Con sentido de grandeza

Editorial
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La reforma fiscal del Gobierno colombiano busca disminuir la pobreza y la desigualdad a niveles incluso menores a los que existían antes de la pandemia, lo que sin duda es un arma que se debe utilizar para que pase sin ningún problema en el trámite que debe sufrir en el Congreso de la Republica, en las respectivas comisiones económicas del Congreso donde será debatido.

El componente social de esta reforma es básico y fundamental para su aprobación ya que se busca que con esta medida, llamada proyecto de “inversión social” llegar a entre 12 y 15 millones de colombianos más que se beneficiarán de programas sociales del Gobierno y de esa forma ampliar al 50% la población del país que reciba ayudas ante las dificultades económicas agravadas por la pandemia, tal como ha sucedido en el año y medio que llevamos de esta enfermedad mortal, en donde la clase menos favorecida ha sido tenida en cuenta por el gobierno Duque, para que salga adelante y también aporte al desarrollo del país, en estos tiempos tan difíciles,

Con la nueva reforma fiscal el Gobierno espera recaudar 15,2 billones de pesos, para garantizar la estabilidad de las finanzas públicas y la reactivación de la economía, gravemente golpeada por la pandemia del coronavirus y además lograr la consecución de nuevas fuentes de empleo para las familias que lo necesitan y que han perdido en esta batalla contra el coronavirus.

A raíz de la pandemia, la pobreza monetaria en Colombia subió el año pasado 6,8 puntos con respecto a 2019 y se situó en el 42,5 %, lo que significa que el número de pobres del país aumentó en 3,6 millones de personas al pasar de 17,4 a 21 millones, según el Departamento Administrativo de Estadística Nacional, estadística que se espera bajar con el proyecto de inversión social, que busca precisamente mejorar las difíciles cifras de desempleo y pobreza, con la

creación de este nuevo documento que nace a partir del consenso entre partidos políticos, organizaciones civiles, la academia y el sector privado, garantizando que los objetivos propuestos se alcanzaran con el éxito esperado.

La pandemia ha provocado la crisis más fuerte de la historia reciente del país, por lo cual el proyecto de “inversión social” busca reducir la pobreza, impulsar el crecimiento económico y crear empleos. Lograr esa reactivación requiere mensajes claros: primero de estabilidad social y segundo de estabilidad fiscal, sin la una y sin la otra no hay crecimiento económico y no es posible que este sea significativo.

Colombia puede tener un crecimiento importante porque la estabilidad social genera tranquilidad y la iniciativa gubernamental tiene como punto de partida una respuesta al desafío social, económico y fiscal; igualmente la reforma tributaria no afectará a la clase media sino que buscará solidaridad del sector empresarial al desmontar beneficios tributarios  y la disposición del gobierno es poder contribuir a que este debate sea el mejor en beneficio del país, para que con sentido de grandeza se contribuya a lo que Colombia necesita.