Venta de pescado al aire libre en Santa Marta ¿un riesgo sanitario?

Residentes del sector de Bellavista hacen un llamado a las autoridades sanitarias para que ejerzan control sobre estas ventas de pescado.

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Dos puntos esenciales para la venta de pescados en buenas condiciones son la conservación adecuada manteniendo la cadena de frio y respetar los protocolos higiénicos.
Las ventas de pescado fresco en las playas de Santa Marta, son una actividad tradicional dado que estamos en una ciudad costera. Sin embargo, hoy en día, que las normas de bioseguridad han tomado una relevancia preponderante y sin precedentes, se hace necesario controlar el aspecto sanitario de estas ventas.

En el sector de Bellavista, como en muchos otros de la ciudad, existe un pequeño mercado improvisado, en el cual vendedores de pescados se instalan a diario con sus carretillas para ofrecer estos productos. Este lugar está ubicado en la carrera 1A con calle 27, Bellavista, en una de las entradas de la playa Los Cocos.
Una especie de ‘mercado’ de venta de pescado funciona todas las mañanas en esta entrada de la playa Los Cocos sin que las autoridades ejerzan un control.
Una especie de ‘mercado’ de venta de pescado funciona todas las mañanas en esta entrada de la playa Los Cocos sin que las autoridades ejerzan un control.
Residentes del sector hacen un llamado a las autoridades sanitarias y al Distrito debido a que aseguran que estas personas no cumplen con las normas de bioseguridad e higiene, y estas ventas pueden generar riesgos para la salud.
Larry Daza, exsecretario de salud distrital y especialista en Gerencia en Salud señala dos puntos importantes que pueden representar un riesgo sanitario con respecto a la manipulación del pescado.

Cadena de frío

“El pescado tiene que tener una cadena de frío para poder garantizar su conservación. Si el pescado no está debidamente refrigerado el pescado se va a descomponer, porque es una carne tierna que se descompone fácilmente, y eso automáticamente tendría inconveniente sanitario serios si no se tiene esa cadena de refrigeración”, señaló.
Las condiciones de salubridad en las que son manipulados estos pescados no son las mejores, sin mencionar que se torna difícil cumplir con los protocolos de bioseguridad, específicamente el lavado de manos, estando en una venta ambulante.
Las condiciones de salubridad en las que son manipulados estos pescados no son las mejores, sin mencionar que se torna difícil cumplir con los protocolos de bioseguridad, específicamente el lavado de manos, estando en una venta ambulante.
En las fotografías tomadas en el lugar, se pueden observar algunas neveras de icopor o ‘cavas’, sin embargo, también se expone el pescado en las mesas, dejándolo al sol.

Manipulación

“Además está el tema de asepsia como tal, porque en una carretilla no se van a tener todas las normas de bioseguridad para la conservación y manipulación de alimentos, ese sería el inconveniente más serio que se tendría”, agregó.
Finalmente, asegura que, si sería posible vender pescado en carretilla, siempre y cuando se cumpla con la debida conservación.

“Se puede vender pescado en carretilla, pero tienes que tener un medio de refrigeración que garantice una temperatura ideal para mantener el pescado fresco y en perfectas condiciones Si eso no se tiene entonces no es viable que se venda de esa forma”, finalizó.
Las ventas de pescados en carretillas se toman diariamente esta calle que da salida al mar, hechos que incomodan a los residentes del sector.
Las ventas de pescados en carretillas se toman diariamente esta calle que da salida al mar, hechos que incomodan a los residentes del sector.
Normas de manipulación de alimentos

Uno de los puntos siempre criticado de las ventas ambulantes es la imposibilidad de implementar una buena higiene debido a que no hay acceso al abastecimiento de agua potable para garantizar el lavado de manos, que no solo es necesario por los protocolos de bioseguridad, sino por el mismo manejo del dinero que recibe la persona con las manos o guantes y que luego toma el producto con las mismas.

La Resolución 2674 de 2013 establece los requisitos sanitarios que deben cumplir las personas que hagan parte de la cadena de comercialización de alimentos. En el artículo 14 destaca dos puntos importantes, que en este caso no se cumplen.

1. Mantener una estricta limpieza e higiene personal y aplicar buenas prácticas higiénicas en sus labores, de manera que se evite la contaminación del alimento y de las superficies de contacto con este.

2. Lavarse las manos con agua y jabón desinfectante, antes de comenzar su trabajo, cada vez que salga y regrese al área asignada y después de manipular cualquier material u objeto que pudiese representar un riesgo de contaminación para el alimento. Será obligatorio realizar la desinfección de las manos cuando los riesgos asociados con la etapa del proceso así lo justifiquen.
Además de ser necesario que se cumplan las normas de higiene, también deben cumplirse los protocolos de bioseguridad por la actual pandemia.
Además de ser necesario que se cumplan las normas de higiene, también deben cumplirse los protocolos de bioseguridad por la actual pandemia.
Reglamentación para la venta

Por último, el Decreto Nº 561 de 1984 reglamenta el Título V (Alimentos) de la Ley Nº 9 de 1979 que dicta medidas sanitarias, en cuanto a captura, procesamiento, transporte y expendio de los productos de la pesca, señala explícitamente en el artículo 103, con respecto a la cadena de frío:

“De las condiciones de los expendios de productos. Los expendios de productos frescos, enteros, devenados, troceados o fileteados, deberán contar con equipos para almacenamiento y exhibición que garanticen la conservación de los productos a una temperatura de 0º C a -4º C”.

Mas delante señala tajantemente en el artículo 104 que “Se prohíbe el expendio de productos de la pesca en vehículos o en sitios que no cumplan con los requisitos sanitarios establecidos por el Ministerio de Salud o sus organismos delegados”.

Tema social

Es necesario que el Distrito les ofrezca una alternativa a estas personas, como es el caso de la Plaza de pescados y mariscos ubicada en el Mercado Público, que se inauguró en el 2019 dignificando a 80 vendedores de pescados. Sin embargo, en una ciudad costera, donde ser pescador es tradición, se necesitan mayores acciones por parte del Distrito para permitir a los pescadores ejercer esta actividad y posterior venta de una manera digna, higiénica y organizada.

Finalmente, es deber de las autoridades sanitarias quienes, en su ejercicio de las actividades de inspección, vigilancia y control, deberán tomar las acciones pertinentes.

El Decreto Nº 561 de 1984, el cual dicta medidas sanitarias, en cuanto a captura, procesamiento, transporte y expendio de los productos de la pesca, prohíbe el expendio de productos de la pesca en vehículos o en sitios que no cumplan con los requisitos sanitarios establecidos por el Ministerio de Salud o sus organismos delegados.

80 puestos de venta de pescados tiene la Plaza de Pescados y Mariscos ubicada en el Mercado Público de Santa Marta, y que ya cuenta con un año de haber sido puesta en marcha.