El futuro de Gran Bretaña

Editorial
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Dentro de un régimen de monarquía parlamentaria como el inglés, el Primer Ministro realmente es quién dirige las riendas del Estado, de ahí su importancia; por eso mismo se dice jocosamente pero es la verdad de que “el Rey reina pero no gobierna”.

Han pasado por ese cargo muchos políticos conservadores y laboralistas; pero, sin duda entre los más sobresalientes están entre los hombres, Winston Churchill y entre las mujeres, Margaret Thatcher.
Churchill como militar, político y hombre público, brilló en el panorama mundial por su descollante personalidad, sus dotes intelectuales y oratorias, pero, particularmente, su conocimiento de la gente. A propósito de esta última aseveración vale la pena sacar a relucir la diferencia de criterio en relación con Hitler; por un lado, el Canciller Chamberlain quién creía después de haber visitado al Führer de que no era tan malo, y por otro lado Churchill, que sí sabía las pretensiones hitlerianas y por ende reconocía su alta peligrosidad. Su frase famosa en la última guerra con miras a enfrentar a los alemanes “tendremos que afrontar sangre, sudor y lágrimas” les dio fe, vigor, entusiasmo y mística a sus tropas y a su pueblo. Esa decisión y la intervención en el conflicto de los estadounidenses permitieron que se volteara por completo el desarrollo de la contienda bélica a favor de los aliados.

Margaret Thatcher fue la primera mujer que llegó a ese significativo cargo. Se le denominaba la “Dama de Hierro” por la firmeza de sus actos; nunca bajó la guardia; decía con fuerza moral en todos los escenarios aquello que a su juicio era necesario decir; mostraba su liderazgo en todas sus actuaciones; enfrentó a los sindicatos; redujo la inflación y mejoró la cotización de la libra esterlina y al bajar la circunstancia inflacionaria se disminuyó la producción nacional y consecuentemente se sucedieron muchos paros obreros los cuales manejó con rigor y dureza. Su enfrentamiento en 1984 con los mineros produjo en su momento un estallido social bien complejo pero que al final logró dominar la situación con medidas muy drásticas.

Intervino en la Guerra de las Malvinas y recuperó por la fuerza esos territorios para Inglaterra. Dada la lejanía nunca se imaginaron los militares argentinos de que los ingleses iban a invadirlos y rendirlos. No tuvieron en cuenta lo que representa el honor para los británicos. Es el primer Jefe de Gobierno que venció en tres elecciones consecutivas y la primera mujer europea que se desempeñó como Primera Ministra; con la Reina Isabel su relación fue fría pero de mutuo respeto ya que ambas mujeres son de personalidad reacia. En sus memorias respecto de ese tema, expresó Margaret Thatcher que fueron simplemente “relaciones de trabajo”.

Por lo que concierne con Boris Johnson, verdaderamente su paso como Primer Ministro dejó mucho que desear. Para llegar al poder tuvo que renunciar a su nacionalidad estadounidense; pero, durante su mandato evidenció ser populista, irresponsable y folclórico. Mientras exigía rigurosamente a su pueblo las medidas de restricción y recogimiento con motivo de la pandemia, él con sus amigos y cercanos colaboradores, en su mismo despacho, hacía francachelas por cuenta del erario público. Ese indiscutible abuso como gobernante le costó su salida habida cuenta de que hubo unanimidad en torno de su renuncia inmediata.

Al dimitir manifestó que en su oficina haría no por su cuenta sino con el dinero de los contribuyentes una fiesta de despedida; perdió por completo la vergüenza. En la guerra de Rusia con Ucrania siendo justos, estuvo visiblemente al lado de Ucrania, aumentó el presupuesto militar en la OTAN con la cuota más alta junto con los Estados Unidos.

Ahora se aprestan los británicos a elegir su nuevo Primer Ministro. Entre los diputados conservadores se disputan ese principal puesto público dos ministros de su gabinete: Risky Sunak de origen hindú, exministro de Economía, pues renunció a esa posición pero hizo una labor encomiable en ese ministerio y la actual Ministra de Relaciones Exteriores, Liss Truss con experiencia parlamentaria y en el sector público. Los dos son muy jóvenes, ella con 47 años y él con 40 respectivamente. En el caso de ser favorecido Risky Sunak sería la primera vez en que ocuparía ese cargo un descendiente de la India. Si en ella recae esa elección sería la tercera mujer en alcanzar esa dignidad. Actualmente la Alcaldía de Londres está en manos de un hindú y goza de prestigio entre los londinenses.
Ella está muy vinculada con el Estado pues ha estado en varias carteras ministeriales; él es un hombre de negocios, de los más ricos que viven en Gran Bretaña.