Que este debate no sea una ‘gallera virtual’

Editorial
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Estamos viviendo uno de los debates electorales más reñidos que se hayan visto en décadas,  tanto para la Gobernación de Magdalena como para la Alcaldía de Santa Marta, sin contar con las campañas políticas en el resto de los 29 municipios del departamento.

Obviamente los tradicionales discursos de tarima,  las pancartas,  vallas,  afiches,  cuñas radiales avisos de prensa y comerciales de TV,  siguen siendo parte de toda la parafernalia publicitaria y propagandística dentro de esa maquinaria dispuesta para llevar un candidato al cargo que aspira a ser electo.

Pero las cosas varían con los años y el fenómeno de las redes sociales cala con mucha mayor efectividad, no desde el punto de vista de la publicidad,  más bien en la intención ya sea de tergiversar o, por el contrario,  llevar un mensaje positivo de quienes buscan votos por estos días.

Las más reconocidas redes están inundadas con encuestas que dan favorabilidad a uno y otro candidato,  y ¿qué se puede pensar con esta excesiva proliferación de información electoral? ¿Dónde queda la opinión del elector?,  cuándo en muchas ocasiones vemos como desde algunas organizaciones políticas buscan direccionar a las masas,  restringiendo la libertad de voto que tiene derecho todo ciudadano. Recordemos que la decisión en cada sufragio es individual y secreta,  no debería darse forma alguna de coaccionar al elector simplemente por el acto de conciencia y honestidad que tienen que tener el día de los comicios.

La influencia externa muchas veces mal intencionada  confunde, cuestiona ya está denigra de la competencia, y  sólo puede ser vencida por la seguridad, el criterio y la democracia,  base fundamental del Estado colombiano-

Paremos las ofensas,  los mensajes de incitación de odio,  de acusaciones mutuas,  acabemos con los fake news, hablemos con la verdad. Nadie tiene derecho a ofender a otro por el simple hecho de tener un concepto político diferente.

No vivimos los tiempos de la vieja guerra bipartidista qué terminó por crear lo que hoy odiamos como son las guerrillas narcoterroristas;  hagamos esta fiesta democrática como debe ser,  con debates de altura, con  cuestionamientos, con objetivos claros y compromisos precisos ante los problemas que vive nuestra comunidad y no se refugien los candidatos en sacar los ‘trapitos al sol’ cuando se sienten acorralados por el ojo de las críticas.

 Magdalena es territorio de paz,  convivencia y respeto,  no es una gallera donde gana el que más espuelas tenga-

No seamos objeto de burlas y sanciones morales en la escena nacional,  señalándonos como la provincia donde las viejas prácticas políticas pululan;  utilicemos las nuevas tecnologías con el fin de orientar, tener objeciones de categoría, elogiar sin  lambonerías,  respetar la opinión de cada quien,  ya que esto de continuar así terminará en una polarización sin retroceso.