Estamos observando que el presidente Petro está gobernando en función de su obsesión de quedarse él o un copartidario suyo en las elecciones presidenciales que se efectuarán en el 2026. En consecuencia, el fin justifica los medios, todo vale para plasmar su objetivo.
Antes de ser elegido en evidente forma fraudulenta, manifestaba el primer mandatario de que no habría jamás Asamblea Constituyente, ni reelección de la jefatura del Estado.
Pero en este segundo año por su mismo conducto en discursos o en sus mensajes de Twitter, no ha hecho sino reiterar ese vehemente anhelo de la Constituyente, con vistas a ser reelegido.
El problema con un mandatario mitómano cuya característica es engañar, obrando como buen leninista, es que hoy afirma algo y a los pocos días está aclarando lo dicho o acomodando sus aseveraciones o simplemente su osadía llega a tal extremo de que comenta que él no ha hecho esas afirmaciones y que son las malas interpretaciones de los periodistas.
Como la junta del Banco Emisor aún independiente no le ha aprobado su idea de un banco de bolsillo para emitir dinero con destino a las víctimas del conflicto armado, esto es para repartir moneda a su antojo, a diestra y siniestra; entonces al retirarse algunos miembros por causa del cumplimiento de su período, hará todo lo necesario para poner sus fichas y obtener con su injerencia en la junta lo que él ha propuesto.
En la Corte Constitucional dónde todavía hay mayoría de centro y gracias a ello se ha podido echar para atrás muchas de sus absurdas reformas, también quiere intervenir en la elección de sus magistrados una vez terminen varios de ellos su período; con el propósito de disponer de la mayoría y así controlar todo; de esa manera no tendría ningún inconveniente en que sus medidas contra los colombianos las pueda llevar a cabo.
Igualmente va por la Procuraduría, está estableciendo sus reglas de juego, ojalá no lo logre, con miras a que un candidato suyo quede en ese organismo. Esperemos que el Congreso escoja a la persona que sea la más idónea e independiente, ya que tiene su fiscal petrista y la defensora del pueblo también de su lado.
En Ecopetrol directamente intercedió ante su junta con el fin de que se anulara en Estados Unidos una aprobación de una operación de fracking, de las más rentables. Esa situación obligó a renunciar a dos miembros de junta, entre otras cosas, los más reconocidos; esa indebida intromisión presidencial nunca en la historia de la compañía se había presentado.
Les ha otorgado a las comunidades indígenas todos los derechos, prerrogativas y beneficios que ni ellas mismas se imaginaban y ahora son independientes, prácticamente son un Estado dentro del Estado, porque tienen bajo su propiedad y control un millón de hectáreas. La finalidad de ese benévolo tratamiento no es otro que el de contar con su apoyo electoral y de otra parte de que se constituyan en un momento dado en un factor armado de singular importancia dentro de sus objetivos destructores y subversivos contra la Constitución, las instituciones y el estado de derecho.
Es de anotar y recordar que su personalidad coincide con la de un emperador y dictador. Siente gozo y satisfacción haciendo daño al país, a las personas y a la institucionalidad; es decir, sigue actuando como un guerrillero malvado, sin ética, sin escrúpulos.
Cabe traer a colación su comportamiento en la época del M-19 en que estuvo a cargo de los secuestrados cuando exhibió su perversidad y crueldad de las cuales se ufanaba.
Es capaz de todo y por ende utiliza las armas más bajas e innobles y prueba de ello son sus últimas intervenciones contra las mujeres periodistas a las cuales trató como “muñecas de la mafia”. Qué irresponsable, descortés e insolente; no conoce el respeto, la consideración y menos aún la ecuanimidad conceptual.
En su decisión de romper relaciones con Israel tampoco le importó que se puedan perder 10.000 empleos y dejar de recibir 400 millones de dólares cada año, fruto de las exportaciones de carbón a ese país; La Guajira se afecta en su “modus vivendi”, considerablemente.
De otra parte, se golpeó a las Fuerzas Militares que dependen fundamentalmente de repuestos para los aviones, para sus equipos técnicos de inteligencia, para su fusilería y se pierde el permanente apoyo y la valiosa asesoría militar.
Petro se identifica con Hamas, la guerrilla que mató cobardemente a judíos indefensos; condena a Israel por su defensa y siente júbilo por los mensajes de Hamas reconociéndole su respaldo.
Para colmar y rebosar la copa ordena abstenerse a su ministro de Relaciones Exteriores de votar a nombre de Colombia contra Maduro en los organismos internacionales.
