Todos los colombianos se alegraron por la liberación del padre del futbolista Luis Díaz, el señor Luis Manuel “Mane” Diaz, después de sufrir los rigores del secuestro por parte del Ejército de Liberación Nacional, Eln, que lo retuvo por más de 15 días, en que el país no solo pensó en el señor Diaz y su familia, sino en aquellos que siguen retenidos y hasta olvidados por gobierno nacional.
Para el gobierno nacional existe un ranking de importancia entre los que están secuestrados actualmente, por que solo le importa poner interés en aquellos que tengan resonancia nacional e internacional. Y en este orden de ideas, la Procuraduría General de Colombia pidió al Gobierno que presione a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional. Eln, para que deje en libertad a todas las personas que tiene secuestradas, tal como lo hizo en el caso del padre del futbolista Luis Díaz, porque todos los ciudadanos merecen el mismo trato.
Esta es una petición, que no solo hace el procurador General para los Derechos Humanos, Javier Sarmiento Olarte, sino también cada uno de los colombianos, especialmente, las familias que viven la tragedia del secuestro, en cualquiera de sus integrantes, que sufren el silencio de las autoridades, ante el problema que los aqueja.
En medio de la consecución de una paz total, tan esquiva para el gobierno como para los familiares, el gobierno obstinado y obtuso, piensa que cuando hayan culminado los diálogos de paz con los insurgentes, este delito de lesa humanidad no volverá a afectar el panorama nacional y los colombianos podrán vivir en paz.
Nada más alejado de la realidad, ya que el mismo proceso de paz se encuentra secuestrado por la inestabilidad del mismo; la falta de una hoja de ruta que precise los objetivos a alcanzar; la ausencia de unas políticas claras para apoyar; la incógnita de saber de donde van a salir los recursos para mantener cómodamente a los guerrilleros y también, la ausencia de un verdadero líder que sepa qué es lo que quiere y por donde se deben dirigir los diálogos. A lo anterior hay que añadirle, que ya se perdió un año y medio de gestión, por el nombramiento de un nuevo Comisionado de Paz, que seguramente retrasarán aún más los tiempos de paz.
En este orden de ideas, el nuevo comisionado, Otty Patiño, debe saber, que no existen secuestrados de primera, segunda o tercera categoría. El secuestro el pasado 28 de octubre, en La Guajira, de Luis Manuel Díaz, padre del futbolista del Liverpool, Luis Díaz, el Gobierno desplegó todas sus capacidades, tanto militar como de Policía, como en la mesa de negociación con el Eln, para obtener la liberación de este ciudadano colombiano, que se logró gracias a Dios y el señor Díaz pudo regresar a su casa, sano y salvo y fue una alegría para todo el pueblo colombiano.
No obstante, en lo corrido del año 2023, este grupo ha secuestrado a más de 30 personas sin que en estos casos el Gobierno nacional haya realizado tal despliegue y para no irse muy lejos, en el Magdalena tenemos varios casos que no llaman la atención del gobierno nacional y de su pomposo Comisionado de Paz, para que haga las gestiones pertinentes, que conduzcan a la liberación de todos los magdalenenses secuestrados y de los todos los colombianos en general.
Los colombianos exigen desde todos los sectores, la aplicación del principio de igualdad de tratamiento por parte del Gobierno nacional, ya que no es posible pretender continuar una negociación de paz con el Eln cuando este grupo sigue realizando prácticas contrarias al Derecho Internacional Humanitario en total impunidad y sin mensajes claros de rechazo y esto debe quedar claro cuando las delegaciones del Gobierno y del Eln se reunirán en Ciudad de México a partir del próximo 30 de noviembre para tratar de superar la crisis que viven las negociaciones de paz por el secuestro del padre del futbolista, que fue dejado en libertad el pasado 9 de noviembre después de doce días en cautiverio.
A raíz de la visibilidad que tuvo el caso del padre de Luis Díaz, la sociedad colombiana exige redoblar las exigencias al Eln para que libere a todas las personas que tiene secuestradas y abandone ese delito como fuente de financiación.
Es hora que se desplieguen las gestiones y acciones a través de los canales acordados en la mesa de negociación para que el Eln informe sobre los secuestrados que tienen en su poder y los libere de manera inmediata. A todos.