El expresidente Álvaro Uribe Vélez volvió a mostrar su amor por la patria, su liderazgo en Colombia y en el partido Centro Democrático y por encima de todo, demostró desprendimiento al pedir seguir trabajando para crear una confianza progresista en el país, que tanto lo necesita en estos momentos de incertidumbre.
La reunión de Uribe Vélez y el presidente electo, deja en la mayoría de los colombianos un sentimiento de alivio y algo de tranquilidad, porque existe la seguridad de que hay alguien defendiendo la democracia, que lucha por expresar el sentir de los colombianos con respecto a las ideas diferentes a las del presidente electo, y por encima de toda consideración, la gran conclusión es que hay que tener mucha paciencia y tolerancia con respecto a las decisiones que tome Petro sobre las peticiones concluyentes de la reunión de estos lideres colombianos.
Uribe Vélez, espera mantener abierto un canal de diálogo con el mandatario electo, uno de sus principales contradictores políticos, que a pesar de ello accedió a reunirse por salud de la democracia y del bien de los colombianos. Como terminación queda un acuerdo establecido en mantener un diálogo para hablar de temas de país, sin apasionamientos y extremos y, llegado el caso, comunicarse en temas en los cuales puede servir el concepto que tenga el partido Centro Democrático, para llegar a acuerdos de beneficio y progreso; pero también para discrepar con una oposición razonable, que lleve a consensos y a beneficios en común. Como bien se dice, dos visiones políticas, sociales, culturales y económicas diferentes, pero un solo país para ponerlas en marcha.
La cita entre Petro y Uribe, que fue presidente de Colombia entre 2002 y 2010, se prolongó por más de dos horas y al final el presidente electo salió sin dar declaraciones a los periodistas, pero Uribe sí dio una rueda de prensa. El encuentro, propuesto por Petro pocos días después de su elección, generó amplia expectativa en Colombia dadas las diferencias políticas entre ambos ya que el presidente electo fue un duro crítico de la gestión de Uribe como presidente, principalmente en lo relacionado con el manejo del conflicto armado, y en el Senado, donde fueron colegas, protagonizaron también fuertes encontronazos.
El país vio un ejemplo a seguir en estos lideres políticos que mostraron un escenario del diálogo a pesar de las diferencias. La conversación de Uribe y Petro fue provechosa y respetuosa; hay diferencias y se deben encontrar los puntos comunes, siempre con base en un diálogo gobierno/oposición para crear y construir puentes comunicativos que puedan servir a la democracia y a la buena salud de la economía colombiana, que, dicho sea de paso, goza de un estado excelente gracias a la gestión del presidente Duque.
Uribe aseguró además que está muy agradecido con la interlocución con Petro ya, que, según sus propias palabras, se comunicaron y establecieron puentes que se deben fortalecer. En ese sentido dialogaron sobre diversos temas de coyuntura como la transición energética, seguridad, salud, pensiones y producción, entre otros, así como sobre cuál será la posición del Centro Democrático en el Congreso con respecto al nuevo gobierno.
Todo quedo claro y despejado; el Centro Democrático apoyará sin cálculo temas de ancianos, de solución de pobreza sin afectar al sector privado y muchos otros en donde se buscará presentar alternativas y en aquellos temas, como fuerza de oposición, de parte de Uribe y su partido habrá un respeto basado en argumentos que alimentarán la apertura permanente de un canal de diálogo. De paso, finalmente, el mismo Uribe despejó una duda, aseguró que, si no asiste a la posesión de Petro como presidente, que será el 7 de agosto y en la que reemplazará, precisamente, a Iván Duque del Centro Democrático, lo llamará para felicitarlo.
En la reunión también quedó establecido la grandeza y la humildad del expresidente, al expresar su agradecimiento al presidente Gustavo Petro por la invitación, por la reunión, porque tuvo la paciencia de escucharlos.
Desde que ganó las elecciones en segunda vuelta el pasado 19 de julio, Petro, que será el primer presidente de la izquierda en Colombia, se ha propuesto construir, como muchos presidentes electos, un gran acuerdo nacional al cual se han sumado ya varios partidos que le hicieron oposición en la campaña.
El presidente electo ha mantenido intensas rondas de contactos con distintos partidos políticos y con diplomáticos, designando a un miembros de su gabinete, a cuenta gotas y de acuerdo con las circunstancias que se presenten, ante lo cual solo resta esperar que llegue agosto para conocer el gabinete en pleno.
