La escasez de materia prima crítica

Editorial
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Chile, Colombia y Brasil están en la órbita de la Unión Europea, no sólo para profundizar los lazos con los nuevos gobiernos, en un momento en el que la Unión Europea busca socios, sino también para buscar el suministro de materias primas críticas.

Uno de esos países interesados es Bruselas, que quiere impulsar la cooperación tecnológica con Latinoamérica, y poder obtener una ventaja con las llamadas materias primas críticas, que son un listado de materiales identificados por la Comisión Europea como necesitados de una atención especial debido a su importancia económica y al alto riesgo que supondría una interrupción de su suministro para la UE.

Es así que, estos elementos que se encuentran en la naturaleza y que son indispensables para la elaboración de los productos industriales y que se clasifican según su origen o según su disponibilidad, ahora son de alto interés para los europeos, que quieren evitar complicaciones en un futuro, más cuando ese continente está en riesgo, por la guerra de  Rusia contra Ucrania.

Chile, país rico en yacimientos y minerales, tiene sus propias minas de riqueza con las de litio y cobre, que son codiciada por Bruselas,  cuando meses después de que se actualizarán en diciembre su acuerdo comercial, que prohíbe los monopolios de exportación e importación de materias primas críticas y reduce los obstáculos a los que se enfrentan las empresas europeas por el sistema dual de precios que el país tiene en este sector.

Un acuerdo de gran importancia para la UE, ya que más del 60 % de sus importaciones de litio provienen de Chile, el segundo productor mundial de este metal fundamental para el desarrollo de baterías

Con  Chile siempre piensan como un socio estratégico, más con la propuesta que la Comisión Europea lanzará la semana que viene para asegurar que la UE tenga suficientes materias primas críticas en caso de futuras crisis. Bruselas quiere que los países de la UE analicen sus reservas y que las aumenten en la medida de lo posible y pedirá a las empresas que hagan un uso intenso de materias primas que analicen sus vulnerabilidades dentro de la cadena de suministros. La UE, no obstante, no aspira a la autosuficiencia, por lo que la cooperación con terceros países será clave.

Con Colombia se inauguró la Alianza Digital entre la UE y América Latina, una plataforma para impulsar la conectividad digital entre ambos continentes y fomentar la cooperación tecnológica en ámbitos que van desde la protección de datos, a la inteligencia artificial, pasando por la ciberseguridad.

Con respecto a Brasil, Bruselas confía en que la llegada al poder del presidente Luiz Inácio Lula da Silva reviva el acuerdo comercial con Mercosur, ya que Chile, Colombia y Brasil tienen gobiernos recientes con los que se quieren conectar los europeos.

Bruselas quiere ganar su peso geoestratégico en Latinoamérica, un objetivo también que España impulsará durante su presidencia europea -que arranca el 1 de julio- durante la cual se celebrará la primera cumbre entre la UE y la Celac, desde 2015. 

Con estos acuerdos, la UE quiere evitar que la falta de materia prima crítica, se refleja con un incremento de los plazos de entrega; en una escalada de precios; en la reducción de la producción, cuellos de botella y aumento de la inflación, algunas de las consecuencias de la escasez, que en julio pasado afectaba a cerca del 40% de las empresas manufactureras de la UE, y en torno al 22% de las españolas.