Un premio que no se merece

Editorial
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Escrito por:

Rony Barrera

La polémica por el nombramiento del nuevo integrante del gobierno nacional, para trabajar directamente con el Congreso de la República, no cesa y por el contrario arrecia día a día, por el extenso prontuario que antecede siempre al ex congresistas, ex embajador y hábil político, Armando Benedetti Villaneda, quién además está siendo investigado por casos de corrupción y violencia física contra la mujer.

Antes de haberlo premiado por su reprochable conducta y esperar a que se solucione los líos jurídicos de Benedetti, el polémico político fue premiado y ya asumió su responsabilidad, no sin antes hacer de acto de contrición que nadie le creyó, por su comportamiento pasado y renunciar a la posibilidad de ocupar altos cargos públicos. Colombia está en todo su derecho de cuestionar su regreso al gobierno como asesor del presidente Gustavo Petro.

Benedetti, protagonista de varios escándalos políticos, confirmó el lunes que deja la embajada de Colombia ante la FAO en Roma, alegando razones personales, y más tarde la propia Presidencia reconoció su llegada al Gobierno para ocupar un cargo como asesor político de Petro. En un video publicado hasta la Defensora del Pueblo, Iris Marín, reproduce algunas de las frases groseras que Benedetti dijo a una alta funcionaria del Gobierno cuando estalló el caso de escuchas ilegales en el que se vio envuelto el año pasado. Son frases a las que se enfrentan las mujeres cuando acceden a cargos de poder y ponen en duda la capacidad que tienen las mujeres de llegar a lugares de alta dirección o de decisión del Estado por nuestro esfuerzo y experiencia.

Adicionalmente, en julio pasado, la Cancillería del Gobierno colombiano informó que había sido notificada de una situación de violencia contra la mujer a través de su embajada en España y anunció el inicio de una investigación disciplinaria contra el señor Benedetti por supuestas agresiones contra su pareja durante una estancia en Madrid. Y a pesar de estar recibiendo más de 100 millones de pesos mensuales, por su cargo en el exterior, ahora vuelve para manejar los asuntos del Congreso, dejando una lectura muy lamentable de los congresistas, que acepten acordar decisiones importantes para Petro y para Benedetti. Muy mala presentación que el enlace entre el gobierno y el Congreso sea una persona investigada por la entrada de dineros ilícitos a la campaña presidencial de Gustavo Petro.

El mismo día que se conoce el premio para Benedetti, precisamente el lunes, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, se cuestionó qué clase de mensaje se envió al país después de los 660 feminicidios registrados hasta septiembre. El machismo es violento y mata, no es un juego, no es un asunto explicable por el abuso de drogas o del alcohol, es inadmisible y punto; ese mismo machismo que mata hace que para las mujeres sea más difícil llegar a espacios de poder. Y ahora en el poder hay una persona que está siendo cuestionada, precisamente por estos temas.

Estas decisiones, que él esté en un cargo público alto del Estado, alienta una cultura machista, es tolerante con la violencia contra la mujer, alimenta las creencias de nuestra sociedad según las cuales se sigue considerando que la violencia contra la mujer es un asunto privado como si la violencia contra las mujeres no fuera un asunto de máximo interés público.

Como siempre sucede con los gobiernos progresistas, que nunca son coherentes, el llamado que hizo el país al presidente Petro, de nombrar a Benedetti en altos cargos públicos del Gobierno, es una muestra más de que les importa muy poco lo que piensen los colombianos, que son los que sufren las consecuencias de estos actos sin sentido y contrasentido.

Benedetti Villaneda fue uno de los mayores apoyos de Petro en las elecciones de 2022 para llegar a la Presidencia; fue su primer embajador en Venezuela, cargo que dejó en medio de un escándalo de filtraciones y de un enfrentamiento con Laura Sarabia, mano derecha del presidente, a quien incluso amenazó con revelar supuestas irregularidades de la financiación de campaña del actual mandatario. Benedetti también protagonizó un escándalo de violencia machista el pasado mes de julio, después de que su esposa, Adelina Guerrero, lo denunciara por agresiones físicas durante un viaje a Madrid, lo que llevó a la Cancillería colombiana a anunciar la apertura de un proceso disciplinario en su contra. Su regreso al Gobierno no fue bien recibido, ni por la oposición ni por los propios aliados de Petro, ya que incluso varios ministros pidieron reunirse con el mandatario para conocer la explicación del nuevo cargo que ostenta Benedetti. Parece que el único apoyo abierto que ha encontrado Petro en su decisión es el de la propia Laura Sarabia, actualmente directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Dapre, que se reunió con ambos el lunes y que, al parecer, limó las asperezas con Benedetti.

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