El gobierno actual, la cartilla de Lenin

Editorial
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Infortunadamente los pueblos en su mayoría no tienen idea sobre lo que es un régimen comunista, tan solo los que lo han padecido sí conocen y por tanto desprecian y rechazan ese sistema de gobierno. Pese a que se enteran o les cuentan lo que sucede en un Estado marxista o como en el caso nuestro viven y sienten de cerca la tragedia venezolana, no creen que a ellos les puede pasar lo mismo ya que están convencidos de que son distintos, que no tragan entero, que poseen un espíritu de rebeldía sui generis y en consecuencia jamás van a estar bajo circunstancias parecidas.

Eso pasó en Cuba, Nicaragua y Venezuela y ahora estamos nosotros experimentando en carne propia la introducción de un régimen totalmente leninista como el que impera en esas dictaduras totalitarias; somos directamente testigos de la miseria de nuestros hermanos venezolanos fruto de sus sucesivos gobiernos bolcheviques.  

Estos gobernantes todos sin excepción han tenido un modelo derivado de la cartilla de Lenin que lo han mejorado, lo han perfeccionado y lo están ejecutando siguiendo los lineamientos del socialismo del siglo XXI, que no es otro que el que empezó a imperar a partir de la creación del Grupo de Sao Paulo, hoy Grupo de Puebla. 

La revitalización, reingeniería y reacondicionamiento del comunismo se produjo con ocasión del surgimiento de este Grupo de países subdesarrollados. Conviene advertir que esta agrupación ideológica ha dispuesto de un respaldo monetario de los narcoguerrilleros de la Farc. 

La idea generalizada en el orbe partía de la base de que el comunismo se había extinguido con la caída del Muro de Berlín; eso incumbía solamente al comunismo soviético que se resquebrajó y perdió el control de los Estados bajo su yugo. 

Es de anotar sin ambages que los resultados de esa famosa reunión en territorio brasilero no pueden ser mejores, por cuanto los partidos marxistas se han tomado el Poder en buena parte de América Latina y con influencia verdadera en algunos países desarrollados, entre otros España. 

Es más, el sátrapa bolivariano le ha dado el insuflo económico que permitió la creación del partido comunista español Podemos; también recibieron apoyo financiero sus dirigentes. 

Por esa razón Pablo Iglesias, Monedero y algunos políticos como Rodriguez Zapatero del PSOE son defensores acérrimos del gobierno totalitario de Maduro. Zapatero se comenta que disfruta de la producción de una mina de oro en Venezuela. Este último contribuyó en forma decisoria en la reciente liberación del General Miguel Rodríguez Torres jefe de inteligencia de Chávez y ministro del Interior de Maduro quién se acabó de asilar en la capital española. 

De la misma manera Zapatero con el visto bueno del presidente del Gobierno español Pedro Sánchez, y el Señor Borrel, cabeza diplomática del organismo europeo está buscando en la Unión Europea que se reduzcan y minimicen las medidas políticas y económicas en contra del gobierno de Maduro.

Ese odio visceral del presidente Petro por todos los que no comulgan con sus ideas es justamente el mismo que enseñó Lenin dado que él tenía como característica principal el odio salvaje. Gorky su compañero político expresaba: “no conocía a nadie que tuviese ese odio tan arraigado y tan profundo hacia aquellos que no eran comunistas”. “Lenin gozaba maltratando a su pueblo”.

Esa destrucción dirigida por Bolívar y Petro de las ciudades con la primera línea y aliados con las guerrillas narcotraficantes del Eln y las disidencias de las Farc contra el gobierno anterior de Duque con miras a derrocarlo son las guías despiadadas de Lenin; esos actos terroristas atemorizan, causan zozobra y son la razón de ser leninista. 

Ese inhumano y cruel tratamiento que daba el secuestrador y carcelero Petro en las mal llamadas cárceles del pueblo lo aplicaba Lenin con aquellos rusos que eran apresados en condiciones tenebrosas. Eran vilipendiados y torturados miserablemente.

Todo eso lo publicó Alexandr Soljenitsin en su libro el Archipiélago de Gulag escrito como homenaje a los siete millones de víctimas del leninismo en 5 años. Muchos murieron de hambre, de tristeza y de frío; otros, vilmente asesinados con disparos a quemarropa en cuerpo y cabeza.  

Toda expresión de independencia es rechazada y tergiversada, hay que inventar y calumniar al adversario, hay que engañar y decir mentiras. El que no está conmigo está contra mí. Ese modus operandi leninista Petro lo ha practicado siempre.

Lo importante es el partido, lo demás tiene que ser sometido. Petro, el leninista, es el que nos gobierna y ese es el cambio para acabar con Colombia.