Corrigiendo el rumbo

Editorial
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Viajó nuevamente al exterior el Presidente Gustavo Petro, quien asistirá en Dubái en la 28.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, regresando al país, el próximo 6 de diciembre dejando al frente de la presidencia, al Ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, quién en la actualidad adelanta la desastrosa Reforma a la Salud, en el Congreso de la República y ha sido muy cuestionado por su accionar con las principales EPS del país, y por haber puesto “el dedo en la llega”, al Partido Verde, acusándolos de aprovechados, de haber recibido “mermelada” y darle la espalda al gobierno, en momentos que se necesita votar a favor el gobierno los articulados de las distintas reformas.

Mientras ocurre el nuevo viaje presidencial, se reúnen en cómodos hoteles y se recibe a los grandes personajes que llegan en aviones que causan daño irreparable al medio ambiente,  un 42 % de los bosques de la Amazonía que no han sufrido intervenciones humanas desde 1985, se encuentran en peligro de desaparición, según afirma un estudio publicado por la Red Amazónica de Información Socioambiental, Raisg, debido a que no cuentan con un régimen especial de gestión territorial.

La otra mitad de los llamados 'bosques estables', aquellos que han mantenido su condición natural con apenas intervención humana, se encuentra resguardada al estar clasificada como área natural protegida o por formar parte de territorios indígenas; actualmente, el 69,9 % de la superficie de la Amazonía se encuentra cubierta por este tipo de floresta.

Desde la red amazónica alertan que entre 1985 y 2022 han desaparecido 80 millones de hectáreas de este tipo de bosques en la Amazonía, mientras que ha aumentado un 168,7 % las extensiones dedicadas a actividades económicas en la región. Tal y como explican desde la Raisg, las áreas que no están protegidas son más vulnerables a las actividades agropecuaria, petrolera, minera y maderera.

Los datos de la red amazónica revelan que el 86 % de la deforestación ocurrida entre 1985 y 2022 tuvo lugar fuera de áreas protegidas o territorios indígenas, que según el análisis de la organización, realizan un papel clave como barreras al proceso de deforestación y degradación de sus bosques.

Los bosques estables son fundamentales para que la temperatura del planeta no se incremente en 1,5 °C, lo que podría significar una catástrofe para la humanidad. Estos territorios, distribuidos entre Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela almacenan aproximadamente 79.000 millones de toneladas métricas de carbono.

La COP28, la mayor y más importante reunión mundial para abordar la emergencia del calentamiento global, será determinante para el futuro climático y energético del planeta, donde decenas de líderes globales y miles de activistas, expertos, científicos, industriales y sociales buscarán soluciones a esta crisis.

Esta 28 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, llega con una miríada de temas de la agenda climática en busca de decisiones que impulsen a sus 198 integrantes, países, entidades soberanas y organizaciones regionales, hacia un futuro climático dentro de los márgenes compatibles con la vida.

Los temas de alto calado no son menores: acordar un abandono progresivo de los combustibles fósiles;  asegurar la financiación suficiente para una transición justa y ver cómo mantener “vivo” el objetivo de calentamiento global recomendado por la ciencia, en un contexto de creciente falta de confianza en los compromisos de los gobiernos, así como entre los países ricos y el Sur Global.

 La reunión, considerada especialmente relevante este año, llega cuando los expertos en diplomacia climática ven necesario “corregir la dirección” de la acción climática actual, que según puso de manifiesto el Balance Global -un informe de la ONU publicado en septiembre- está muy por detrás de lo que sería necesario para no traspasar el umbral de seguridad que marca la ciencia para un futuro climático aceptable.

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