Grandes retos se impuso el presidente Gustavo Petro, cuando asumió como presidente de Colombia, al desglosar los 10 puntos sobre los que trabajará en su mandato de cuatro años y que tiene como columna vertebral la paz, la mujer, el diálogo con todos, la lucha contra la corrupción y la protección a la vida.
Este decálogo enunciado durante su discurso de investidura será la hoja de ruta a cumplir durante su cuatrienio que al finalizar debe estar cumpliendo y puesta en práctica, lo que sin duda se constituye en el mayor reto del gobierno nacional.
El primer gran tema y sobre el que descansan otros, es la paz que debe ser verdadera y justa en todos los sentidos, para todos los actores y sobre todo, para las víctimas, que quedaron en un proceso tan doloroso sin tener por que estar ahí; ellas son las que deben ser reparadas a conciencia y tenidas en cuenta cuando se hable de paz total. A este respecto el gobierno se debe comprometer a trabajar para conseguir la paz verdadera y definitiva, para no fallarle a la sociedad colombiana, ya que las víctimas vivas o fallecidas se lo merecen y lo necesitan.
También prometió el presidente Petro cuidar de la vejez y de la niñez, de la discapacidad y de las que la historia o la sociedad ha marginado; es un tema sensible y de mucho cuidado por los sectores a los que se dirige y por ello es indispensable hacer una política de cuidados para que nadie se quede atrás, una política sensible al sufrimiento y dolor ajeno, con herramientas y soluciones para crear igualdad.
Poco a poco el mundo ha reconocido el papel de la mujer dándole el puesto que se merece con reconocimiento y oportunidades de trabajo y desarrollo y Colombia no se ha quedado atrás, por el contrario debe seguir trabajando en la política de igualdad y seguridad para que las colombianas puedan caminar tranquilas y no temer por sus vidas.
En los pocos días que ha transcurrido el gobierno se han dado consensos que coadyuven al diálogo y la comunicación sin excepciones ni exclusiones, como está contemplando en uno de los retos del gobierno nacional, que dando cumplimento al mandato de presiente debe ser gobierno de puertas abiertas para todo aquel que quiera dialogar sobre los problemas de Colombia. Igualmente se debe escuchar a todos los colombianos para no gobernar a la distancia, alejado del pueblo y desconectado de sus realidades. Todo lo contrario, se debe gobernar escuchando, y utilizando los mecanismos y dinámicas para que todos los colombianos se sientan parte de su propio presente y futuro.
El presidente y el gobierno que él encabeza debe defender a los colombianos de la violencia y trabajar para que las familias se sientan seguras y tranquilas, a través de una estrategia integral de seguridad, que vaya desde la prevención a la persecución de las estructuras criminales y la modernización de las fuerzas de seguridad, así tal cual lo establece la Constitución Nacional.
Todas estas promesas se pueden volver realidad en la medida en que se derrote la corrupción el cáncer que corroe al país y contra ella debe haber una mano firme y sin miramientos a la corrupción y con base en esto hay vigilar y transformar el sistema para desincentivar este tipo de prácticas que hacen un daño irreparable al Estado.
Un componente en donde Colombia tiene protagonismo y reconocimiento a nivel internacional, es en el medio ambiente en donde se deben seguir con los programas de protección al suelo y subsuelo; mares y ríos; aire y cielo y actuar contundentemente la deforestación descontrolada de nuestros bosques e impulsar el desarrollo de energías renovables. Este es un reto, que al igual que la paz, tiene comprometido el corazón de la nación.
La industria nacional, la economía popular y campo colombiano como pilares del desarrollo deben acompañar y apoyar a todo aquel se esfuerza por Colombia y la invitación es a producir, a trabajar, a ser conscientes de que solo seremos una sociedad rica si trabajamos en unión, con sentido de unidad y responsabilidad.
Entre los 10 retos del presidente Petro esta cumplir con lo dispuesto en la Constitución Nacional, como lo exigen las democracias del mundo, cumpliendo las leyes, cumpliendo con las nuevas leyes al servicio de las grandes mayorías y garantizar su cumplimiento.
