Un crimen que debe ser castigado

Editorial
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Aunque pase el tiempo los colombianos no se olvidan y esperan que este tipo de crímenes sean castigados.
Los nacionales de este país aún no se reponen de los 50 años de violencia, terrorismo y crimen que generó el grupo guerrillero de las Farc, cuando ahora se da a conocer que más de 14.000 menores de edad han sido reclutados por grupos armados ilegales desde 2002, la mayoría de ellos por la desmovilizada guerrilla de este grupo subversivo y por el Ejército de Liberación Nacional, Eln, ambos protagonistas de actos de terror durante este tiempo.

Y lo más triste es que aun después de un proceso de paz, los cabecillas de las Farc, siguen delinquiendo desde sus escondites, después de haberse burlado de todos los colombianos y aprovechado económicamente de los réditos que les dejó haberse acogido al proceso, para después irse a refugiar en Venezuela.

Desde el año 2002 hasta hoy se han reclutado cerca de 14.200 niños, niñas y adolescentes colombianos; de estos, unos 5.503 niños han sido desvinculados oficialmente a través de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz; además cerca de 8.700 fueron reclutados cuando eran niños. Las Farc fue la guerrilla que más menores reclutó, unos 3.000, mientras que el Eln lo hizo con 1.000.

Con miras a disminuir esos datos tan grotescos, el gobierno colombiano impulsa la campaña “Manos a la obra”, también para prevenir el reclutamiento de menores de edad por parte de grupos armados ilegales; para este propósito, se quiere fortalecer a las familias y la prevención del consumo de drogas, una de las vías habituales para reclutar a los jóvenes.

La campaña se inicia en el día internacional de las “Manos Rojas”, que celebra la firma del protocolo internacional para la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Tras la firma de la paz con las Farc, en noviembre de 2016, la presencia de otras estructuras armadas ha afectado en particular a la infancia.

En los tres últimos años los grandes responsables del reclutamiento forzado de menores fueron el Eln, el Ejército Popular de Liberación, Epl, -considerado por el Gobierno como una banda narcotraficante-, y las disidencias de las Farc

Las amenazas, las falsas promesas de mejores condiciones de subsistencia, la irrupción en escuelas y la ausencia o débil presencia del Gobierno ha hecho que miles de niñas, niños y adolescentes pasen a ser parte de las filas de dichos grupos armados. El reclutamiento de niños afecta principalmente regiones como los departamentos del Chocó, Putumayo y Córdoba; también afecta a la zona del Bajo Cauca, en el departamento de Antioquia, así como la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela.

Colombia debe seguir exigiéndole a esta guerrilla que deje el secuestro y las acciones criminales, entre las que está el reclutamiento de menores de edad y para esto se deben unir todas los estamentos sociales, culturales, religiosos y económicos, para salvaguardar el futuro de Colombia.