Con 400 casos reportados hasta el sábado, el Distrito de Santa Marta y prácticamente la subregión norte de Magdalena con seis municipios (faltando Algarrobo), muestran la expansión del virus teniendo como focos de la pandemia a Santa Marta (245), Ciénaga (70) y llegando a pasos agigantados, Puebloviejo (67).
Y es en este municipio pesquero a orillas del mar Caribe el que se ha desarrollado mayor número de contagios en el departamento, llegando a reportarse 57 enfermos por la Covid-19 ente el 2 y 14 de mayo, es decir, 13 días, una cifra alta, si se compara con Ciénaga donde 51 de sus casos solo se manifestaron durante el mes de abril, es decir, 30 días.
Pero la preocupación por la situación de este pueblo se complica si se tiene en cuenta que en Santa Marta y Ciénaga la afectación alcanza el 0,05% de la población del área urbana, en cambio Puebloviejo llega afectar al 0,56% del área urbana que compone, según datos del último censo, 11.763 habitantes.
Eso quiere decir que el municipio costero estaría entre los entes territoriales con mayores casos por millón de habitantes en el país.
Al parecer sus residentes siguen sin entender la caótica situación por la que atraviesan. Hay denuncias de gentes por las calles, yéndose un día de playa o jugando fútbol en canchas de la municipalidad, ignorando por completo las normas de autocuidado exigidas.
Parece que la voz de la Alcaldía de Puebloviejo tratando de controlar la desenfrenada desobediencia civil de nada ha servido, llegando incluso hasta echar los camiones cargados de cerveza que aparecen, para impedir que las personas incumplan la Ley seca.
Puebloviejo y su aumento alarmante de casos de Covid-19 es una muestra más de la ausencia efectiva del aparato estatal en la provincia, para ayudar a que la comunidad comprenda que nos enfrentamos ante un enemigo que sin verlo está enfermando y matando a decenas de cientos de personas en el país, y que mientras permanezca poco o nada podemos hacer si no prevenimos con el autocuidado para que el virus no ingrese a nuestros hogares.
De la mano con lo que ocurre en Puebloviejo, también están los casos de Fundación y Aracataca y más recién Remolino y Pedraza, donde los pobladores desesperados por ayudas para tener con que comer, desafían hasta la misma muerte.
¿Cuántas vidas deben arriesgarse para que la gente entre en razón? Casos como el de Puebloviejo que cuenta con un hospital que no dará abasto ante un inminente desbordamientos de infectados con el coronavirus y mucho menos tener una UCI apta con este panorama, muestra la debilidad de las instituciones públicas, mezclado con la falta de civismo de una comunidad a la cual se trabaja por su bienestar pero tal parece aún no logra entender la magnitud del asunto, haciéndole más fácil el trabajo a la enfermedad para diseminarse.
Medidas como la de extremar el aislamiento obligatorio en Puebloviejo y la restricción del ingreso de sus habitantes hasta la vecina localidad de Ciénaga, esperan regule el aumento vertiginoso de contagios, de lo contrario, la vieja comarca de pescadores no tendrá cabida en su cementerio para sepultar a sus víctimas.
