Si este gobierno ha tenido una característica, es precisamente la socialización y el consenso sobre los temas más importantes que afecten al país, en donde todos los colombianos han sentido que son escuchados y tenidos en cuentas en las grandes decisiones que se toman para transformar el país.
El presidente Duque, retiró proyecto de Reforma Tributaria, para lograr un acuerdo con los sectores de la economía y buscar puntos de unión y acuerdos entre todos los que empujan y reman hacia adelante para seguir en el camino del progreso.
Hay que reconocer la valentía y el arrojo del presidente Duque al retirar el proyecto; demostró que primero está pensando en el país; que su principal preocupación es unir sectores y esfuerzos para lograr un consenso y presentar una mejor reforma construida entre todos los colombianos. Demostró además su intrepidez y hasta arriesgó su popularidad y demostró que tenía razón al retirar el proyecto que ahora debe nacer con el aval de los colombianos, con la unión de los partidos políticos, para seguir defiendo el futuro de Colombia.
Con la reforma el Gobierno aspiraba a recaudar 23,4 billones de pesos, para mejorar el estado de las finanzas púbicas y dar continuidad a los programas sociales para los más pobres, cuya demanda ha aumentado con la pandemia de Covid-19.
Rodeado de varios de sus ministros y de la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, Duque comunicó al país la retirada del proyecto para evitar incertidumbre financiera. Muy bien explicó el mandatario que luego de múltiples diálogos con las fuerzas vivas del país solicitó al Congreso el retiro del proyecto radicado por el Ministerio de Hacienda y tramitar, de manera urgente, un nuevo proyecto, fruto de los consensos, y así evitar incertidumbre financiera.
El presidente escuchó al pueblo y como buen colombiano, acató su voz de inconformismo; lo oyó y de ahí tomó la decisión de retirar la polémica propuesta, que seguramente debe ser revisada para ampliar el accionar social de la misma que traiga beneficio a todos los colombianos y es así que luego de escuchar a la ciudadanía y las propuestas de empresarios y los partidos políticos, la nueva reforma buscará crear una sobretasa de renta temporal a empresas, prorrogar el impuesto al patrimonio e incrementar transitoriamente el tributo a los dividendos. También espera crear una sobretasa de renta a personas de mayores ingresos y profundizar programas de austeridad del Estado, puntos sobre los que ya existen principios de consenso.
El camino de un consenso despeja percepciones y permite decir con claridad que no habrá ningún incremento del IVA para bienes y servicios ni se cambiarán las reglas existentes. También queda claro que nadie que no pague impuesto de renta pagará ese tributo, entre otras ventajas que tendrá la nueva reforma.
