“La clave del éxito está en saber controlar el tiempo”: Carlos Quintero Lozano

La Corporación Bolivariana del Norte se ha ganado el reconocimiento de la ciudad y la región.

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Un ejemplo de superación, emprendimiento y perseverancia, eso es el fundador de la CBN, un luchador incansable y con convicciones claras, quien día a día cumple su propósito de servirle a la ciudadanía a través de la formación de profesionales de calidad, desde su propia institución.

Por: Daniela A. García Gómez
Redacción EL INFORMADOR
Foto: Orlando Marchena

Aunque nació en Bucaramanga, Santander, Carlos Quintero Lozano supo desde joven que quería vivir en Santa Marta. Ese amor por la capital del Magdalena, tal vez pudo ser genético. Y es que el fundador y rector de la Corporación Bolivariana del Norte, CBN, la institución de educación para el trabajo y desarrollo humano más importante de la ciudad y una de las más reconocidas de la región Caribe, nació del vientre de una samaria el 8 de julio de 1958.

Los amores de su madre con un santandereano, hicieron que él y sus seis hermanos nacieran en Bucaramanga, pero aun así el destino lo trajo a cumplir sus sueños en la llamada ‘Perla de América’.

Aunque de raíces humildes, hijo de una vendedora de fritos y un chofer de autobús intermunicipal, a Quintero Lozano siempre lo movió su espíritu emprendedor.
Tras vender incontables tamales para poder ayudar con los gastos de la casa y estudiar con mucho sacrificio, Quintero Lozano logró profesionalizarse, obteniendo el título de economista, y poco después, gracias a su propio esfuerzo, pudo especializarse en Administración Pública y Gerencia Educativa, así como convertirse en magister en Educación.
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Luego de ocupar diversos cargos académicos y directivos, no lo dudó ni un segundo para abandonarlo todo y trabajar en su propio proyecto: fundar una institución educativa de calidad y accesible para la población de menos recursos.

“Llegué hace 25 años a Santa Marta con el propósito de fundar una institución de educación de estudios técnicos que algún día fuera grande y exitosa”, recuerda
Quintero Lozano está casado con Martha Ballesteros Frade, a quien describe como su “brazo derecho” y con quien tuvo cuatro hijos: Carlos David, Fabio César, Diego Fernando y Sebastián Quintero Ballesteros.

EL INFORMADOR (EI): ¿Por qué eligió a Santa Marta como la ciudad para fundar la CBN?

Carlos Quintero Lozano (CQL): “Mi mamá era samaria, pero mi abuelo se la llevó para Bucaramanga, allá creció y se casó con un santandereano. Fuimos siete hermanos. Desde muy niño me ha gustado la playa, así que mientras viví en Bucaramanga mi sueño siempre fue vivir algún día a la orilla del mar. Hace 25 años, cuando tuve la oportunidad, no lo pensé dos veces. En ese momento yo hacía consultorías y trabajaba como docente en universidades, pero decidí venir a fundar una institución de educación”.

EI: ¿Cómo fueron los inicios de la CBN?

CQL: “Empezamos con dos grupos muy pequeños. Había 17 alumnos en el programa de Administración Financiera y de Negocios y 8 en el programa de Mercadotecnia y Publicidad”.

EI: ¿Dónde estaba la primera sede?

CQL: “Aquí mismo –en la avenida del Libertador con carrera 13-, pero entonces era una casa de familia. Empezamos en unas habitaciones, solo éramos dos personas: mi esposa, que hacia la parte administrativa y logística; y yo, que hacia la parte de dirección y logística también. Yo dictaba 70 por ciento de las clases, porque ya traía la formación. A la gente desde el principio le gustó mi forma de trabajo, mi manera de enseñar, mi metodología”.

EI: La CBN tiene hoy 25 años… ¿En qué momento empezó a concebir ese sueño?

CQL: “Desde que estaba en la universidad quise tener y dirigir una institución, porque yo fui de esos estudiantes juiciosos, como nerd, y siempre estuve muy cercano a los profesores y directivos de las universidades. Me gradué e inmediatamente me llamaron a trabajar en la universidad, porque el tema me corría por la sangre, y en algún momento empecé a pensar en cómo se podía prestar un servicio distinto y ayudar a la gente, porque yo vengo de una familia humilde”.

EI: ¿Tuvo dificultades para estudiar?

CQL: “Mi niñez no fue fácil. Yo nunca fui a nada pago, hice mi primaria en una escuela pública y mi bachillerato en colegio público también. Ya después que logré pagar mis posgrados y formación superior fue mi orgullo, porque fue consecuencia de mi trabajo, pude testimoniar que sí era posible. Yo soy un testimonio de emprendimiento. Yo tuve la posibilidad de quedarme en mi zona de confort, porque llegué a ser directivo de universidades y varias instituciones, pero mi sueño siempre fue dirigir mi propia institución”.

EI: ¿Cómo fueron esos primeros pasos?

CQL: “Fue muy difícil. Cuando yo llegué, Santa Marta era una ciudad muy pequeña y nadie me conocía. Empecé dictando cursos en colegios, fue así como conocí al profesor Rafael Guerra, fundador y rector del Liceo Caribe, que era famoso y prestigioso. Él me dijo: ‘usted va a triunfar en Santa Marta porque sabe bastante’, desde entonces me ‘bautizó’ y me relacionó con otros rectores de colegios públicos y privados. Esa fue mi carta de presentación. Cuando me vine a Santa Marta sabía que no tenía dinero, pero sí formación y que ése era mi capital”.

EI: ¿Su esposa lo apoyó en esa aventura?

CQL: “Mi esposa es una mujer a la que admiro y amo mucho, quien siempre apostó y creyó en este proyecto, de hecho, fue la única persona que me creyó que era posible montar una universidad y algún día ser grandes. Ella trabajaba entonces en una multinacional en Bogotá y tenía un buen cargo, yo logré convencerla de que apostáramos a este sueño y ella se convenció de que era posible. Ella ha sido mi brazo derecho en este proyecto, ocupa un rol administrativo y financiero”.

EI: ¿Cuántas personas conforman la comunidad CBN?

CQL: “En este momento trabajamos 158 personas, 40 de planta, 110 profesores y 8 contratistas; eso hace que seamos una organización de un tamaño importante en la ciudad. Tenemos actualmente 1.800 estudiantes aproximadamente en programas presenciales y de fines de semana, sin contar los programas complementarios como Saber o Pruebas Icfes”.

EI: ¿Y cuántos egresados?

CQL: “Tenemos algo más de 7.600 egresados. Eso lo hemos logrado gracias a la confianza de la ciudad y de la región en la educación de nosotros brindamos”.

EI: ¿Cuál cree que ha sido la clave para el éxito de la CBN?

CQL: “La calidad. Ese ha sido el eje. Tuve la oportunidad de formarme en varias misiones y comisiones en materia de calidad, por eso manejo todas las teorías de calidad: desde la de Kaizen, hasta la X, Y y Z, así como los círculos de calidad, los círculos de participación, etcétera. Toda mi vida me he formado en términos de calidad, soy diplomado en la primera cohorte de Gestión en la Calidad de la Educación del Icontec - Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación-, he hecho cursos internacionales en materia de calidad en la educación y ese ha sido el eje central de toda mi actividad”.

EI: ¿Cómo ha sido posible garantizar la calidad educativa en una institución que se caracteriza por ser económica?

CQL: “No es fácil prestar una educación de calidad en una institución tan económica como la CBN, pero nosotros lo hemos logrado con eficiencia. Siempre que se habla de calidad implica altos costos, pero aquí estudiar es demasiado económico, los semestres oscilan entre 1 y 1.5 salarios mínimos, sumas supremamente accesibles para la población a la cual va dirigido nuestro proyecto”.

EI: ¿Cuántos programas ofrece la CBN?

CQL: “Tenemos en oferta 17 programas certificados, divididos en cinco escuelas: Salud, Logística, Turismo, TIC y Gastronomía”.

EI: ¿Cómo ha sido el proceso para identificar los programas acordes a las necesidades de la ciudad?

CQL: “Los programas han venido naciendo por solicitud del sector productivo. Además, soy economista, interpreto datos, leo mucho y hago investigaciones, eso me ha permitido mantenerme actualizado. Cuando Santa Marta empezó a crecer en tema logístico, hace algo más de 10 años, diseñé los programas de Logística que hoy son muy exitosos.

Hace 15 años, cuando en Santa Marta empezaron a abrirse más centros médicos y clínicas, y tenían que traerse a personas de afuera para que facturaran y liquidaran, diseñé programas de Administración en Salud y Auxiliar en Enfermería, que han sido enormemente exitosos porque son de calidad y alta pertinencia. Desde siempre hemos tenido un programa de Hotelería, y ese sector nos ha tenido mucha confianza; los grupos hoteleros nos pidieron que empezáramos a especializar a los estudiantes en el tema de cocina, y ya tenemos seis años con la Escuela de Gastronomía, empezamos con 10 estudiantes y ya tenemos como 180”.

EI: ¿Aun tiene sueños por cumplir?

CQL: “Tengo todavía muchos retos, tanto personalmente como institucionalmente. En lo personal, confieso, hace más de 20 años inicié una colección de figuras de rinocerontes, creo ser uno de los mayores coleccionistas del mundo en figuras de rinoceronte, debo tener unas mil 400 de todo tipo de materiales, formatos y tamaños. Una de las metas que tengo es terminar mi página web, www.rinoceronte.co, un dominio que adquirí para presentarla en sociedad, una vez que la presente en sociedad voy a postularme al Record Guinness del mayor coleccionista de figuras de rinocerontes en el mundo. Ese es mi sueño, puede que lo alcance, puede que no, pero lo estoy trabajando. Otro sueño en lo personal es poder avanzar en un testimonio que estoy escribiendo sobre mi vida, dejando escrito que es posible llegar a servir sin ambiciones, que se puede hacer una carrera bonita sin maltratar a nadie”.

EI: ¿Por qué rinocerontes?

CQL: “Conocí una teoría de desarrollo humano en la que el autor compara al hombre exitoso con un rinoceronte; un animal con mucha fuerza, intuición, capacidad de lucha, percepción, que no mira para atrás, que tiene una piel gruesa, un animal con una cantidad de características y valores especiales que difícilmente tiene otro animal. En una oportunidad, tras un curso que fui a dictar en Cartagena, vi una pieza de rinoceronte que me llamó la atención y la compré, luego compré otra y otra, y luego la gente empezó a regalarme, hasta que se fue creciendo la colección”.

EI: ¿Y el sueño institucional?

CQL: “Estoy trabajando fuertemente en la Escuela de Emprendimiento de la CBN. Ese es un reto. Esta semana me reuní con algunos dirigentes nacionales porque aspiro consolidar una metodología para formar emprendedores desde nuestra educación, aunque los hemos formado, mi reto es llegar a ser una Escuela de Emprendedores, que podamos testimoniar que la gente que aquí se forma tiene posibilidades de autoempleo y autogeneración de ingresos”.

Ei: ¿Cómo hace para que le rinda el tiempo?

CQL: “Cuando yo tenía unos 20 años llegó a mis manos un documento de administración del tiempo, ahí encontré una matriz de cómo se podía planificar el tiempo, la adopté y la adapté para mi vida. Desde entonces, desde muy joven, evalúo y distribuyo mi tiempo por semanas. Sé cuántas horas le puedo dedicar a mi trabajo, a mi formación, a mi diversión, a mi arte y a mi familia. Solo duermo cinco horas y estoy activo desde antes de las 5:00 de la mañana.

El tiempo me alcanza porque estoy activo muchas horas al día. También desarrollé el hábito de la lectura rápida, mientras la mayoría de las personas lee por sílabas o por palabras, yo leo por renglones. Viajo mínimo dos veces al año por el país y una vez al exterior. Conozco más de 600 municipios de Colombia y 20 países. La gente dice que yo no descanso, pero no es así, a mis 60 años no tengo ningún tipo de enfermedad. El tiempo es el recurso que lo hace a uno triunfar o fracasar; la clave del éxito está en saber controlar el tiempo”.

EI: ¿Cuántas horas pasa en su oficina?

CQL: “Solo paso tres horas en la oficina, de resto estoy recorriendo las sedes o investigando. En tres horas hago todo mi trabajo de oficina, que es bastante. Nunca he tenido secretaria, no sé lo que es tener una secretaria, yo mismo hago mis cartas, mis impresos, manejo mis archivos, hago mis llamadas, hago mis citas y manejo mi propia agenda. Soy muy disciplinando y exigente”.

EI: ¿Incluso como padre y esposo?

CQL: “Sí, soy un hombre demasiado vertical. Tengo cuatro hijos, todos varones, realizados en sus profesiones, con sus posgrados y demás. A mi lado está Sebastián, el menor, porque la vida me dio la fortuna de tener un hijo autista, la gente lo conoce. Con él también me propuse a hacerlo especialista en algo, hoy día es un pianista enorme; él toca piano con mucha propiedad, está tocando con notas, ya lee el pentagrama. También maneja diseño gráfico, turismo, varios paquetes de diseño con altísimo compromiso. También nos quedó tiempo para ayudar a nuestro hijo y para rescatarlo de ese autismo profundo”.

EI: ¿Cómo logró rescatar a su hijo del autismo profundo?

CQL: “Yo siempre he creído que sí es posible. Cuando un neuropediatra de Barranquilla nos dijo que Sebastián nunca iba a mirar, a hablar, a nada, que nuestro hijo de 18 meses no era viable, yo tomé aire, respiré, y junto a mi esposa decidí que sí iba a ser viable. Ella hizo el trabajo terapéutico y yo el pedagógico. Él no fijaba la mirada, entonces empezamos a investigar nosotros mismos.

A las manos de mis esposa llegó un libro que contaba el testimonio de una mamá francesa que había durado años con su hijo en un cuarto hasta que su hijo vio la luz, entonces empezamos aplicar ese testimonio. Llegábamos a la casa y durábamos horas y horas poniéndole una linterna en los ojos, la gente que nos veía o se reía o se desconsolaba; hasta que un día, como un año después, el logró mirar la lámpara unos segundos, después, un día, la miró y la empezó a seguir. Eso fue un gran logro. Así le hemos venido dando una serie de características a Sebastián, que es un hombre disciplinado, constante y exigente”.

EI: ¿Cómo es Carlos Quintero Lozano?

CQL: “La gente piensa que soy una persona de mal carácter, pero eso no es así, para quienes me tratan cercanamente soy una persona agradable. Nunca quise subir de capa social, ni de estatus, ese tema para mí ha sido absolutamente secundario. Yo sigo siendo el hijo del chofer de un bus de Coopetrán y la señora que hacia fritos, sigo siendo una persona sencilla y mi vida es transparente”.

La CBN hoy

La Corporación Bolivariana del Norte, CBN, cuenta hoy con tres sedes y ofrece los siguientes programas: Servicios Hoteleros y Agencias Turísticas; Desarrollo de Software y Aplicaciones Móviles; Multimedia y Comunicación Gráfica; Técnico en Redes y Telecomunicaciones; Atención Integral a la Primera Infancia; Auxiliar Administrativo en Salud; Auxiliar en Enfermería; Auxiliar en Salud Oral; Auxiliar en Servicios Farmacéuticos; Cocina Nacional e Internacional; Repostería y Pastelería / Panadería; Aduanas y Procesos Logísticos; Logística Portuaria y Marítima; Seguridad Ocupacional; Asistente Administrativo; Auxiliar en Banca, Seguros y Servicios Financieros y Contabilidad Sistematizada y Finanzas.

“Desde joven empecé a pensar en cómo se podía prestar un servicio distinto y ayudar a la gente, porque yo vengo de una familia humilde”, Carlos Quintero Lozano, rector fundador de la CBN.

“Cuando me vine a Santa Marta sabía que no tenía dinero, pero sí formación y que ése era mi capital”, Carlos Quintero Lozano, rector fundador de la CBN.