La víctima se movilizaba como parrillero por la Vía Alterna al Puerto, en donde junto con el conductor fueron embestidos por un taxi.
El deceso se produjo por un paro cardiorrespiratorio que le sobrevino por los golpes de los que no se pudo recuperar pese a los esfuerzos que hicieron por doce días los médicos que lo atendieron en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica.
“Se hizo todo lo humanamente posible para que se recuperara, pero desafortunadamente no evolucionó ante los tratamientos médicos suministrados”, dijo uno de los integrantes del cuero médico que lo asistió.
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El día de accidente, el joven se movilizaba en el rodante en compañía de un amigo por la carretera antes mencionada, pero que cuando iban en cercanías de la entrada al barrio Pantano, fueron embestidos por un taxi cuyo conductor emprendió la huida con rumbo desconocido.
Se supo que, el golpe hizo que el conductor perdiera el control del vehículo por lo que fueron a dar contra el asfalto en estado de inconciencia de donde fueron recogidos y llevados al centro asistencial en donde se produjo la muerte de Cuello Barros.
Hasta allí llegó el personal de la Unidad Criminalística de la Seccional de Policía de Tránsito y Transportes de la Metropolitana para realizar la diligencia de inspección al cadáver.
