Jesús Orozco Pabón, el sacerdote que utiliza la Comunicación Social y Periodismo para anunciar la buena noticia del Señor.
Muchos son los sacerdotes que impactan la vida de los feligreses en Santa Marta. Su vocación, el llamado de Jesús, el servicio hacia la comunidad y la fuerza en su espiritualidad, han permitido que los fieles creyentes sigan los designios de Dios en la tierra.
Un ejemplo claro es Jesús Orozco Pabón, un párroco que llegó a la Catedral Basílica de Santa Marta en el año 2005, con el propósito de fortalecer la Fe de los samarios a través de la Palabra y obra de Jesús. Pero, su influencia no solo ha sido espiritual, el Padre ‘Chucho’, como cariñosamente se le conoce en la Ciudad de Bastidas, también es comunicador social y periodista, docente y líder comunitario.
Como un preámbulo a la Semana Santa, el Periódico EL INFORMADOR dialogó con el sacerdote Jesús Orozco, quien nos reveló su historia desde que llegó a la Perla de América.
Periódico EL INFORMADOR: Padre Jesús Orozco, ¿cómo fue su llegada a Santa Marta?
Jesús Orozco Pabón: Llegué a Santa Marta en el año 2005 a la Catedral Basílica, con el fin de asumir una labor muy interesante enviada por monseñor Hugo Puccini Banfi, después de haber estudiado Comunicación Social y Periodismo en Bogotá.
Periódico EL INFORMADOR: ¿Qué lo motivó para dedicarse a la vida sacerdotal?
Jesús Orozco Pabón: Sin muchas palabras, tengo que decirte que lo que a mí me animó a ser sacerdote fue el deseo de responder al llamado del Señor.
Periódico EL INFORMADOR: Padre, usted también se ha caracterizado en el mundo de las comunicaciones, ¿cómo fue el proceso de articulación entre la vida sacerdotal y el periodismo?
Jesús Orozco Pabón: Bueno, yo primero fui sacerdote. En el año 1997, me ordenó monseñor Hugo en la Catedral de Santa Marta; pero en esta vida que reclama soluciones a partir de la pluralidad hay que buscar audacia para combinar disciplinas como son las comunicaciones y la Pastoral que podrían estar muy cerca y encontrar soluciones a las dificultades de la humanidad.
Periódico EL INFORMADOR: Pero Padre, ¿qué lo llevó a incursionar en el mundo del periodismo?
JOP: Aquí es donde debo mencionarte la articulación de las dos carreras. A mí me motivó a estudiar periodismo la necesidad de encontrar herramientas para anunciar la buena noticia del Señor.
Periódico EL INFORMADOR: Padre ‘Chucho’, además de todo lo que ha mencionado, no puede olvidar que también es docente, ¿cómo ha logrado impactar la vida de los jóvenes desde la Pastoral en coordinación con la Comunicación Social?
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JOP: Bueno, la Pastoral, la Comunicación y la Docencia están orientadas a la formación del ser humano; entonces, teniendo claro que estamos llamados a ser buenos seres humanos es ahí donde uno debe aprender a combinar las disciplinas y sobre todo, pedirle a Dios audacia para poder responder a esas necesidades y poder ser feliz. Primero, como sacerdote, como comunicador y también como docente.
Periódico EL INFORMADOR: Padre, cuando llegó a la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria, ¿Cuál fue el reto que decidió asumir? ¿Cómo fue el proceso de adaptación entre usted y la comunidad?
JOP: Recibo la parroquia como un trabajo interesante, una labor bonita que han venido desempeñando otros sacerdotes y lo que he hecho es continuar lo que otros hermanos en la vida sacerdotal han realizado. No he quitado absolutamente nada, por el contrario, he fortalecido su trabajo y con base en ello he generado algunas transformaciones con la fuerza y la gracia del Señor. Es Él quien permite el fortalecimiento de la labor de la Iglesia. En cuanto, la comunicación con la comunidad ha sido productiva, pero todo ha sido por la gracia y honra de Jesús.
Periódico EL INFORMADOR: Padre, a lo largo de su trabajo en Santa Marta ha generado proyectos que han influenciado la vida de las personas, en especial, los habitantes del barrio María Eugenia; sin embargo, el más sonado fue la remodelación del parque al pie de la parroquia, ¿cómo se ejecutó ese trabajo?
JOP: Encontramos un parque que habían hecho personas de la comunidad con el apoyo de la parroquia y los sacerdotes, pero más allá de eso, pudimos palmar la necesidad de generar cultura del encuentro, tal como lo dice el Papa Francisco. Es que un sitio como un parque, un salón de eventos, la calle, cafetería, la mesa de una panadería, cancha de fútbol son fundamentalmente para crear ese espacio que permita a los seres humanos ser mejores. Entonces, no puede haber un barrio sin un parque, donde la gente se encuentre, se tome un café o simplemente se salude. Son lugares donde la gente puede mirarse a los ojos y generar espacios y experiencias de esperanza.
Periódico EL INFORMADOR: Hablando de la cultura del encuentro, ¿qué es para usted ese término que ha impulsado el Santo Papa en la sociedad?
JOP: Para mí, la cultura del encuentro es el cultivo de todas aquellas experiencias y procesos que nos ayudan a encontrarnos con el otro, que es el ‘Alter ego’ o el otro yo, que me permite aportar del cual también puede recibir aportes para ser mejor.
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Periódico EL INFORMADOR: ¿Cómo ha sido el proceso de concientización para que la comunidad cuide este espacio?
JOP: Lo más bonito del parque La Candelaria es que la gente lo cuida, las personas se levantan temprano y mientras se toman un café en este lugar hablan de la vida cotidiana, conversan sobre las cosas buenas y lo que se podría mejorar de la existencia. Nosotros arrancamos y la gente se fue acercando para aportar. Creo que el hecho de que todo el barrio de María Eugenia se haya involucrado en este proyecto, ha permitido que ellos mismos se concienticen en que deben protegerlo, cuidarlo y como no, seguir trabajando para mejorar todo lo que a este espacio concierne.
Periódico EL INFORMADOR: ¿Qué beneficios ha traído al sector la remodelación del Parque La Candelaria?
JOP: Además de todo lo que he mencionado, ese parque también trae un ‘plus’ bajo la manga y es la reactivación de la economía. Existen alrededor de 15 negocios, es decir, son 15 familias que dependen de este espacio. Son negocios de habitantes del barrio que venden empanadas, pizzas, chicha, boli, venta de minutos, comida. Y fíjate que, anteriormente los que se dedicaban a la venta trabajaban hasta la 1:00 o 1:30 de la mañana para conseguir la meta, pero hoy en día no, eso ya cambió. Pues como el parque está bonito, las personas vienen más y ahora, a las 10:30 ya todos están desocupados.
Periódico EL INFORMADOR: Padre, la construcción del parque lo ha impulsado a ser un líder comunitario, ¿le interesa la política en el futuro?
JOP: No, no y no –jajajaja-. Mira, un político puede hacer puentes, vías pero nunca podrá a través de los sacramentos llevar almas al cielo. Entonces, el sacerdote con una buena confesión, una unción de los enfermos, con la Primera Comunión me ha ayudado a descubrir que ese es mi llamado. Que otros hayan descubierto el llamado político es respetable, pero en mi caso no. ¡Muero!
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Periódico EL INFORMADOR: ¿Qué proyectos se vienen en este 2023 para la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria?
JOP: Hemos hecho algunas cosas materiales, pero lo más importante es seguir fortaleciendo la parte espiritual. Es decir, de nada vale que le cambiemos el cielo raso o que sigamos trabajando por el parque, si no hay buenos seres humanos que disfruten de esas experiencias.
Periódico EL INFORMADOR: Padre, ¿cómo se está preparando para Semana Santa 2023?
JOP: La celebración del misterio pascual de Nuestro Señor Jesucristo. Ya tenemos el programa para la Semana Santa y lo que buscamos es que la gente participe en ella y apoye todo lo que se ejecutará para esta fecha.
Periódico EL INFORMADOR: Por último, Padre ¿Cómo se identifica el padre Jesús Orozco en tres palabras?
JOP: ¡Sacerdote, sacerdote y sacerdote! Nada más que decir.