Fuerzas unidas en torno a la Amazonía

Editorial
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Si los pueblos indígenas del pulmón del mundo, no se unen para salvarse, nadie lo logrará. Ahora, estos pueblos indígenas de la Amazonía lanzaron una cuenta atrás para reclamar a los nueve países que comparten la cuenca amazónica y a la comunidad internacional que se proteja el 80 % del mayor bosque tropical del planeta y evitar así que su deforestación llegue a un punto irreversible.

Hay que tratar de reversas los efectos del cambio climático y reman juntos en el mismo sentido para seguir cuidando,  conservando y protegiendo  del medio ambiente y la cuenta regresiva comenzó con la puesta en marcha de la iniciativa "Amazonía 80x25" comenzó con 1.239 días con el objetivo de que en ese tiempo se garantice que la selva amazónica no perderá más allá de entre el 20 % y 25 % de su superficie actual, lo que conllevaría un punto de no retorno; hay que resaltar que esta iniciativa agrupa a los 511 pueblos indígenas, de ellos 66 en aislamiento voluntario, de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela.

La meta del 80 % para 2025 se adoptó a petición de la Coica en el Congreso Mundial de la Naturaleza, celebrado en septiembre de 2021 en Marsella, Francia, y promovido por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, Uicn y para su consecución, los pueblos indígenas demandan que se reconozca la totalidad de sus territorios y se les otorgue autonomía sobre ellos, además de reforestar al menos la mitad de las áreas de la Amazonía actualmente deforestadas.

Se tiene que pensar  que el mundo esta esperanzado en los beneficios que ofrece la Amazonia, como lugar único para crear oxígeno, más aún cuando la humanidad tiene esta esperanza que se debe preservar y cumplir a toda costa.

Ahora el mundo está preocupado porque el planeta está en crisis sanitaria, climática y de derechos y expresan que los pueblos indígenas son la solución; pero sí lo son, la solución no es seguir matando, amenazando y encarcelando a los pueblos que habitan esta región.

Los pueblos indígenas no se oponen al desarrollo, pues entienden que la forma para garantizar la vida a las siguientes generaciones es respetar la naturaleza y dar las herramientas a los habitantes originarios del pulmón verde del planeta para preservarlo como han hecho desde hace siglos; es necesario precisar que este llamado es especialmente para las personas no indígenas que destruyen la Amazonía con un propósito de enriquecerse a cambio del empobrecimiento de estas poblaciones asentadas en las selvas amazónica.

En los últimos cinco años son 25 los líderes indígenas y defensores ambientales asesinados en la Amazonía peruana por mafias que invaden sus territorios dedicadas al narcotráfico, la minería ilegal o la tala ilegal. Hay que hacer hincapié en la discriminación que viven las mujeres indígenas, al resaltar que también son objeto de amenazas, asesinatos y encarcelamiento por defender su territorio.

Precisamente en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas no hubo nada que celebrar debido a las amenazas que enfrentan estos pueblos, lo que les hace estar en peligro de desaparecer y por ende los verdaderos cuidadores y protectores del pulmón del mundo. En el camino de este derecho hay que  celebrar el fortalecimiento de sus culturas y organizaciones, así como también tener presente  alzar la voz ante los gobernantes de Europa, Estados Unidos, Asia y África, para que volteen la mirada hacia la Amazonía, que ofrece toda clase de beneficios y oportunidades para el mundo entero.

Es urgente que el mundo entienda a la Amazonía como un patrimonio natural de la humanidad que no solo debe ser protegida por los indígenas, apoyando su invaluable trabajo, que realizan con esfuerzo ya que se hace indispensable que la innovación que proviene de las organizaciones indígenas, aseguren el bienestar de las personas a largo plazo. Este reconocimiento incluye poder desplegar fuerzas unidas en apoyo al movimiento indígena para asegurar a largo plazo que el bienestar se pueda mantener y que la naturaleza sea la mejor aliada, algo muy claro en la idiosincrasia indígena para abordar la vida.