Para una construcción segura

Editorial
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Colombia sigue en el proceso de la búsqueda de la paz, proceso en donde están comprometidos todas las fuerzas vivas, el Estado, los organismos de seguridad y la voluntad del actual gobierno, que en cumplimiento de sus promesas de campaña electoral, el presidente Gustavo Petro, anunció que pondrá en marcha los diálogos regionales vinculantes, uno de los mecanismos con los formulará el Plan Nacional de Desarrollo que tiene como objetivo la paz total en el país.


Es una realidad que la paz total que ofreció el gobierno Santos, nunca se cristalizó y no llegó siquiera a considerarse debido a los actos terroristas que se siguieron presentando, a la disidencias entre las tropas guerrilleras y más que todo, a la falta de seriedad y compromiso con la nación, por parte de los alzados en armas, que no quieren dejar de lado el negocio del narcoterrorismo, tráfico de estupefacientes y demás negocios ilícitos derivados que atentan contra la salud y la vida de los colombianos.

No es un secreto que las Farc, el Eln, los grupos y clanes familiares, derivan su sustento de los cultivos ilícitos y se abastecen de armas de todo tipo, con actividad, que debe ser erradicada sin ningún miramiento. Mientras se soluciona este gran problema en la consecución de la paz total, el presidente Petro, quiere transformar Colombia en un país de paz total, tarea donde no se debe excluir ni el Gobierno, ni unos pocos; la paz total es una tarea de todos. 

Colombia no  debe ser una sociedad pasiva frente a la injusticia histórica, la ciudadanía entera debe ser parte activa de la construcción de un país diferente, que lleve a paz duradera y justa que privilegie  a las víctimas, que son las más afectadas y no fueron tenidas en cuenta, en el marco del Acuerdo de Paz de La Habana, firmado por el ex presidente Santos.

La paz total, una ambiciosa apuesta para llevar a la mesa de negociación a los grupos al margen de la ley que todavía operan en el país, es difícil de lograr ya que a pesar de todo siguen creando terror y miedo en la población, que  ha sido objeto de masacres y atentados en todo el país, en el último mes.

El primer diálogo regional vinculante tuvo lugar ayer en Turbaco, en Bolívar, y fue un espacio exploratorio, con una metodología definida por el Departamento Nacional de Planeación y diseñado para que los funcionarios del Gobierno Nacional escuchen a la ciudadanía y tomen nota de sus propuestas. Estos diálogos, con esta metodología, fueron innovadores y los puso en marcha el expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien durante ocho años y en forma ininterrumpida, recorrió el país, oyendo las quejas de los colombianos, solucionando las problemáticas sociales,  y de toda índole y a la vez, acercando el gobierno a los colombianos.

Sin duda este Gobierno busca tener el mismo éxito del  ex presidente, al hacer un recorrido por 50 territorios en el que participarán funcionarios de distintos ministerios y otras entidades del Estado para conocer las necesidades de los ciudadanos.

Lo importante de estos diálogos regionales vinculantes, es conocer la voluntad popular de donde nacerá el Plan Nacional de Desarrollo, la hoja de ruta que guiará la acción del Estado, compromiso para Colombia en los próximos cuatro años.

El norte y objetivo final del Plan Nacional de Desarrollo será la construcción de un entorno de paz total, en el que los ciudadanos puedan vivir en igualdad de condiciones, con una paz total construida sobre fuertes bases de justicia social, justicia económica y justicia ambiental.






Más Noticias de esta sección