Debilitado el super peso

Editorial
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La reciente quiebra de la entidad estadounidense Silicon Valley Bank, SVB, no generará un efecto contagio hacia el sistema bancario de México, aunque ha debilitado la idea del súper peso al ser la moneda más depreciada frente al dólar.

Ante el colapso de SVB no se espera un efecto contagio hacia el sistema bancario de México; la caída de SVB, que contaba con unos activos de aproximadamente 209.000 millones de dólares y depósitos por un valor aproximado de 175.400 millones de dólares al 31 de diciembre de 2022, es la mayor quiebra bancaria desde la crisis de 2008 y una de las más importantes en la historia de Estados Unidos. Se considera que la regulación del sector es más estricta en el país, razón por la cual se evitó el contagio a México durante la crisis financiera de EE.UU. de 2008.

El riesgo financiero por la quiebra del banco especialista en préstamos a pequeñas empresas tecnológicas es de mercado, aunque no descartó que se pueda activar un riesgo de crédito. Habrá entidades que, ante el colapso de un banco, no reciban en tiempo y forma los pagos esperados; esto implicaría un efecto dominó.

Aunque autoridades estadounidenses como la Reserva Federal, el Departamento del Tesoro, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos y el propio presidente, Joe Biden, han asegurado que el sistema bancario no está en riesgo, la aversión al riesgo afectó al peso mexicano. Al cierre de la jornada, el peso mexicano cotizó 18,97 pesos por dólar, con lo que se depreció un 2,52 %, 46 centavos, de acuerdo con datos del Banco de México.

La depreciación del peso se debe a un incremento de la aversión al riesgo en los mercados financieros globales a raíz de la caída de SVB Financial Group en Estados Unidos, lo que ha generado especulación sobre una posible crisis en el sistema financiero. El peso fue la moneda más depreciada frente al dólar durante el día, así como es la moneda más expuesta, entre las economías emergentes.

El peso mexicano es la moneda que está más expuesta a una crisis económica propiciada por el sector financiero en Estados Unidos y esto definitivamente tiene todo sentido, ya que la apreciación que hemos visto en los últimos meses se ha debido, sobre todo, por la fortaleza de la economía estadounidense.

Esta mayor aversión al riesgo también propició que los bonos a 10 meses en México aumentaran su demanda, al ser instrumentos de refugio ante una alta incertidumbre como la actual por la quiebra del SVB. Este alta incertidumbre que se está observando a nivel internacional aumentó la demanda, además de que también disminuyó la expectativa de que sigan aumentando las tasas de manera agresiva en EE.UU; mientras, el mercado espera una alza de solo 25 puntos base.

Otros efectos en México podrían ser una mayor diferencia entre las tasas de interés, mayores presiones inflacionarias por volatilidad cambiaria, menor crecimiento de exportaciones y de remesas. Solo habrá que esperar.