Cobijados en Venezuela

Editorial
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El alto comisionado para la Paz de Colombia, Miguel Ceballos, fue enfático y muy claro al insistir en que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, es cómplice de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, Eln, y de las disidencias de las Farc, y lo acusó de ser un enemigo de la implementación de la paz.

Esta no es la primera vez que se presenta esta grave acusación que puede ser ratificada por el gobierno nacional, que tiene todas las pruebas sobre esta complicidad entre los dos grupos al margen de la ley, que insisten en sembrar el terror y la delincuencia en el país. La presencia del Eln y la presencia de las disidencias de las Farc en Venezuela está más que comprobada porque además el Gobierno de Nicolás Maduro es cómplice de los grupos armados organizados que afectan con todos sus terribles delitos al pueblo colombiano.

El mundo conoce todas las maniobras que ha hecho el presidente Maduro, para derrocar el gobierno de Colombia legítimamente constituido y ratificado por el pueblo colombiano, que rechaza las acciones de los grupos violentos que siguen reclutando, secuestrando e instalando minas antipersonal en Colombia para luego huir a territorio venezolano y esconderse como ratas de alcantarilla en el país vecino.

Nicolás Maduro y su dictadura se están convirtiendo en los peores enemigos de la implementación de la paz en Colombia y por eso este tipo de denuncias no deben parar nunca, deben continuar, para que los organismos internacionales también medien en este conflicto, en donde la seguridad del pueblo colombiano está amenazado

Si alguien pretende desde la dictadura de Maduro decir que no se apoya a los grupos armados organizados que causan crimen y dolor en nuestro país, está mintiendo; a todas luces es sabido que los violentos después de hacer sus fechorías y acciones criminales de toda índole, salen corriendo a esconderse en Venezuela, en donde las Fuerzas Armadas no pueden ingresar para llevarlos ante la justicia colombiana..
Hay que decirle la verdad a los colombianos y al mundo entero: el régimen de Nicolás Maduro ampara a los enemigos de la paz en Colombia, motivo que se constituye en un peligro para la ciudadanía colombiana.

Mientras las autoridades colombianas han denunciado que los líderes del Eln y de las disidencias de las Farc están en el país petrolero; Venezuela ha acusado a Colombia de albergar en su territorio campamentos de exmilitares, así como de promover la organización de atentados, incluido uno contra Maduro. Hay que recordar que Maduro rompió relaciones con Colombia el 23 de febrero de 2019 a raíz del fallido intento del jefe de la oposición, Juan Guaidó, de ingresar desde la ciudad colombiana de Cúcuta con una caravana de ayuda humanitaria. Desde entonces la tormentosa relación entre los dos países, que se había deteriorado en 2015 por la expulsión de Venezuela de miles de colombianos, quedó en punto muerto y hasta hoy no existe contacto entre los gobiernos de Maduro y del presidente colombiano, Iván Duque.

El Comisionado de Paz hizo un balance sobre las víctimas de minas antipersonal desde 1990 hasta hoy y aseguró que en el país 11.994 personas han sido afectadas por estos artefactos, de los cuales 4.766 son civiles y 7.228 son de la fuerza pública y nuestro Gobierno ha entregado 154 municipios libres de sospecha de minas antipersonal, eso significa cerca del 40 % del total de municipios entregados en la historia de Colombia.