Más que sol y playa

Editorial
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


El sector turístico dominicano quiere ser mucho más que sol y playa y expandirse más allá de la icónica Punta Cana, por eso está apostando por la diversificación, después de haberse adelantado a otros destinos en la recuperación de este sector tras la pandemia.

El turismo constituye la principal actividad económica de la República Dominicana y, para apuntalar esa posición, su estrategia es la diversificación geográfica del producto y del producto en sí.

El área de Punta Cana, en el este del país, es el pilar del turismo dominicano -por su aeropuerto llega el 60 % de los viajeros que recibe el país-, pero el gobierno dominicano y los hoteleros están invirtiendo para llevar los veraneantes a las playas de todo el litoral.

Pedernales, una zona hasta ahora virgen en el suroeste, es el proyecto ancla del turismo dominicano, con una inversión calculada en 3.000 millones de dólares en la próxima década.También se han comenzado las obras de nuevos hoteles en Miches, cercano a Punta Cana, mientras se dan pasos para relanzar Puerto Plata, cuna original del turismo del país y se invierte en Samaná en el oriente, con un modelo basado en pequeños establecimientos; la filosofía es totalmente ecológica y sostenible, de manera que no se cometan errores del pasado en cuestión medioambiental

Más allá de la diversificación geográfica, República Dominicana está dando pasos para crecer en otros segmentos, como conferencias y salud, que generan unos ingresos por turista mucho más elevados que el sol y playa, segmento en el que se concentra el 94,6 % del mercado.

Para explorar el segmento de conferencias, en el que hay un amplio margen para crecer, el Estado dominicano acaba de hacer una alianza con Ifema, primer operador de España de ferias y congresos, que prepara un estudio para diseñar la estrategia de eventos y convenciones en Santo Domingo. Además, ya ha estructurado el Bureau de Convenciones, entidad que va a promocionar a Santo Domingo internacionalmente como centro del segmento de negocios; con todos esos frentes abiertos el límite de crecimiento lo va a poner los nativos del país.

La estrategia de diversificación también apunta al turismo de salud, que generó unos ingresos de 265 millones de dólares en el país en 2018. Cada paciente gasta unos 7.500 dólares de promedio, cifra muy superior a los cerca de 985 dólares que se gasta de media cada turista extranjero.

Para promover el turismo de salud, ya se trabaja en la elaboración de las políticas y estrategias para su desarrollo y para realizar un levantamiento de los centros médicos disponibles ya que las autoridades del país han comenzado los contactos con empresas calificadoras, con el propósito de conseguir las certificaciones internacionales necesarias, de las que ahora carece el país.

Inicialmente, será salud bucal y también la parte de “wellness”, bienestar, que está dentro del turismo de salud y donde se puede ir mucho más rápido. Actualmente, las clínicas del país reciben principalmente a turistas de la diáspora dominicana y latina que no tienen capacidad de ir a Estados Unidos y vienen a República Dominicana.

Pero ahora, el país quiere subir el nivel para que estadounidenses, europeos y ciudadanos de otros países de la región lleguen a hacerse tratamientos médicos.

El turismo de salud, además de generar más ingresos de lo que dejan los cerca de 6 millones anuales de turistas de sol y playa que recibe el país, también tendría una importancia estratégica porque incrementa la capacidad de salud del país en sentido general y eso lo proyecta como un lugar seguro que tiene capacidad para atender cualquier situación.



Más Noticias de esta sección