Deben dejar las armas

Editorial
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Los generadores y protagonistas de la violencia no deben tener paz, sino hasta cuando sean capturados para que rindan cuentas ante la justicia colombiana y ante las víctimas de esos actos de violencia que tanto aborrece la ciudadanía que pide y exige del gobierno nacional autoridad ejemplarizante que se haga sentir en la protección de la vida del ciudadano del común.

Es por esto que el Presidente Duque, fue enfático cuando dijo que la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, Eln, no puede pretender reanudar los diálogos de paz mientras siga cometiendo actos criminales, como los ocurridos en una carretera en Antioquia donde incendió seis vehículos.

El mensaje presidencial ha sido siempre claro; el Eln si quiere tener una aproximación hacia la paz tiene que liberar a todos los secuestrados y aparte tiene también que ponerle fin a sus actos criminales y de no ser así pues tienen que sufrir las consecuencias de sus actos violentos, a través de la acción del Ejército nacional que sigue en la búsqueda incasable de todos aquellos criminales que atentan contra la vida de los colombianos.

El Eln no ha querido dar muestras de paz; siguen delinquiendo, traficando y asesinando a los colombianos de bien que quieren una paz verdadera y que está lejos si se sigue por ese camino de la violencia y de la delincuencia; está más que dicho que los ataque de la guerrilla no muestra voluntad de paz.
Cuando los colombianos ven y sienten estos actos criminales permanentemente realizados por esta organización, ¿cómo pueden ellos pretender una aproximación hacia la paz? ¿Cómo se puede pedir paz si los directamente responsables no quieren y no tienen voluntad de ello?

El Eln incendió seis vehículos que transitaban por un sector conocido como El Socorro, en el municipio de Valdivia, en Antioquia, tras un combate con tropas de la Séptima División del Ejército colombiano que comunicó que los terroristas pretendían realizar varias acciones criminales sobre la vía; sin embargo, gracias a la rápida acción de las tropas del Ejército se han neutralizado los intentos de atentar contra la población civil.

Ante esta situación, por orden presidencial, el Comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, debió reforzar la presencia en la troncal occidente vía Valdivia, Antioquia, para mantener orden y seguridad en la zona ante intimidación de criminales a transportadores, como así sucedió.
En la región del Bajo Cauca -que incluye los municipios de Valdivia, Tarazá, El Bagre, Nechí, Cáceres, Zaragoza y Caucasia- se cultiva y procesa cocaína que posteriormente es enviada fuera de Colombia desde el golfo caribeño de Morrosquillo y para hacerse con el control en esa región se enfrentan el Eln, Los Caparros, disidencias de las Farc y el Clan del Golfo, la principal banda criminal del país. Y todavía piden entregar al país a los bandidos del Eln.