El turismo y la violencia

Editorial
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El mediático asesinato de dos turistas en Tulum y el reciente tiroteo en la playa de un hotel en Puerto Morelos que dejó dos muertos reflejan la ola de violencia que vive el Caribe mexicano, una joya turística acechada por los carteles.

La semana pasada saltaron, una vez más, todas las alarmas cuando un grupo armado irrumpió en una playa de Bahía Petempich, una zona exclusiva del municipio de Puerto Morelos, del estado de Quintana Roo, donde se ubican importantes hoteles como el Hyatt Ziva Rivera Cancún o el Azul Beach.

Mientras que los turistas descansaban en piscinas o cerca del mar, en una jornada más de descanso en un complejo hotelero de primer nivel, una quincena de encapuchados llegaron a la playa y persiguieron y mataron a dos miembros de un grupo rival con el que se disputaban espacios para la venta de sustancias tóxicas. Gracias a Dios, no hubo turistas lesionados de gravedad, ni secuestrados, lo que minimizó el asunto; pero, las imágenes divulgadas en redes sociales, con turistas agachados en varios rincones del hotel y escenas de desconcierto y pánico, pronto dieron la vuelta al país. Además, un turista resultó lesionado, aunque no de gravedad, cuando los encapuchados entraron abruptamente a la playa.

Los centros turísticos internacionales se convierten en lugares muy apropiados para el tráfico de drogas. Y lo que está pasando en Cancún es parte, o una expresión muy visible, de cómo las dinámicas criminales no se paran. Este hecho no es puntual y la Riviera Maya acumula en los últimos meses un largo historial de asesinatos y balaceras, ya que en los últimos dias se registraron seis ejecuciones en Cancún; apenas el pasado 21 de octubre, un tiroteo en un restaurante del balneario de Tulum -uno de los sitios más de moda del Caribe mexicano- dejó dos turistas extranjeras muertas y otros tres heridos y entre las fallecidas había una mujer india, la “influencer” Anjali Riot, que poco antes de su deceso había publicado en redes unas imágenes paradisíacas de su viaje. Mientras que a mediados de septiembre en otro establecimiento de Tulum unos sicarios dispararon a varias personas, dejando dos muertos. Además, en julio las autoridades hallaron una fosa clandestina con los restos de varias personas a las afueras de Cancún, un hecho inusual en la región.

De esta manera, aunque 2021 tenía que ser el año de la reactivación económica en la región, se ha convertido también en un año colmado de sucesos criminales; ero la situación no es exactamente nueva, pues en enero de 2017 un tiroteo en la famosa discoteca Blue Parrot de Playa del Carmen dejó seis muertos y una quincena de heridos. Y en 2019, siete personas murieron durante el brutal ataque a otro establecimiento de Playa del Carmen, esa vez en un barrio popular.

En la región se identifican varios carteles, entre estos el de Sinaloa, el de los Zetas y el Noreste, además de bandas locales como Los Pelones, escindidos de estos grupos criminales más grandes, pero, según las autoridades, hasta el momento no se ha encontrado relación entre los grupos delictivos que participaron en los ataques de Tulum y en Puerto Morelos Y según hay indicios de que son grupos distintos.

Los mexicanos deben defender a capa y espada el enorme atractivo del Caribe mexicano, con su icónico mar turquesa, ruinas arqueológicas y cenotes, que atraen miles de turistas en la año convirtiendo esa región en un punto turístico como destino obligatorio, pero las imágenes de centenares de huéspedes del hotel en bañador resguardándose de las balas reflejan una realidad difícil de ocultar y que puede dañar severamente el turismo en México.

En 2019, antes de la pandemia, México se consolidó como uno de los 10 países más visitados del mundo con más de 45 millones de turistas internacionales, que dejaron 24.563 millones de dólares. De esta manera, el sector representaba el 8,7 % del producto interno bruto, PIB e inundaba de divisas el país. De estos, una gran mayoría eligió como destino el Caribe mexicano -el aeropuerto de Cancún es el segundo más usado del país- por su diversidad de ofertas para todos los bolsillos.

Cancún es el destino turístico más importante de México y es una fuente de ingresos muy importante, que apenas se está recuperando después de la epidemia y estos acontecimientos generan un temor en los visitantes.

Además de la grave situación de inseguridad en ese destino turístico, también la ciudadanía se juzga que ellos también están expuestos, pues un 84,7 % de los habitantes de Cancún se sienten inseguros en la urbe, que debe proteger el mayor tesoro que tienen.