Pocas expectativas

Editorial
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La campaña hacia los comicios generales de abril próximo en Perú comienza a calentar en un ambiente condicionado por las restricciones por la pandemia, el rechazo a la clase política y la poca expectativa ante las propuestas que se lanzarán en el año del bicentenario de la independencia nacional.

En efecto, la crisis económica, política y sanitaria que afronta el país suramericano desde el año pasado ha marcado el inicio de una campaña atípica por la amenaza real de la Covid-19, al punto que uno de los candidatos presidenciales ha dado positivo a la enfermedad.

Aunque el jurado electoral aún revisa las listas para decidir si cumplen con todos los requisitos legales, varios de los candidatos iniciaron actividades que, más allá de generar interés por sus propuestas, motivaron críticas intensas por incumplir las medidas sanitarias. Se vieron multitudes, abrazos y comidas compartidas, y todo en medio de personas que no portaban o no usaban bien las mascarillas, lo que llevó al Ministerio de Salud a anunciar que iba a dar indicaciones sanitarias específicas para la campaña.

Aunque dejó en claro que el tema tenía que coordinarse con el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, adelantó el pedido para que los eventos sean al aire abierto, con gran distancia entre personas, en lugares fáciles de controlar en cuanto a acceso, como los estadios.

La situación también llevó al ministro del Interior, José Elice, a asegurar que la Policía está preparada para intervenir en cualquier evento e imponer multas, aunque dijo que espera que los partidos se comprometan a respetar las reglas contra la pandemia.

Tras presentarse estas críticas y advertencias, candidatos como Keiko Fujimori suspendieron sus concentraciones públicas, algo que, definitivamente, no ayudará a que difundan sus propuestas por la menor exposición en la calle. Precisamente, la amenaza de la pandemia se hizo palpable, cuando se conoció que el candidato a la presidencia por el partido izquierdista Perú Libre, Pedro Castillo, suspendió sus actividades tras dar positivo a la Covid-19 y ahora tendrá que cumplir con el aislamiento obligatorio.

Hasta el momento, de las 22 fórmulas presidenciales que han presentado su solicitud para participar en los comicios, son doce las que han sido declaradas inscritas por el Jurado Electoral Especial  de Lima, encargado de evaluar los requisitos. Otras cuatro listas han sido declaradas improcedentes, entre ellas la del conocido empresario César Acuña, mientras que seis están a la espera de que concluya el proceso. Las fórmulas ya aceptadas son encabezadas por Keiko Fujimori, del partido Fuerza Popular; Verónika Mendoza, de Juntos por el Perú; Julio Guzmán, del Partido Morado; Yonhy Lescano, de Acción Popular y Nidia Vílchez, del Partido Aprista Peruano.

En medio de esa profusión de candidatos, aún queda por confirmar la candidatura del exfutbolista George Forsyth, quien encabeza los sondeos de opinión, aunque sin sobrepasar el 20 % de las preferencias. Precisamente, los analistas consideran que las encuestas que aparezcan a fines de enero permitirán establecer un balance y un pronóstico más preciso sobre los candidatos con opciones reales de ocupar la presidencia peruana hasta el 2026.

Hay que entender que en Perú no hay muchos apegos partidarios, existe desconfianza hacia los políticos, un fuerte voto "anti", contra,  determinados candidatos y una gran polarización, por ese motivo, esta puede ser una campaña muy centrada en los ataques, en las "fake news" y, por tanto, muy violenta, con muchas restricciones y puede ser muy corta, violenta en sus términos, con espacio limitado de discusión pública, que se trasladará probablemente a las redes sociales.

En ese panorama, es muy probable que las principales propuestas estén vinculadas con la pandemia, así como en el incremento de la protección social y de la regulación de los mercados; aunque también pueden aparecer fuerzas conservadoras, consideró que en esta ocasión la derecha se ha fragmentado y bien podría sufrir el impacto de no presentar un candidato que los represente bien.

Verónika Mendoza tiene opciones de aparecer entre los cuatro favoritos en la recta final, porque tiene un discurso más claro para los votantes que buscan una propuesta de izquierda, pero también puede ser afectada si aparece un candidato más duro, radical y crítico. Las opciones de Keiko Fujimori, quien buscará por tercera vez alcanzar la presidencia peruana, son para este analista escasas, ya que sufrió el desgaste producido por el constante enfrentamiento entre su partido, Fuerza Popular, y el Ejecutivo que presidieron desde 2016 Pedro Pablo Kuczynsky y, luego, Martín Vizcarra.

Keiko dilapidó el capital político que tenía, lo quemó en estas guerras locas con el Gobierno, es un caso emblemático a nivel internacional de dilapidar el capital que estaba construyendo", remarcó Dargent antes de reconocer que la candidata tiene "seguidores fieles" y que le pueden dar los votos necesarios para mantener la inscripción de su partido ante el jurado electoral.