El Gobierno del Presidente Duque definió los enfoques en materia de energías renovables no convencionales, obras de mitigación para mitigar impactos climáticos, protección de los ecosistemas, siembra de árboles, buenas prácticas empresariales y acceso ciudadano a la información ambiental.
“Nuestro compromiso con Colombia también parte de un compromiso con el crecimiento limpio, donde podamos dar pasos trascendentales en nuestra idea de producir conservando y conservar produciendo”.
Con estas palabras, el Presidente Iván Duque trazó el camino de lo que será el pilar ambiental del ‘Compromiso por el Futuro de Colombia’, en el que definió los proyectos prioritarios en materia de energías renovables no convencionales, obras de mitigación de impactos climáticos, medidas para la protección de la biodiversidad, buenas prácticas en la exploración hidrocarburos y una agenda legislativa ambiental.
“Nos comprometemos en acelerar 27 proyectos estratégicos de energías renovables y de transmisión”, indicó el Mandatario, al desglosar que 9 serán eólicos, 5 solares, 3 térmicos y 1 de generación hidráulica, acompañados de 9 líneas de transmisión.
Con esto, según dijo, se posicionará a Colombia “como líder regional de la transición energética”, y añadió que “estos proyectos, por más de 16 billones de pesos de inversión, esperamos que le traigan a Colombia más de 55.000 empleos”.
Proyecto cambio climático
Uno de los compromisos tiene que ver con la puesta en marcha del proyecto del Canal del Dique, que calificó como “el proyecto más importante de adaptación al cambio climático que se hará en América Latina en los próximos años, y cuyos efectos beneficiarán la competitividad y sostenibilidad de varias regiones afectadas constantemente por el invierno, y contribuirá a la descontaminación de la Bahía de Cartagena”.
A este proyecto se suma la aceleración de la navegabilidad por del río Magdalena, que beneficiará directamente a 69 municipios, con más de 6’600.000 habitantes de 7 departamentos.
Esta Alianza Público Privada (APP) generará un aumento en el transporte de la carga, incrementándola en un corto y mediano plazo en un 100 y 200 por ciento.
Protección de la riqueza ambiental
En este escenario, para la protección del medioambiente, el Presidente Duque expuso que otro propósito es alcanzar rápidamente la meta de sembrar 180 millones de árboles, que incluyan estímulos a la producción silvopastoril y a los esquemas agroforestales, con aporte comunitario.
Además, recordó que ya se radicó en el Congreso, con mensaje de urgencia, el proyecto de ley de ratificación del Acuerdo de Escazú, con el fin de fortalecer los mecanismos existentes y ratificar su compromiso con la democracia ambiental, la defensa de los derechos humanos y la promoción del desarrollo sostenible.
Otra iniciativa que se radicó en el Legislativo se propone la erradicación de la explotación ilícita de minerales, con miras a preservar los ecosistemas estratégicos y proteger las cuencas hídricas de los impactos sociales y económicos que generan la exploración, explotación, beneficio, transporte y comercialización ilegal.
Empresas autosostenibles y responsables
Adicionalmente, en la estrategia de reactivación, se busca que sectores como la minería y los hidrocarburos sigan avanzando hacia prácticas cada vez más sostenibles, que irriguen beneficios reales y permanentes a las comunidades.
“De esa manera, garantizaremos la autosostenibilidad minero-energética del país, con una responsabilidad social y ambiental probada ante los ojos del mundo”, dijo el Presidente Duque.
Puntualizó que, de hecho, la gran meta es llevar a cabo la diversificación de la canasta minera, desarrollando y viabilizando proyectos de gran escala, con los más altos estándares ambientales y sociales, que suman inversiones por más de 8 billones de pesos.
Al igual que llevar a la legalidad a 27 mil pequeños mineros y trabajar articuladamente con las autoridades en la lucha contra la extracción ilícita de minerales.