La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, insistió en asegurar que la capital no tiene recursos para financiar los costos adicionales para las obras de transporte.
Tras la cancelación del encuentro inicial que se tenia previsto para el pasado lunes. La alcaldesa de Bogotá Claudia López y el jefe de estado Gustavo Petro, se reunieron en la casa de Nariño para dialogar y debatir el futuro de las obras de la primera línea del Metro de Bogotá.
Mediante la reunión, el consorcio chino al que fue adjudicado, presentó cinco propuestas para la implementación del proyecto en la que se traslada de un tramo elevado a uno subterráneo y todas estas medidas tendría un costo adicional de 8 a 17 Billones de pesos. Del mismo modo se atrasaría su proceso de operación ya que pasaría de empezar en el 2028 a ejecutarse en el 2035.
A través de este punto, empiezan las diferencias entre el Gobierno Nacional y la administración distrital de Bogotá, pues la alcaldesa defiende el proyecto como se está ejecutando, ‘línea elevada’ que permitirá una entrada en acción para este 2028 como se tenía previsto al inicio de la obra. Sin embargo el jefe de estado persiste en que un tramo sea subterráneo.
Idea que mantuvo, en la conversación el pasado miércoles con la mandataria.
La mandataria explicó también que, de las cinco propuestas que fueron presentadas por el consorcio chino, es recomendable una por su viabilidad económica y financiera, sobre todo porque tiene que ver con la primera línea del metro de la calle 72 a la 100 y que solo sea subterránea en tres estaciones adicionales, lo que consigo implicaría 3,9 kilómetros de trazado extra.
También explicó que el consorcio rechazó otras tres propuestas por razones legales y de mayor valor. “Y una podría ser viable porque encaja con el 50% de presupuesto adicional”
A pesar del panorama general y del impacto y sobrecostos de cambiar el contrato, el presidente mantiene su postura, en que es posible cambiar el contrato para que la parte de la Ruta 1 designada por el ministro de transporte Guillermo Reyes quién aseguró que el mandatario quiere, “un metro que responda al impacto urbanístico en esa zona de la Avenida Caracas, una zona muy poblada, una zona que exige tener un metro que vaya bajo tierra”.