Piensa Verde: Las especies de árboles de Santa Marta

Otros nombres que recibe popularmente el árbol samario Macurutú son; Murrucuto, Mucuruto, Mucurutú y Sietecueros.

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A través del #RetoPiensaVerdeEI esta Casa Editorial invita a los samarios a sembrar especies de árboles nativos.

Gracias a la iniciativa ambiental de EL INFORMADOR que promueve la siembra de árboles nativos en Santa Marta, la ciudad cuenta con nuevas plantas, debido a que varios líderes del Distrito se han unido al #RetoPiensaVerdeEI. Esta casa editorial hace un recuento a continuación algunos de los árboles que se pueden encontrar en la región:

Macurutú

De belleza excepcional, refugio de diversas especies y nativo de esta tierra, ese es el Macurutú, el árbol samario. El uso de su madera como combustible hizo mermar considerablemente la existencia de esta especie.  

Su nombre científico es Lonchocarpus Santae Martae Pittier y se conoce popularmente como Sietecueros. Florece en los colores de la bandera de Colombia, pero está en serio peligro de extinción. Pese a ser una especie propia de la región, sólo seis ejemplares adultos están en pie en la zona urbana de la capital del Magdalena, ubicados así:

* Subiendo hacia el tanque del acueducto de Mamatoco.
* En la Quinta de San Pedro Alejandrino.
* En la entrada del Sena.
* En la escuela Hermenegildo Barranco
* En el Batallón Córdoba.
* En el vivero Nascua, cerca del Irotama.

Conoce más sobre esta especie: Macurutú, el árbol samario

A pesar de ser nativo de Santa Marta, la especie se encuentra en peligro de extinción; por lo que EL INFORMADOR dentro de su componente de responsabilidad ambiental ha invitado a sembrar macurutúes con el fin de preservarlo y contribuir con el medio ambiente.

Almendro

Conocido científicamente como Terminalia catappa, el almendro es común en la ciudad; es recomendado por su sombra y rápido crecimiento, además de los beneficios que ofrece para la salud.

Las hojas de almendro y corteza se utilizan para tratar muchas enfermedades como parásitos intestinales, hepatitis y otras enfermedades del hígado.

Su fruto, la almendra que se encuentra en el interior de la semilla, tiene uso medicinal sobre todo para la piel, es comestible y tiene un sabor muy parecido a las almendras que todos conocemos; puede ingerirse cruda o tostada. El único inconveniente, es que el recubrimiento es bastante duro, por lo que extraer las almendras es una tarea un poco ardua.

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Mango

Su nombre científico es Mangifera indica. Para su siembra requiere suelos fértiles y climas suaves. No se recomienda plantar esta especie en cerros. Puede crecer en el borde de una vía, de un río o sobre cualquier terreno natural.

Una de las principales características del fruto es su buen sabor. La pulpa puede ser o no fibrosa, siendo la variedad llamada ‘mango de hilacha’ la que mayor cantidad de fibra contiene. Es una fruta normalmente de color verde en su estado biche, y amarillo, naranja e incluso rojo granate cuando está madura, de sabor medianamente ácido cuando no ha madurado completamente.
El mango de azúcar es una de las tantas especies de este árbol frutal tan común en la ciudad.

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Los mangos son considerados como una fruta rica en nutrientes, su contenido nutricional cambia según la variedad de mango y su grado de madurez. Son una buena fuente de beta carotenos, aportan cantidades importantes de vitamina C y también son una buena fuente de potasio, de magnesio y de fibra.

Mamón

El nombre científico del mamón o mamoncillo es Melicoccus bijugatus. Es una especie nativa y ofrece un índice de sombra alto. Sus raíces son tubulares, prominentes y angostas.
Es común transitar por las calles de la ciudad y encontrar a vendedores ambulantes ofreciendo racimos de mamón a precios cómodos.

Los frutos vienen cubiertos de una cáscara verde y el interior está compuesto por una pulpa carnosa color salmón, la cual puede ser dulce o ácida, dependiendo del tiempo de maduración que tenga. En época de cosecha es común encontrarlos en las calles de Santa Marta, desde $1.000 pesos en adelante (dependiendo de la cantidad que desee el comprador).

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Bignonia amarilla

El atractivo principal de este arbusto radica en sus flores amarillas en forma de campana o embudo, agrupadas en racimos. Se cultiva por su madera de dureza media y se usa, además, como ornamento en los parques, calles y jardines, por su bella floración que emana un suave perfume a vainilla.

Su nombre científico es Tecoma stans. También se le conoce como trompeta de oro, Bignonia amarilla o flor amarillo. Puede alcanzar hasta 8 metros de altura y ofrece suficiente sombra.
Esta planta se puede regar una dos veces por semana en verano.

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Ceiba bonga

La Ceiba es un género botánico de plantas con flores con unas 20 especies aceptadas. Una de las más comunes en Santa Marta es la Ceiba bonga, árbol que puede llegar a alcanzar los 60 o 70 metros de altura.

El nombre científico de la Ceiba bonga es ‘Ceiba pentandra’; un árbol nativo de la región, de floración llamativa, vistosa y con alto índice de sombra. Sus raíces son profundas, tabulares, angostas, de 15 a 30 centímetros de grueso.

La Ceiba bonga se desarrolla en gran variedad de condiciones, desde suelos arenosos con drenaje muy rápido hasta suelos arcillosos e inundables. 

Para los antiguos Mayas, la ceiba representaba la comunicación de los humanos con el cielo y el inframundo; en la actualidad, sus descendientes la respetan como sinónimo de sabiduría y resistencia.

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Guadua

Su nombre científico es Guadua angustifolia, popularmente denominada guadua o tacuara; es una especie botánica de la subfamilia de las gramíneas Bambusoideae, que tiene su hábitat en la selva tropical húmeda a las orillas de los ríos.

La guadua es una planta de la familia del bambú, que aporta grandes beneficios a la tierra y a las personas, con ella se puede construir casi todos los elementos de una casa. Esta planta toma de 4 a 6 años para madurar y comienza su proceso de descomposición aproximadamente a los 10 años.
Hermosos ejemplares de Guadua, que nace y crece libremente al lado de los ríos.

Árboles nativos

Roble: Su nombre científico es Tabebuia rosea. Su tipo de raíz es profunda y puede crecer a borde de río o en terreno natural, también en zonas verdes. No es recomendable su siembra en cerros y posee un índice de sombra medio.

El roble es una especie con potencial para sembrar en zonas degradadas de selva. En general, puede crecer en toda clase de sitios, ya que no tiene restricciones en tamaño ni de sombra para su normal desarrollo. Sus frutos no son comestibles.

Matarratón: Su nombre científico es Gliricidia sepium. Tiene una floración llamativa y vistosa. Es una especie de fácil adaptación y de rápido crecimiento, aún en zonas secas y de poca humedad.

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Su tipo de raíz es fuerte y profunda, con laterales en ángulos agudos respecto de la raíz principal. En las plantas provenientes de estacas, las raíces son superficiales. Puede crecer a borde de río o sobre cualquier terreno natural. No se recomienda su siembra en cerros.

Trupillo: Prosopis juliflora es su nombre científico. Tiene un sistema radical freatófito (que se abastece del agua subterránea), muy eficiente, de rápido desarrollo, capaz de aprovechar las aguas del subsuelo. En suelos áridos desarrolla la raíz a gran profundidad (20 metros). Su índice de sombra es medio.

Se puede sembrar en zonas verdes o en cualquier terreno natural, también en cerros. No se recomienda su siembra a borde de vía ni cerca a los andenes. Es una especie de fácil adaptación. Buena capacidad para competir con malezas como individuo adulto. El sistema radical es de crecimiento rápido (10 veces más rápido que el tallo). Sus frutos no son comestibles.

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Olivo: Su nombre científico es Capparis odoratissima. Tiene un índice de sombra alto y sus raíces son profundas. Puede ser peligroso al borde de las ciclovías. Crece en suelo seco-húmedo. Sus frutos no son comestibles y se encuentran en cápsula leguminosa que se abre antes de caer, no es pesada ni dura. Se puede sembrar en la ribera del río, en cerros o en cualquier terreno natural.

EL INFORMADOR, en su compromiso con la naturaleza promueve la siembra de árboles nativos e invita a sus lectores a compartir sus vídeos sembrando plantas, utilizando la etiqueta #RetoPiensaVerdeEI en redes sociales.



Escrito por:
Autor: Daniela Peñarredonda