecha debe ser el candidato al cual se le debe rodear, apoyar y acompañar.
Felizmente los que aparecen como potenciales candidatos todos poseen las calidades humanas, morales y de honorabilidad que hacen contraste con el señor Petro y con los candidatos petristas que son de muy bajo perfil, salvo la candidata petrosantista Claudia López.
La inmoralidad, la corruptela y el abuso del poder pasarán a ser la historia del cambio petrista, absolutamente funesto para nuestro país, como lo ha sido en todas las naciones dónde se ha implantado el marxismo.
Todo lo que ha pasado, pasa y sigue pasando con Petro y su combo de deshonestos y populistas lo presagiamos y no dudamos en evidenciarlo. Ese es nuestro criterio y responsabilidad. Ser auténticos, objetivos, claros y reales con nuestros lectores; es nuestro deber y nuestro aporte para abrirle los ojos a nuestros compatriotas.
Ojalá el 2025 despeje el oscuro panorama político.