Iberoamérica en la lucha climática

Editorial
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Iberoamérica constituye una región muy importante en la lucha climática en la que el 68 por ciento de sus ciudadanos está preocupado por la lucha contra la crisis ambiental; el 68 % de los ciudadanos de la región latinoamericana están preocupados por la lucha contra el cambio climático y es que precisamente la unión de la agenda medioambiental y socioeconómica tuvo origen en países latinoamericanos.

Iberoamérica es el nombre con que se conoce la región de América conformada por un conjunto de países que tienen en común haber sido en el pasado colonias de España y Portugal. La palabra se compone de los vocablos “Iberia”, nombre de la península más occidental de Europa, donde se encuentran los países de España y Portugal, y “América”.
El concepto de Iberoamérica, como tal, puede entenderse desde un punto de vista sociocultural o geopolítico y los países que la conforman son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, a los cuales se pueden agregar los países ibéricos de España y Portugal.

La región está bien preparada y es ambiciosa para afrontar la crisis climática, ya que las finanzas sostenibles serán una palanca muy importante en América Latina para abordar este reto. Entre los desafíos más urgentes para abordar, está la gestión de la agricultura, el transporte, el agua y el sistema energético, que requerirá un esfuerzo sectorial y nuevos vínculos entre actores, así como una nueva gobernanza, que sea más inclusiva; aunque el panorama iberoamericano está menos unido que anteriormente en el ámbito de cambio climático, esto obliga a mejorar las relaciones para fomentar la cohesión.

Desde el gobierno español se procederá a una reformulación de la política exterior, en la que se pondrá foco en las fracturas internacionales actuales en las que España quiere ayudar, siendo la crisis y reto ambiental y la transición energética de las principales líneas estratégicas. Se conoce mucho las realidades ambientales de América Latina y se considera a los países de la región como aliados fundamentales para abordar una transición justa y con perspectiva de género en la lucha climática. Aquí vale la pena recordar los liderazgos claves, ya que la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático de la ONU se ha celebrado 4 veces; en Buenos Aires -1998 y 2004; Cancún en México en el 2010- y Lima en el 2014, todos en Latinoamérica.
Los gobierno, están muy interesados en trabajar con actores de la región para sensibilizar y llevar a cabo acciones concretas sobre género y cambio climático.

Hay que remarcar la biodiversidad con la que cuenta la región, con ocho de los diecisiete países más diversos del planeta, su riqueza ambiental y la lucha de los pueblos indígenas, en contrapocisión a la vulnerabilidad a la que está sometida. Los impactos del cambio climático, con la desaparición de glaciares y fenómenos climatológicos extremos en el Caribe y América Central.
Otra de las preocupaciones, es el suministro de agua, ya que entre el 20 y el 50 % de las reservas de glaciares se están agotando, a lo que se le suma una configuración energética compleja y, aunque América Latina cuenta con un 25 % de energía renovable, la integración energética regional no se ha alcanzado; por otra parte, el 50 % de las emisiones en América Latina proviene del sector de la energía, pero es también el sector que presenta el mayor potencial.

Por eso, los países latinoamericanos deben desarrollar programas de eficiencia energética y desarrollar más las contribuciones previstas determinadas a nivel nacional para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.