Sacudidos por fallo judicial

Editorial
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Pionero entre los latinoamericanos en vacunar contra la Covid-19 a niños y adolescentes, Uruguay lidia  con la sorpresa de un fallo judicial que le puso freno y desafió su reputación de ser un país que se convirtió en "ejemplo" por transitar cada paso de la pandemia apoyado en sus científicos.

El país suramericano —que en 2020 se desmarcó del mundo al no registrar ni una sola ola de casos, pues la primera se dio tras la llegada de la variante P.1 a comienzos de 2021— fue sacudido por la repentina decisión del juez Alejandro Recarey de dar lugar al amparo presentado a título personal por un abogado.

De esta manera, puso contra las cuerdas a la Presidencia uruguaya y al Ministerio de Salud Pública, MSP, cuyo plan de vacunación fue clave para la desescalada de la ola de contagios en el país.

Con solo 3,5 millones de habitantes, Uruguay nunca impuso un confinamiento obligatorio y apostó a la libertad responsable, en tanto la mayor parte de la población decidió aislarse por elección propia y solo se suspendieron actividades colectivas. Sin embargo, cuando el país llegó al borde del colapso sanitario en mayo de 2021 por el pico de casos y la ocupación de camas en cuidados intensivos, fue la progresiva llegada de las vacunas la que dio un respiro a la población. La vacunación contra la covid-19 nunca fue de carácter obligatorio en la nación suramericana, que en junio de 2021 se convirtió en la primera de Latinoamérica en aplicarla a los jóvenes de entre 12 y 17 años y que en enero de 2022 comenzó a inocular a los niños de entre 5 y 11 años.

Con un "Eppur si muove", frase traducida al español como "Y, sin embargo, se mueve", Galileo Galilei, obligado a abjurar del hallazgo de que la Tierra gira alrededor del sol, echó luz sobre su postura de que, por más que se la quiera negar, la verdad se sostiene. 

Algunos son enfáticos al afirmar que hoy el país está negando injustamente el derecho de los niños que aún no pudieron recibir su vacuna. Hay que recordar que los maestros y educadores fueron grupos priorizados para que todos puedan volver a las aulas con la mayor seguridad sanitaria posible. La vacunación permitió también recuperar antes y mejorar la interacción social, el acompañamiento a los más vulnerables, como las personas mayores y con discapacidad; hoy la evidencia a favor de vacunar es abrumadora y cuestionarla es grave y afecta la credibilidad de los científicos y académicos del país.

Poner en duda la seguridad y eficacia de las vacunas implica un grave perjuicio al estatus vacunal y sanitario logrado en el país. Uruguay ha sido ejemplo en el mundo por su gestión de la pandemia y por su rápida vacunación, mérito de la población en su conjunto.

Desde el punto de vista científico no ha existido ningún tipo de cambio que avale la interrupción de la vacunación en los menores de edad y que, por el contrario, cada vez existe más evidencia sobre el beneficio y la seguridad de inocularse. En el mundo se han vacunado a la fecha millones de niños. La Organización Mundial de la Salud la considera segura y efectiva y la continúa promoviendo,  y las vacunas suministradas en Uruguay son seguras y efectivas contra el virus, ya  que el plan de vacunación es propiedad pública y todos deben defenderlo.

Uruguay ha tenido una planificación e implementación exitosa y responsable del programa de vacunación y siempre ha estado avalado por la ciencia y la comunidad científica paraguaya ha trabajado de manera extraordinaria para dar este aval a las decisiones de políticas públicas.

Por su parte, preocupa que la decisión de un juez prive del derecho a la vacunación contra la Covid-19 a un sector de la población especialmente vulnerable; es preocupante además que se pase por alto la profusa evidencia científica y que se marque un precedente ajeno a las tradiciones del país. Uruguay ha sido reconocido por sus políticas de salud pública en la protección y prevención de enfermedades a través de la vacunación; de mantenerse la decisión judicial, constituirá un antecedente peligroso.

Con las cartas sobre la mesa, solo resta por conocerse si la decisión judicial aplaudida entre llantos y cánticos por grupos contrarios a la vacunación infantil, se mantendrá o se revocará en una próxima instancia.