Diálogo cuestionado

Editorial
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Hay que analizar con profundidad todos los esfuerzos encaminados a restablecer un proceso de diálogo para buscar una salida a la situación en Venezuela mientras Nicolás Maduro continúe en el poder, ya que el dictador y usurpador, es el principal factor que impide que la democracia llegue a Venezuela.

Este país sigue siendo víctima de una ideología política que lo ha llevado a la destrucción y el caos generalizado, obligando a sus conciudadanos a tomar decisiones tan drásticas, como la que toman sus ciudadanos de abandonarlo para poder sobrevivir; esto, sumado a la realidad diaria de los venezolanos, más el apoyo y albergue del gobierno venezolanos a los guerrilleros de las Farc y Eln, hacen imposible que Colombia piense en reanudar las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Volver a la mesa de negociación es simplemente alargar una agonía de unos diálogos que no tienen fundamento porque el dictador Maduro lo que quiere es pertrecharse en el poder y eso no tiene sentido, porque a todas luces es contrario al fundamento democrático de cada nación.

Reafirmando su posición de dictador y opresor, Maduro suspendió la mesa de negociación establecida en la ciudad de México en agosto del año pasado, en donde se estableció un acuerdo de entendimiento que crea las condiciones y términos generales que deberán acatar para llegar a puntos concordante en derechos; garantías electorales; levantamiento de sanciones de los derechos a activos; respeto al Estado Constitucional de Derecho; convivencia política y social; protección de la economía nacional y lo más importante, garantías de implementación, seguimiento y verificación de lo acordado.

Todo lo anterior lo canceló y lo mandó al olvido por la detención y extradición a los Estados Unidos de Alex Sabb, que desde 2017, ha sido señalado como presunto testaferro del presidente Nicolás Maduro por parte de la exfiscal venezolana, Luisa Ortega Díaz y por otras personalidades Asimismo, Saab, es mencionado en los Panamá Papers, Pandora Papers, FinCEN Files e investigaciones periodísticas, y está solicitado por las autoridades de Colombia y Estados Unidos, donde finalmente fue extraditado, por realizar negocios con un importe estimado en 135 millones de dólares con el gobierno de Venezuela.

Durante las presidencias de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, Saab, a diferencia de otros empresarios colombianos que tuvieron que dejar de exportar a Venezuela debido a la incertidumbre frente a los pagos de sus facturas de importación y los excesivos controles motivados a la aplicación del control cambiario en Venezuela, tenia vía libre para importar y exportar todo lo que negociaba con el gobierno venezolano, sin cancelar lo exigido en el comercio nacional e internacional.

Desde octubre de 2018 está siendo investigado por lavado de activos que habría obtenido haciendo negociaciones con el gobierno venezolano entre los años 2004 y 2011. Saab ha realizado diferentes operaciones de importación hacia Venezuela, como el suministro para casas prefabricadas de la Misión Vivienda por un monto de 685 millones de dólares, 2011; otras facturas de 340 millones de dólares en las ventas de cajas de alimentos del CLAP al gobierno de Táchira en 2016; y 425 millones de dólares en ventas al sistema Clap, en 2017, con su empresa Group Grand Limited de Hong Kong y la empresa Asasi Food FZC registrada en Emiratos Árabes Unidos tiene varios contratos por un total de 548,78 millones de euros, y otras operaciones de importación ficticias.

Es todo un prontuario delictivo que alimentaba las arcas particulares de Maduro y de sus áulicos, y por él, el gobierno venezolano canceló cualquier iniciativa de negociación interna para lograr la paz y tranquilidad de los venezolanos.

Las nacionales democráticas del mundo deben exigir como condición prioritaria, para que Venezuela vuelva a a normalidad, que Maduro salga del ejercicio de la dictadura y la usurpación y que la nación hermana vuelva por los caminos de la democracia y la reconciliación.

Desafortunadamente, el proceso de negociación de México esta desacreditado por su interrupción abrupta en octubre pasado, lo que ha condicionado, además, que todo avance a que se pudo llegar en Venezuela, como a un gobierno de transición con amplia representación de todos los sectores, la convocatoria de elecciones libres y un plan de reconstrucción económica, se fue al traste, solamente por la detención de una persona, en donde primó el interés particular sobre el general. Qué situación tan lamentable.

Para volver a la base de negociación con Venezuela, Colombia debe exigir que el primero y principal punto es que gobernante venezolano abandone el poder porque Maduro es el Slobodan Milosevic de América Latina y de ahí nacen todas las enfermedades que atacan el desarrollo de la nación venezolana alejándola cada día de la democracia ya que no puede existir un proceso creíble con un criminal de lesa humanidad ejerciendo la dictadura, persiguiendo a los opositores, encerrándolos, y adicionalmente patrocinando al terrorismo internacional del Eln y de las disidencias de las Farc.