La lucha de padres de familia de esa comunidad del nororiente de la capital del departamento del Magdalena, se ha visto reflejada a lo largo de los años en la educación y las buenas costumbres, y que con el paso del tiempo han dejado sus frutos. Hoy nos permitimos escoger, dentro de muchas, a unas personas que se han convertido en ejemplos a seguir en ese sector de Santa Marta.
Hablar del barrio Bastidas, ese mismo que está ubicado en el nororiente de Santa Marta, que nació hace 64 años con el nombre en honor al fundador de la ciudad, ha sobresalido por ‘parir’ a una gran cantidad de personalidades que se vienen destacando en diferentes campos, bien sea el deportivo, político, empresarial, cultural, social y comunal, y que hoy le dan el digno reconocimiento que se merece.
Lo cierto es que, todos cada uno de sus habitantes se refieren a su ‘terruño’ como el tesoro preciado por el que no escatiman esfuerzos para que sea motivo de comentarios positivos.
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El barrio Bastidas ha visto nacer y crecer a personajes del talante del reconocido y destacado empresario, José Luis Cataño Echeverri; del abogado Fernando Rafael Fiorillo Zapata; del líder político Yohan Alfonso Pinedo Panetta, actual diputado del Magdalena; del entrenador de fútbol profesional Alberto ‘Tito’ Gamero; de los líderes comunales Edilberto ‘El Mono’ Rada y Juan José Vargas Glen ‘Cántala’, y el músico, Kevin Mauricio Ponzón Sánchez, entre otros, que sin lugar a dudas ha dejado y siguen dejando en alto la tierrita en la que San Judas Tadeo hace lo suyo para iluminarle el camino.
Ellos y muchos más encierran la pujanza, el estilo y sobre todo el deseo de superación, y de querer salir adelante, ‘arrastrando’ lo positivo de este, uno de los primeros barrios fundados en la capital del departamento de Magdalena.
‘Ñito’ Cataño: el empresario que apoya el deporte
Una de las personalidades que hoy por hoy cuenta con el cariño y afecto de los ‘bastidenses’ es empresario José Luis Cataño Echeverri, conocido entre sus familiares y amigos como ‘Ñito de Bastidas’, quien, a pesar de no estar radicado en el famoso barrio samario, su corazón y por y su espíritu de solidaridad siempre está para quien lo necesite.
‘Ñito’ Cataño, psicólogo de 51 años, nacido de la unión ejemplar entre José Cataño y Rosa Echeverri. Cuenta con una especialización en docencia universitaria y, otra en gerencia de la calidad y auditoría en servicios de salud; además, por varios años ha venido trabajando en la región Caribe velando por la Primera Infancia. Fue docente en las universidades Cooperativa de Colombia y Antonio Nariño, se desempeñó como enlace departamental y coordinador zonal del ICBF por 12 años, y coordinador de Acción Social e instructor en el Sena por 6 años. Creador de la ‘Fundación Bastidas’ con la que realiza campañas sociales y benéficas.
Se ha convertido en el más importante apoyo para el deporte tanto para Santa Marta como para el resto del departamento de Magdalena, y gran parte de la región Caribe.
Su desinteresada colaboración lo ha hecho merecedor de la admiración en esta parte del país, y es lo que lo motiva para seguir adelante, en especial incentivar a la niñez y a la juventud a que haga deportes, con lo que se evitará que caigan en ‘malos paso’.
“Apoyar el deporte me hace feliz y lo voy a seguir haciendo hasta cuando Dios me lo permita. Ojalá que muchas personas decidan apoyar este tipo de actividades porque son las que les hacen bien a la sociedad en la que van incluidos los niños que son el futuro de Colombia”, dijo Cataño.
Así mismo indicó que, ser hijo del barrio Bastidas lo enorgullece y no duda ni un instante en trabajar en beneficio de esa comunidad que se ha visto golpeada por la falta de apoyo por parte de las administraciones pasadas, lo que ha dado pie para que el sector esté padeciendo de falta de agua, de un sistema de alcantarillado, problemas de basuras, entre otras dificultades.
“Haber nacido en el barrio Bastidas, es lo mejor que me ha pasado. Allí tengo gran parte de mi familia, muchos amigos, y me satisface al 100 la forma y el cariño con el que me reciben cada vez que llegó”.
El ‘Ñito de Bastidas’, como lo llaman, se llenó de gloria por ‘punta y punta’ en los últimos días. El equipo de su alma, cuya directiva preside, ‘Amigos de Bastidas’ se coronó campeón del torneo ‘Super Veteranos’ en el barrio María Eugenia, y el doble campeonato y el retorno al fútbol profesional colombiano del Unión Magdalena.
Alberto ‘Tito’ Gamero: de Bastidas para el mundo
Sin desmeritar a los que han permitido hacer grande el fútbol al barrio Bastidas, como Alfredo González, ‘El Chino’ Scott, Carlos ‘Motorcito’ Hernández, ‘Pipe Fernández, Danobis Pacheco e Iván Ponzón, entre otros, hay que decir que actualmente la figura más representativa en este deporte es sin lugar a dudas, Alberto ‘Tito’ Gamero Murillo, quien ha logrado sacar campeón del fútbol colombiano a Millonarios, Deportes Tolima y Boyacá Chicó.
Gamero, como todas las personalidades que hoy reseñamos, a base de esfuerzo, dedicación e impulsado por el apoyo de su familia, a lo que se les sumaron sus dotes de calidad para jugar, lo llevaron a vestir varias camisetas del rentado nacional, entre ellas, la del Unión Magdalena, en donde destelló con lujos de detalles.
‘Tito’ Gamero, durante su carrera como jugador profesional se destacó por ser muy disciplinado dentro y fuera de las canchas, gracias a los valores inculcados desde el seno de su familia, y es precisamente lo que hoy por hoy les inculca a los semilleros de fútbol con los que ha hecho contacto, y en especial a las escuelas que apoya en Santa Marta y el resto del país.
“Uno nunca de se debe olvidar de sus raíces, de dónde viene y cuáles fueron los obstáculos que tuvo que sortear para llegar a ser un buen profesional. El barrio Bastidas es la patria chica que llevo en mi corazón”, dijo el connotado entrenador.
Alberto Gamero es y seguirá siendo uno de los tantos hijos ilustres que hacen grande al barrio Bastidas.
Yohan Pinedo: el líder que nació entre máquinas de coser
Yohan Alfonso Pinedo Panetta, es más que un político; es la viva representación de un sueño que nació en las calles del barrio Pescaíto, en Santa Marta, pero por cosas de la vida, aterrizó y floreció en el corazón del barrio Bastidas, en donde creció rodeado de amor y sacrificio. Criado por su madre y sus tías, mujeres luchadoras que con esfuerzo y dedicación lograron sacarlo adelante a ‘punta de pie en el pedal de la máquina de coser, por lo que entendió desde joven, el valor del trabajo y el sacrificio.
Pasó su niñez y adolescencia en Bastidas, donde formó amistades inquebrantables con las que todavía mantiene fuertes lazos, al igual que con su ejemplar familia. Allí aprendió a ver de cerca las carencias y dificultades de los barrios humildes, pero también a admirar la grandeza de su gente y su capacidad de resistir y soñar. Ese espíritu de superación lo llevó a convertirse en contador público, una profesión que fue la base para iniciar su camino en el sector transporte. A pulso y con disciplina, Yohan construyó una carrera exitosa, ganándose el respeto y, finalmente, creando su propia empresa.
A pesar de su éxito empresarial, nunca se olvidó de sus raíces. Las necesidades que él mismo vivió en su niñez marcaron su visión de vida y su compromiso con las familias de escasos recursos.
Desde el deporte y el emprendimiento, comenzó a tender puentes de oportunidad para los jóvenes que, como él, sueñan con salir adelante.
Y fue precisamente esa conexión con la gente, ese entendimiento de la realidad de los barrios más vulnerables, lo que lo llevó a dar el siguiente paso; recorrer todo el departamento del Magdalena para escuchar, entender y comprometerse con las comunidades.
Con más de 15 mil votos, Pinedo Panetta se convirtió en diputado, representando a los sectores humildes y marginados. Su historia, forjada entre máquinas de coser, las calles de Bastidas y el esfuerzo constante, es un testimonio de que los sueños, cuando se acompañan de trabajo y compromiso, pueden cambiar vidas, familias y comunidades enteras. Hoy, como diputado, su bandera sigue siendo la misma: trabajar para que ningún niño, joven o familia sienta que no hay oportunidades.
Kevin Ponzón: ritmo, pasión y raíces bastidense
Kevin Mauricio Ponzón Sánchez nació el 3 de mayo de 1990 en Santa Marta. Desde sus primeros años mostró una energía única y una conexión especial con la música y el deporte, influenciado por el entorno cultural y familiar que lo rodeaba.
Gracias al apoyo incondicional de sus padres, cursó sus primeros estudios en el Gimnasio Bastidas, bajo la guía del profesor Ciser y culminó su bachillerato en el Instituto Técnico Industrial, un espacio donde comenzó a dar sus primeros pasos musicales. Allí, mientras sus compañeros cantaban en los salones, él, siempre inquieto y lleno de ritmo, los acompañaba creando melodías improvisadas con los pupitres.
Aunque ha recorrido muchas ciudades y escenarios, Kevin nunca ha olvidado sus raíces. El barrio Bastidas, donde creció, siempre ha estado presente en su corazón. Es allí donde se forjaron sus primeros sueños, donde descubrió su amor por la música y donde aprendió el valor de la perseverancia y la humildad.
La música llegó a su vida desde muy joven, inspirada por sus tíos y vecinos que tocaban tamboras, sembrando en él una pasión que nunca lo abandonaría. Sin embargo, el deporte también tuvo un lugar especial en su corazón. Nieto de Iván Ponzón, defensa del legendario Unión Magdalena, campeón en 1968. Heredó el amor por el fútbol. Este legado lo llevó a formar parte de la escuela de fútbol del ‘Chino’ González Scott y a participar en procesos de equipos profesionales.
A pesar de su inclinación por el fútbol, la música siempre fue su verdadera pasión. Hace casi 13 años, encontró su ‘hogar musical’ en la agrupación ‘La Máquina’, liderada por talentoso Elder Dayán Díaz. Desde entonces, ha vivido experiencias inolvidables, viajando por distintos países y llevando el vallenato a miles de corazones.
Hoy, Ponzón es mucho más que un músico; es un ejemplo de perseverancia y amor por sus raíces. Bien por este hijo del barrio Bastidas.
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Edilberto ‘Mono’ Rada: más de 70 años al servicio del mejor barrio
Bastidas es un ‘retoño’ que apenas comenzó a florecer. Su trabajo como líder comunal por más de 70 años le ha permitido velar por la calidad de vida de cada uno de los habitantes del sector.
Con esto se describe sin lugar a dudas a uno de los líderes comunales más importantes de todos los años en Santa Marta, y es nada más y nada menos que, Edilberto ‘El Mono’ Rada, que a sus 90 ‘abriles’ este comunal se perfila como el más longevo de la región Caribe.
Han pasado 78 años desde que ‘El Mono’ llegó a capital magdalenense procedente del municipio de Aracataca, y desde entonces se esforzó por hacer de Bastidas un barrio histórico y turístico.
“Desde los 12 años estoy viviendo en el barrio Bastidas. Y bueno, haber crecido en este sector me permitió conocer sus fallas, las necesidades de la gente, las mejoras que necesitaban. A mí me escogieron como líder comunal por medio de una asamblea y luego de las palabras de este en las que me elogiaba me motivaron a trabajar por mi gente y hasta la fecha siento que no los he defraudado”, dijo Rada a su momento en una entrevista concedida a EL INFORMADOR.
El veterano líder, quien en meses anteriores fue condecorado por la Junta Comunal por sus años de servicio a la comunidad, tiene muchos años de estar luchando por el barrio y argumentó que no se cansará de seguirlo haciendo.
“Es muy difícil. La gente te busca, piden tu opinión, piden que gestiones y bueno, siempre quiero velar por mejorar la calidad para todos los que viven en Bastidas”, señaló Rada.
El ‘Mono’ Rada es el comunal más satisfecho por los logros obtenidos por pequeños que fueran, porque se convertían en satisfacción para él, ya que con estos aportaba su grano de arena, y en los de gran envergadura para el barrio que fueron materializados como ‘El Pozo Rada’, la guardería, los colegios, el puesto de salud, el mercado comunitario, la estación de Policía, la Iglesia, la Casa Pastoral.
Por todos estos temas, Edilberto ‘El Mono’ Rada, es considerado el ‘bastidense’ más ilustre que existe.
Juan José Vargas Glen: el líder que lucha por su amada Bastidas
Hace 50 años, el hospital San Juan de Dios fue testigo del nacimiento de un niño a quien sus padres luego de llevarlo a su amado barrio Bastidas, lo llamaron, Juan José Vargas Glen, hoy convertido en un gran comunicador-periodista, conocido como ‘Cántala’, faceta que logró en su desempeño como líder social, desde donde ha trabajado para ayudar a sacar adelante a su sector.
Este defensor de los Derechos Humanos señala que su compromiso inquebrantable es el de mejorar las condiciones de su comunidad, lo ha convertido en una figura representativa, capaz de generar tanto admiración como debate en su entorno. A pesar de los desafíos, ha logrado salir adelante gracias a su esfuerzo propio y al apoyo de su familia.
Recientemente graduado como periodista y locutor, Juan José también se ha especializado como presentador de medios digitales y televisión. Además, cuenta con un diplomado en manejo de comunicación dentro de las empresas, con énfasis en jefatura de prensa, lo que lo convierte en un profesional versátil y preparado para generar impacto en diversos espacios de comunicación y liderazgo.
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“Soy un enamorado de mi barrio y de mi ciudad. Sueño con transformar Bastidas en un corredor turístico que conecte con Taganga a través del primer sendero ecoturístico de Santa Marta. Este proyecto no solo fomentará la economía local, sino también resaltar las riquezas naturales y culturales de la región, promoviendo un desarrollo sostenible”, dijo el famoso ‘Juancho’.
Amante del fútbol, del mar, el viento y el sol de Santa Marta, encuentra en las caminatas por su barrio y los rincones de su ciudad una fuente de inspiración para seguir trabajando por sus ideales. Su vínculo con la tierra que lo vio crecer lo motiva a buscar siempre el bienestar colectivo.
Reiteró con su frase de ‘combate’ que, “siempre he dicho que nació en Bastidas y ahí permaneceré, comprometido con el progreso de su barrio y su gente.”
Fernando Fiorillo: el bastidense que vela por los barranquilleros
Hablar de Fernando Fiorillo en Barranquilla es referirse a ese gran volante de creación soledeño que vistió por varios años la 10 y que llevó al Atlético Junior a muchas tardes gloriosas en el ‘Viejo Romelio’. Pero hablar del abogado oriundo del barrio Bastidas, Fernando Rafael Fiorillo Zapata, su hijo, es irse más allá de los guayos que, aunque no dio pie para seguirle los pasos a su padre en el ámbito futbolero, hoy se destaca como el jefe de la Oficina de Gestión del Riesgo de la capital del Atlántico.
Pese a la distancia que acorta con frecuencia, el funcionario gesta acciones para beneficiar a su comunidad en Santa Marta, de la que salió en busca de una mejor estabilidad laboral que le permite materializar obras que se reflejan en los menos favorecidos de ese sector de la ‘Perla de América’
Fiorillo Zapata hoy se la ‘juega’ en otro terreno para servirle y buscarle solución a los problemas que padecen las comunidades barranquilleras, sin dejar atrás a su ‘tierrita’ y todo basado en los ejemplos a seguir en los que se convirtieron sus padres, de quienes heredó su espíritu de colaboración y de servicio a los más necesitados.
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Para el samario, originario del populoso barrio Bastidas de donde salió con la fe de lograr ser un buen profesional, se ha desempeñado con lujos de detalles como inspector General de Policía Nacional y como contralor distrital en la capital del departamento del Atlántico, viene siendo resaltado como uno de los más importantes funcionarios de la administración de Alex Char.
Fiorillo, no el de los ‘guayos’, el de las ‘botas pantaneras’, el de la vocación de servicio es el encargado de liderar los planes preventivos, evaluar riesgos y gestionar emergencias, priorizando la seguridad y bienestar, de las comunidades, sobre todo las afectadas por la actual ola invernal que ha dejado miles de familias damnificadas y por la emanación de humo en los incendios forestales en el Parque Isla Salamanca, entre otros.
‘Fiori’ como lo destacan sus amigos, sobre todo, los de la infancia, es especialista en Derecho Laboral y Seguridad Social, y quien cuenta con un posgrado gerencial de la Universidad de Pittsburgh, es sin duda alguna uno de los ilustres hijos de la ‘patria chica’, el barrio Bastidas.
Howard Escárraga Tete: el vendedor de mangos que llegó a ser concejal
El concejal de Santa Marta, Howard Enrique Escárraga Tete, es otro de los ilustres hijos del barrio Bastidas, en donde cuenta con gran respeto y admiración.
‘El Pelusa’ como es conocido entre familiares y amigos, se abrió paso para ganarse ese rótulo luego de pasar por vendedor de mangos en la puerta del colegio del barrio, lavador de carros, taxista y hasta escolta.
Escárraga Tete, quien lidera proyectos en beneficio de su comunidad y obviamente de Santa Marta, desde muy niño se mostró inquieto por salir adelante y poder ayudar a su familia. Hoy es considerado en la comunidad bastidense en un modelo a seguir.
“La estamos dando toda por Santa Marta y ni más faltaba por mi amado barrio Bastidas. Siempre vamos a estar del lado de esta comunidad que a lo largo de los años se ha visto afectada por la falta de los servicios básicos”, dijo el concejal de Bastidas.
Nacido, crecido y criado en las polvorientas calles de donde salió, pero nunca ha dejado de ir, porque considera que sus raíces son para defenderlas y hacerlas que crezcan para beneficio de su gente.