Hay que incluir a las victimas

Editorial
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Una de las razones por la cuales la paz total no llegó durante la presidencia de Juan Manuel Santos, es la falta de respecto con las víctimas del conflicto, que no fueron reconocidas, ni durante el proceso de negociación en La Habana, Cuba, ni después de la firma de paz, con algunos grupos insurgentes y violentos en el país.

La tarea le toco al ex presidente Iván Duque, y no fue nada fácil, por que tuvo volver hacer la tarea e incluir a las víctimas en este proceso, y que ahora son los principales protagonistas, en la lucha por la paz.

El presidente Petro comenzó los diálogos en Caracas, Venezuela, que han tenido más altibajos que acuerdos, ya que las pretensiones de los violentos se salen de toda consideración, además del retiro del Eln de la mesa de negociación; en medio de todo este proceso, siguen las víctimas, que no han sido tenidas en cuenta, en el proceso de paz total.

En medio de tanta confusión y ruido con respecto a este tema, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, mostró su total apoyo a las actuales negociaciones con los grupos armados y aseguró que abogará en las conversaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, Eln, para que los derechos de las víctimas sean tomados en cuenta.

Las negociaciones son difíciles ya que es más fácil hacer la guerra que la paz, más cuando no se tienen en cuenta consideración de gran peso y determinantes, como son las víctimas, las más lastimadas en el proceso. El Acnudh puede ser una voz fuerte de las comunidades más afectadas por el conflicto durante las negociaciones, pues para ellos es muy importante asegurar que los derechos de las víctimas se tengan en cuenta en estas negociaciones; el tipo de apoyo de estas instituciones, son fundamental y determinantes para un apoyo social y económico al proceso de paz.

El Gobierno de Gustavo Petro retomó a finales del año pasado las conversaciones con el Eln para lograr una solución política con la última gran guerrilla del país y que, tras el tropiezo a principios de año, continuará este febrero, pero esta vez en México, con el cese al fuego como uno de los puntos del debate. Se debe aceptar la ayuda que ofrece la Acnudh, que además de ser bienvenida, aportará  experiencia para acompañar las negociaciones y para asesorar en asuntos de derechos humanos, en particular de los derechos de las víctimas. 

El gobierno debe ser consciente que para conseguir la  paz total, se debe  llegar a soluciones con los grupos armados que actúan en el país y que han prolongado ciclos de violencia por décadas. Y también debe acordarse de que ya hubo una paz anterior que no fue acogida por los insurgentes y que ahora quieren ser tenidos en cuenta, ya que no se acogieron a los compromisos del Gobierno con la implementación del acuerdo de paz de 2016 con las Farc; sin embargo, estas conversaciones deben tener en cuenta los derechos humanos desde el principio, con la participación de las comunidades más vulneradas y de las mujeres.

Lo anterior se presenta en un momento en el que se han disparado las masacres, con 83 verificadas por la oficina de la ONU, los asesinatos de líderes sociales, y, el confinamiento forzoso impuesto por grupos armados a las comunidades, también ha rozado máximos históricos.

Para que los derechos humanos imperen en todas sus políticas en el proceso de paz, es indispensable que se tenga en cuenta a las víctimas, como también las políticas sociales, y medioambientales, que conducen a una paz total.