Todos los gobiernos comunistas siguen o actúan bajo los mismos patrones cuales son la mentira y el engaño; de esa manera cumplen sus postulados ideológicos derivados de Marx, Lenin y Stalin. Empero, la mayoría de la gente por desconocimiento está convencida de que con la caída del Muro de Berlín el comunismo había desaparecido.
Pero desde el año 1990, con ocasión de la creación del grupo de Sao Paulo, cuya financiación estuvo a cargo de los guerrilleros comunistas de las Farc, constituyeron una revitalización y reingeniería con el propósito de adaptarse a los nuevos tiempos y los resultados sin duda para ellos han sido fructíferos.
Ratificaron la doctrina leninista en Rusia, la maoísta en China e instauraron los regímenes marxistas en Cuba, Nicaragua y Venezuela. En Colombia al llegar Petro a la presidencia en forma fraudulenta, también lograron obtener el poder, habida cuenta de que se valen de la trampa en todos los aspectos, preferentemente en los organismos electorales.
La fórmula exitosa en materia de elecciones la plantearon en el grupo de Sao Paulo y lógicamente en el Grupo de Puebla han corroborado esos lineamientos; consistentes en que es necesario tomarse las entidades eleccionarias con los softwares, voto electrónico y control de escrutinios con el objeto de ganar todos los comicios.
Así ha sucedido en Rusia con Putin, en Cuba con los Castro, en Nicaragua con Ortega, en Venezuela con Chávez y ahora últimamente con Maduro; nosotros estamos despertando y dándonos cuenta de que con Petro aconteció el mismo fenómeno.
Los comunistas antes de llegar al poder se abanderan del moralismo y cuándo son gobernantes no conocen la ética ni en el diccionario; son los más amorales e indecentes; hacen ver que ellos sí respetan los derechos humanos y sin duda, se han constituido en sus mayores violadores.
Defienden a capa y espada su honorabilidad la cual no conocen ni practican puesto que son los más corruptos entre los corruptos; ahí hemos palpado los robos de los petristas, que se han dedicado a asaltar el erario sin contemplación con miras a repartirlo entre sus copartidarios, amigos y gobiernos afines.
Pregonan la libertad y es lo primero que suprimen a efectos de consolidar su imposición absoluta como se acostumbra en esas tiranías; dónde no existe libertad de prensa, ni libertad de pensamiento, ni siquiera de asociación.
La propiedad privada queda abolida; sin embargo, siendo candidatos siempre se refieren a ella en el sentido de que será respetada y niegan por conveniencia su ideología marxista y ya en el ejercicio de sus funciones empiezan a conducirse como sátrapas.
Dado que el comunismo es internacional, entre los países en que impera hay una conciencia plena de ayuda mutua. Ahí hemos visto con Maduro quién ha contado con el indudable y evidente respaldo de los mandatarios de Cuba, Rusia, China, Bolivia, Honduras, Colombia, México y Brasil.
Estos tres últimos presentando un plan que salve a Maduro con un gobierno en transición conformado por militares y miembros de la oposición, el cual es bien difícil que acepte Edmundo González y María Corina Machado.
La defensa de los leninistas es el ataque, en consecuencia, el que no está con ellos y más aún sí es opositor, de inmediato lo tildan de nazi, ultraderechista, fascista y no solo lo ponen en entredicho, sino que lo persiguen, lo apresan, lo torturan y si en su sentir es necesario acaban con su vida.
En la represión madurista están participando unidades del grupo Wagner, de Rusia; los chinos al frente de la cibernética; los cubanos en la inteligencia y con comandos, los grupos subversivos colombianos en plan ofensivo contra los venezolanos opositores. Todos los leninistas están al lado de Maduro.
La incompetencia de los déspotas se percibe y por ello sus regímenes son un total fracaso y los pueblos sufren la pobreza que ellos crean, se ven obligados a resignarse al pan diario que les suministran; no obstante, nunca la miseria puede ser bien recibida.
La posición del Sumo Pontífice Francisco, respecto de las elecciones venezolanas, no ha sido afortunada ya que lejos de censurar a la dictadura madurista por el fraude, simplemente a su juicio debe predominar el dialogo entre las partes en conflicto, con el fin de que no haya violencia. No puede ocultar su pensamiento de ideología izquierdista.
Por convicción los trotskistas no construyen sobre lo construido, sino que su mente siempre es destructora; en Colombia, hemos vivido tal situación a partir de la asunción al poder del presidente Petro.
La salud, ejemplo en el mundo, con su reforma a pesar de que se hundió lo único que busca es deteriorar y causar daño a todos los colombianos que gozaban de un buen sistema sanitario.