Unión

Editorial
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


En acuerdos de declaración conjunta Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, países que conforman la CAN, y Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, que también integran el Comité Veterinario Permanente del Cono Sur, VP, se han unido para prevenir el ingreso a la región de la peste porcina africana, que amenaza con llegar a estos países en forma peligrosa

La peste porcina africana es una enfermedad hemorrágica altamente contagiosa que afecta a cerdos domésticos y silvestres, ocasionando graves pérdidas económicas y productivas. Es causada por un virus ADN de la familia Asfarviridae, que también infecta a las garrapatas del género Ornithodoros.

Afortunadamente, hasta ahora, Colombia es libre de la Peste Porcina Africana y debe seguirlo siendo, evitando traer carne o subproductos de origen porcino de otros países, y por esto, hay que unirse para evitar ese contagio de esta enfermedad viral contagiosa que afecta a los cerdos domésticos y salvajes y que se detectó por primera vez en Asia hace un año. Si bien no es peligrosa para los humanos, la enfermedad causa hasta el 100% de mortalidad en los cerdos, lo que lleva a graves pérdidas económicas por que su propagación se produce a partir de la sangre, tejidos, secreciones y excreciones descargas nasales y bucales, orina y heces de animales enfermos y muertos, dada su gran resistencia y persistencia ambiental Actualmente esta enfermedad no tiene tratamiento y en las áreas donde la enfermedad es endémica, la vacunación pude prevenir la propagación de la enfermedad.

Esta importante unión americana, para evitar la presencia de esta enfermedad, se dio ante la reintroducción de este virus en el continente y fue refrendada en una declaración conjunta fundamental para que las naciones que integran ambos bloques implementen acciones articuladas para evitar la presencia de esta enfermedad, lo cual permite estar preparados ante una eventual situación de emergencia.

Los acuerdos se enmarcan en el convenio de cooperación técnica suscrito entre los dos organismos en marzo de 2020 con el objetivo de mantener y mejorar el estatus sanitario de los nueve países, fortalecer la competitividad de los productos de origen animal en el comercio internacional y prevenir el ingreso de enfermedades exóticas a la región.

En ese sentido, los organismos acordaron trabajar de manera coordinada para reforzar las barreras sanitarias, principalmente en puertos y aeropuertos, así como para mejorar el control de equipajes de pasajeros provenientes de zonas afectadas a nivel mundial y el control de las mercancías que se reciben por correo. También, reforzar la vigilancia y bioseguridad en las granjas porcinas, evaluar y fortalecer la capacidad de diagnóstico de los laboratorios, la comunicación entre sus servicios veterinarios y la capacitación y formación de veterinarios, así como la disponibilidad de información técnica en los sitios web oficiales.

La peste porcina africana no se había detectado desde hace 40 años en Latinoamérica, pero fue notificada en julio pasado por la República Dominicana ante la Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE, como una enfermedad exótica infecciosa, altamente patógena, transfronteriza, hemorrágica, que afecta a porcinos domésticos y silvestres, con un alto índice de contagio.

Cualquier mecanismo de precaución, advertencia y peligro hay que tenerlo en cuenta por que puede causar una alta mortalidad en estos animales y, aunque no es transmitida a los humanos, genera importantes pérdidas directas e indirectas en todo el sistema productivo y constituye una barrera para el comercio internacional, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y, por lo tanto, exige un esfuerzo regional para contenerla y erradicarla, tarea que deben realizar todos los organismos del sector que se vean amenazados, ya que esta enfermedad debe ser enfrentada de forma coordinada en América Latina y el Caribe, por que su aparición en República Dominicana y Haití representa una amenaza a la seguridad alimentaria de toda la región y a los medios de vida de pequeños y medianos productores, que ven con preocupación que en julio pasado se confirmaron casos en República Dominicana y, en septiembre, en Haití, los dos países que comparten la isla La Española, en el mar Caribe.