Endurecer penas

Editorial
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El problema de la inseguridad en las calles, barrios y en la periferia de las ciudades colombianas, ha aumentado debido a la cantidad de venezolanos que ahora están, unos en busca de trabajo, y, otros en un rebusque que ha llegado a convertirse en delincuencia.

Santa Marta no escapa a esta problemática y los samarios han sido testigos  de toda clase de pleitos que los mismos venezolanos tienen entre sí; disputan territorios, espacios, y lugares  que han convertido en sitios de trabajo y vivienda, como sucedió hace unos días en plena Avenida Campo Serrano, la más importante de la capital del departamento del Magdalena, cuando en medio de una violencia inusitada, pretendieron marcar el lugar, a sabiendas que ese es espacio público y que deben desalojarlo para uso de los transeúntes y caminantes.

Mientras la Alcaldía Distrital decide ‘meter en cintura’ este problema, que muchas veces ha anunciado se acabará, el Gobierno colombiano advirtió  con endurecer la mano y castigar con todo el rigor en materia migratoria a los venezolanos que lleguen a Colombia a delinquir, tras la expulsión del país de tres ciudadanos de ese país señalados de integrar una banda de atracadores en Bogotá y en Santa Marta, banda que fue escoltada hasta la frontera para su expulsión.

El Gobierno ha sido generoso al tenderle la mano al pueblo venezolano, pero también, pueden estar seguros, que no dudará en endurecer esa mano y castigar con todo el rigor, en materia migratoria, a quienes vengan a delinquir, y afectar la tranquilidad. Ya era hora,  aquellos que alteren  la tranquilidad pública, deben ser castigados con ejemplaridad.

Los venezolanos deportados, hacían parte de la banda los “Spiderman”, que delinquía en los autobuses de Transmilenio, el sistema de transporte masivo de Bogotá y en las calles de la ciudad. La decisión de expulsar a los ciudadanos venezolanos se tomó de manera discrecional por parte de la Regional de Migración Colombia.

El Gobierno es consciente de que son más los venezolanos que llegan a Colombia con ganas de trabajar y de aportar al desarrollo del país; por eso estos delincuentes, que justifican sus acciones en excusas sin fundamento, como el tener que robar por necesidad, pueden estar seguros que no serán bienvenidos en Colombia, ni en ningún otro país de la región.

Los venezolanos fueron expulsados por el departamento de La Guajira y el tercero por Arauca, ambos fronterizos con Venezuela, y se les prohibió el ingreso al país por un lapso de 10 años, tiempo tras el cual deberán tramitar una visa para poder entrar a Colombia.

De acuerdo con las  cifras de Migración, en Colombia hay más de 1,4 millones de venezolanos que huyen de la crisis social, económica y política en su país y que buscan refugios en los países; los venezolanos aprovechan que ambos países comparten una frontera terrestre de 2.219 kilómetros, para refugiarse en nuestro país en busca de paz, salud y  educación.



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