Prueba de fuego

Editorial
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El próximo año 2022 se llevarán a cabo en Colombia las elecciones parlamentarias y las presidenciales. Fundamentalmente estas últimas relacionadas con el nuevo presidente definirán el rumbo futuro de los colombianos. Será por ende una responsabilidad mayúscula la de los votantes por cuanto lo más probable es que uno de los candidatos leninistas, Gustavo Petro, estará en la contienda final para enfrentarse a aquél que surja de las distintas coaliciones que se están formando de centro izquierda y centro derecha.

Estaremos eligiendo entre la libertad y la privación de la misma, entre el respeto a la propiedad privada y la inexistencia de ella ante el predominio del Estado; entre una educación elegida por los padres y aquella que impone el Estado como a bien quiera y pasaríamos de una democracia participativa a un Estado totalitario. En síntesis, es escoger entre un sistema democrático y un sistema autocrático, esto es continuar siendo lo que somos o pasar a ser como Venezuela. A propósito del tema vale la pena sacar a relucir el pensamiento del francés Thierry Wolton en el entendido de que: “el comunismo fue una inmensa impostura”.

Helmer Rojo líder camboyano ha dicho: “el comunismo es cero para ti y cero para mí. No es una elevación de los hombres sino un descenso general”. No podemos olvidar que el modelo comunista tiene un jefe indiscutible, siempre venerado es el caso de Stalin, Mao, Fidel Castro, Putin, Ortega, Maduro, con una jerarquía rígida al servicio de un pensamiento único; en la circunstancia nuestra, Petro sería el jefe, ¿cómo sería aquello?

La orientación de Lenin es: “que hay que apelar a la mentira y al engaño”. Incluso deben mentir así mismos para ser más convincentes cuando mienten a los demás” Ocultan la mentira con la violencia y esta misma la disimulan con la mentira. Es el juego de las dos para lograr sus propósitos y eso se ha palpado con Castro, Santos, Chávez y desde luego nadie duda de que Petro es un maestro en ese campo. Es prácticamente un mitómano y no le importa; pero, además cree que la gente traga entero y no percibe sus engaños, ya se encuentra en la fase de que se cree sus mentiras.

Hay un sin número de candidatos, pero por sustracción de materia en la recta final quedarán los que tienen un peso específico, una identidad propia y un carisma indiscutible. Ha habido en la última encuesta dos sorpresas una que sin propaganda mayor registra un porcentaje por encima de muchos que están figurando hace rato y la otra que aún no despeja pese a tener un lanzamiento espectacular con todos los medios de comunicación haciéndole bombo.

Por un lado María Fernanda Cabal partió en punta en su partido contra todos los pronósticos y a pesar de que el apoyo mayoritario de senadores y representantes está con Oscar Iván Zuluaga. Ha llegado a la masa, su discurso es coherente, es inteligente, de personalidad y resalta algo que todo el mundo está pidiendo cual es la seguridad.

En sus giras por el país ha sido acogida y es la única mujer que marca en las encuestas. En la encerrona que le hicieron los periodistas Vanessa De La Torre y Pascual Gaviria ambos izquierdistas radicales de caviar salieron ellos muy mal librados dado que sin duda en ese choque verbal se notó la superioridad de la entrevistada en el manejo del reportaje; los entrevistadores fueron por lana y salieron trasquilados.

Por otro lado, Alejandro Gaviria con categoría humana y estructura intelectual de quién todos estábamos convencidos de que iba a pegar duro y por consiguiente sería una opción importante; sigue siéndolo, pero en su debut político ha dejado mucho que desear y por ello en ese sondeo de opinión estuvo muy bajo. A su juicio “Petro es de Centro” y así lo manifiesta, ¿quién cree eso? Hace un elogio de Alberto Carrasquilla como un gran economista lo cual es cierto, pero ante la avalancha y crítica por esa declaración dijo que se había equivocado. Era muy fácil sostenerse en su apreciación. Pero otra cosa fue el pésimo manejo de Carrasquilla en la reforma tributaria, no la socializó y su antipatía y autosuficiencia fueron su efecto bumerán. En este momento en que hay un anhelo de seguridad ideología política se acerca a los cristianos, esta saca pecho por ser ateo.

Ciertamente la encuesta de noviembre nos mostrará quienes son los candidatos con posibilidades y cuales es necesario descartar.