A comenzar de cero

Editorial
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Recuperar sus ingresos lo más rápido posible, eliminar los intereses que se acumularon en el banco durante la cuarentena, y tener un trabajo son los deseos que hoy tienen los peruanos, envidiados hasta hace poco por la salud que gozaba su economía en la región.

Esos son los desafíos que los peruanos le lanzan a su presidente, Martín Vizcarra, que se enfrenta a una población desgastada por la incertidumbre de la pandemia, con los ahorros consumidos y en muchos casos endeudados, después de varios meses sin trabajar.

El presidente Vizcarra utilizó los ahorros fiscales del país para una serie de medidas económicas que aseguraran que los ciudadanos se mantuvieran en una de las cuarentenas más largas y sobre el papel más estrictas del mundo, con el fin de minimizar el impacto de la Covid-19, pero el confinamiento, desde marzo a julio, agujereó los bolsillos de la población.

El virus ha contagiado a más de 375.000 personas en Perú y ha causado oficialmente la muerte de más de 17.000, lo que ha ubicado a la nación como la segunda más afectada en Latinoamérica y la séptima a nivel mundial.
Poco queda en la economía peruana de los éxitos alcanzados en los últimos años, en los que logró un alza de 4 % del PIB en 2018 y de 2,2 % en 2019, pues los expertos estiman para este año una caída de entre -18 y -12 % y un rebote de entre 6,5 y 10,5 % para 2021.

Uno de los efectos más devastadores de la cuarentena ha sido la pérdida de más de dos millones de empleos, en un país que además sufre del 70 % de informalidad laboral. Además de los bonos económicos para la población más vulnerable, el Ejecutivo también entregó más de 17.600 millones de dólares en créditos con bajísimas tasas de interés para las empresas. Sin embargo, los medianos y pequeños empresarios sufren por las deudas acumuladas en los meses del confinamiento, al tener que pagar sus compromisos a pesar de no haber generado ingresos.

Los trabajadores independientes, que tenían un pequeño negocio, se han reactivado solos, sin esperar la autorización del gobierno que dividió la reanudación en cuatro fases a completar en agosto; los efectos de la inmovilización han sido tan graves que se considera que el presidente debería renunciar inmediatamente porque le ha hecho mucho daño al país con su mala gestión.

Otra crisis sobre crisis fue la que sufrieron los miles de venezolanos que ingresaron a Perú en los últimos años, huyendo de los problemas políticos y sociales en su país, y que en plena pandemia se quedaron sin dinero, ni casa y en algunos casos debieron regresar a Venezuela a pie. Hubo mucha gente que sí los corrieron y los sacaron de su casa. Incluso, hubo venezolanos que se tuvieron que ir a Venezuela caminando porque ya no tenían ni cómo comer y de paso los corrieron de sus arriendos .Los venezolanos que viven en Lima, jóvenes en su mayoría, fueron de los primeros que retornaron a vender en las calles y atender en tiendas y comercios, apenas se fueron levantando las medidas de restricción por la emergencia sanitaria en Perú.