A Colombia le ha caído una mala racha desde que el presidente Gustavo Petro asumió la jefatura de Estado. Hace unos días, el gobierno de los Estados Unidos, “puso el grito en el cielo”, por el aumento descarado en los cultivos de coca, protegidos por los bandidos y narcotraficantes de las Farc y el Eln, como negocio propio para sembrar el terror y la violencia con que vienen azotando al país.
Ahora, ese mismo país que critica duramente este aumento, Estados Unidos, ha detectado que Colombia y Ecuador también participan en la producción o tráfico de fentanilo, además de México, droga mortífera para el ser humano.
El fentanilo es un potente opioide sintético hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Una dosis de solo 2 miligramos de fentanilo, que equivalen a entre 10 y 15 granos de sal de mesa, se considera que es letal y sus síntomas son fáciles de reconocer, como la respiración lenta, débil o sin respiración; sonidos de atragantamiento o gorjeos; cuerpo flácido; piel fría o húmeda y pegajosa.
El fentanilo es un opioide sintético aprobado para usos médicos por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, FDA; sin embargo, cuando se utiliza de forma recreativa, fuera del contexto médico, esta poderosa droga puede ser mortal. El fentanilo fabricado ilícitamente se le da la misma forma que a las pastillas con una presentación similar a los dulces. Esta letal droga se puede administrar en forma inyectable; en forma de un parche que se coloca sobre la piel o en forma de pastillas que el paciente disuelve en la boca como si fueran pastillas para la tos. Es, además, adictivo debido a su potencia, ya que una persona que toma fentanilo recetado, según las instrucciones de un médico, puede experimentar dependencia, la cual se caracteriza por síntomas de abstinencia cuando se suspende el medicamento.
Las personas que desarrollan una adicción al fentanilo dedican gran parte de su tiempo a la búsqueda y consumo compulsivo de la sustancia a pesar de conocer las consecuencias perjudiciales que tiene. Además, suelen aparecer problemas de salud, laborales, escolares, familiares y sociales, A pesar de ser la marihuana la droga ilegal más usada y su consumo muestra una tendencia ascendente desde 2009, el fentanilo puede llegar a superar estas barreras en forma peligrosa.
México es el principal puerto de entrada para la droga, pero se sabe que hay otros países que participan en la cadena de suministro, como Colombia y Ecuador y suministradores en Asia, puntos que están afectando a Estados Unidos.
La cadena de producción de este potente opioide sintético que ha dejado miles de muertes en Estados Unidos comienza en China, donde se comercializan productos químicos utilizados para la elaboración de la droga. Estos precursores llegan a América, principalmente a los cárteles mexicanos, que elaboran el fentanilo y lo envían a territorio estadounidense. Por otra parte, se está analizando el nuevo plan antidrogas para buscar dejar de perseguir a los pequeños cultivadores de hoja de coca y atacar a las organizaciones del narcotráfico, como una estrategia que debe comenzar desde ya.
El Gobierno colombiano se ha desentendido de las erradicaciones de cultivos, lo que se tradujo en que las plantaciones han alcanzado cifras récord; por consiguiente, Estados Unidos y Colombia todavía pueden hacer más en cuanto a incautaciones de drogas.
Es importante que el gobierno colombiano, comience con su plan de acción para la erradicación de todo tipo de drogas, para acabar con este flagelo que azota a los colombianos y así, también, dar una mayor seguridad a los ciudadanos de las zonas rurales de Colombia, situación en donde también debe ayudar y apoyar Estados Unidos.