A los violentos hay que darles duro, con toda la capacidad del Estado colombiano para rechazar a los asesinos de patriotas y extranjeros, que, a través de toda clase de actos criminales, quieren sembrar el terror en el suelo colombiano
Para estos violentos el mensaje debe ser claro y conciso, no se debe ceder un centímetro en esta lucha en donde está de por medio la tranquilidad y la paz de los connacionales y por ello presidente Iván Duque puso en marcha el plan de despliegue de tropa en el territorio nacional de más de 52 mil efectivos del Ejército y la Policía, que incluye la creación de un bloque de búsqueda especializado, y recompensas de hasta $ 5 mil millones para que lo poco que le queda al ‘Clan del Golfo’ caiga por completo.
La extradición de Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, fue un golpe directo a esta estructura criminal y es el principio del fin de este clan delincuencial que piensa que no les llegará su hora, como así le sucedió a “Otoniel”.
Bien hizo el jefe de Estado, al encabezar un Puesto de Mando Unificado, PMU, en Bogotá, donde evaluó –junto con el ministro de Defensa, Diego Molano, y los altos mandos de la Policía Nacional y las Fuerzas Militares– la situación del orden público en el país, para definir las acciones a seguir en el desmantelamiento de las estructuras guerrilleras.
Se creó, por instrucción presidencial, los bloques regionales contra las estructuras del Clan del Golfo; pero, también, se va a crear y generar una célula de bloque de búsqueda especializado, el más fuerte que haya visto en el país, desde lo que fue la lucha contra el cartel de Medellín y el cartel de Cali, para dar de baja o capturar a ‘Siopas’ y a ‘Chiquito Malo’”.
Este despliegue, que se concentrará en puntos claves del territorio, con una articulación integral de todas las fuerzas y con líneas de tiempo muy precisas, está encaminado a devolver la confianza en el comercio y en todas las actividades en los puntos donde ellos han tratado de generar afectación.
Las medidas, sin duda alguna, buscan restablecer la movilidad y las actividades comerciales en algunas zonas del país amenazadas por esta organización criminal armada, como retaliación por la extradición a Estados Unidos de su máximo cabecilla, Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’.
Por ‘Siopas’ y ‘Chiquito Malo’, quienes, al parecer, están detrás de los actos terroristas, intimidaciones y amenazas en varios lugares del territorio nacional, se ofrece una recompensa de $ 5 mil millones por información que conduzca a su ubicación y captura y, para terminar con un final feliz a esta situación, el gobierno nacional está creando un programa de redes de informantes, con pagos de recompensas, para llegar a todas las microestructuras y reductos que queden de esa organización en los distintos puntos críticos y en lugares del país donde tengan presencia; es decir, no habrá escapatoria, ni hueco, ni salida para que los violentos se escondan o traten de huir.
Todas las estrategias gubernamentales deben ser apoyadas por la ciudadanía que debe colaborar efectivamente y ayudar en la captura de los cabecillas de los clanes y de los guerrilleros para acabar con tanta violencia que le causa al país mucho daño. Y lo todo lo que pueda hacer el aparato judicial también esta en la obligación de hacerlo, como acelerar todo el proceso de extradición pendiente de miembros del Clan del Golfo, al igual agilizando las operaciones de extinción de dominio de bienes e inmuebles que sean de propiedad de estructura.
De la misma manera, la Policía y los organismos de seguridad deben activar de manera inmediata operativos de destrucción de laboratorios y de redes de movilización de narcóticos que tenga esa organización, y neutralizar todas las redes que soportan sus actividades ilícitas, haciendo estas y otras acciones hasta romper toda la cadena delictiva, para que entiendan que deben someterse a la justicia o correrán la misma suerte de “Otoniel”
