De 51.000 integrantes de la comunidad arhuaca en Magdalena, Cesar y La Guajira ninguno ha tenido muertes por Covid-19.
Cumplen de manera estricta con los protocolos de bioseguridad para evitar el contagio y la propagación de la enfermedad.
Según el reporte que entregan las autoridades indígenas, sólo una persona está en estudio y se esperan los resultados.
Día a día se vienen extremando medidas a nivel mundial, nacional y local para evitar a toda costa la propagación y el contagio del mortal virus Covid-19 que ha cobrado miles de vidas e infectado a 10 millones más.
Para tal efecto, el gobierno nacional ha venido emitiendo recomendaciones para que se sigan los protocolos de bioseguridad para no llegar a cifras mortales como las que mantienen otros países.
Pero si se trata de ejemplo de cómo evitar que el virus afecte a una población, está el de la comunidad indígena arhuaca asentada en los tres departamentos, Magdalena, Cesar y La Guajira, que cubren la Sierra Nevada de Santa Marta, en la que, desde que se declaró la emergencia sanitaria a finales del pasado mes de marzo no se ha presentado muerte alguna por esta enfermedad entre sus 51.000 integrantes y sólo uno se encuentra en estudio y a la espera de los resultados que arrojen lo exámenes practicados.
Así lo dio a conocer, Danilo Villafañe, el Cabildo Gobernador en diálogo con EL INFORMADOR, en el que indicó además que, su grupo indígena está tomando todas las prevenciones del caso y acatando las decisiones del gobierno nacional con la autonomía que los asiste.
Cerraron fronteras
Los Arhuacos han implementado los mecanismos necesarios para la subida y bajada de sus integrantes al macizo montañoso y, obviamente la de las personas externas, a las que se les ha limitado el acceso, incluyendo a aquellas que tienen que atenderse con citas médicas y exceptuando los casos muy graves.
“Hemos pretendido en lo posible, cumplir al ciento por ciento las medidas preventivas al interior de nuestra comunidad y si alguien va de una a otra debe ser únicamente un miembro de la misma; así, se han establecido controles hasta en los caminos y todos los lugares”, indicó el Cabildo Gobernador.
Entre tanto, los promotores de salud y los médicos son los que están pendientes de evaluar a quienes presentan síntomas como gripe que de inmediato son aislados. En algunas comunidades se están construyendo casas para el aislamiento por si se presenta algún caso de contagio.
Son autosostenibles
Pese la falta de apoyo por parte de los gobiernos seccionales, y teniendo en cuenta que lo que les llevaron en ayudas en una oportunidad no les alcanzó ante la cantidad de personas que componen la comunidad, la agricultura les ha permitido solventar algunas cosas, pero muchos de los productos que se requieren como el aceite, arroz y panela en algunos casos se les hace difícil conseguirlos y para lograrlo tienen que salir a buscarlos exponiéndose al contagio.
“Si esto sigue así sería muy grave para nosotros; pero la gente se está moviendo y cultivando la tierra más que nunca porque no sabemos si esta emergencia se va a prolongar”, aseveró Villafañe.
No se exponen al contagio
Ante los efectos de la pandemia se han organizado por núcleos familiares. No están realizando las acostumbradas reuniones grandes para cumplir con las exigencias del gobierno nacional en lo que tiene que ver con el distanciamiento; se han evitado aglomeraciones limitándose a reuniones familiares en sus hogares para evitar la exposición.
“Afortunadamente nos hemos podido mantener a raya, pero eso no quiere decir que nada. Esto está muy complicado y hay que tener mucha disciplina; pero hay gente que tiene que bajar para hacer diligencias o dependen del trabajo que tienen en la ciudad, por eso no somos infalibles, pero tomanos todas las precauciones del caso”, concluyó el Cabildo Gobernador.
906 indígenas contagiados y 29 fallecidos en todo el país
La Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, asegura que 382.266 familias indígenas colombianas estarían en riesgo de contagio por la covid-19. Hasta el 20 de junio, el virus había afectado a 33 comunidades nativas del total de 103 pueblos indígenas que existen en este país con 906 indígenas contagiadas y 29 fallecidos.
Preocupan especialmente los que habitan en zonas fronterizas como los 21.000 Awa, un pueblo declarado en vías de extinción física y cultural que viven mayoritariamente agrupados en 32 resguardos en la región de Nariño, vecina de Ecuador, en el Pacífico.
El temor de los Awa al coronavirus es enorme. No presentan ningún caso, pero en Nariño si hay ya más de 400 positivos. "Debemos impedir que el virus llegue a nuestros territorios y nos extermine porque aquí hay muchas enfermedades respiratorias, diabetes, hipertensión y tuberculosis", dice Rider Pai, Consejero Mayor de la Unidad Indígena del Pueblo Awa, UNIPA.
La comunidad arhuaca
51.000 personas conforman el grupo indígena en los departamentos de Magdalena, Cesar y La Guajira y están distribuidas en 53 asentamientos, es decir unos núcleos poblacionales o de encuentros. Viven a lo largo y ancho del territorio por parcelas en las que reside cada familia y cuando se convoca una reunión los integrantes llegan cuatro, cinco días, hasta una semana y luego retornan a sus lugares de origen.
Cada núcleo consta de cinco mil personas, pero hay unos pequeños que llegan sólo a 300 con 40 o 50 familias, y alrededor de cada uno de estas está la autoridad civil compuesta por el comisario y el cabildo.
Pese a las restricciones hay personas que piden acceso para llegar a las comunidades arhuacas, pero estas se tienen que someter al aislamiento de los 15 días recomendados por las autoridades de salud.
