El que habría sido uno de los líderes políticos más aclamados del país, pereció a manos de Juan Roa Sierra, un individuo dedicado a la albañilería que habría perpetrado el crimen que extinguió la humanidad de Gaitán.
Pasado el mediodía del 9 de abril de 1948, Jorge Eliécer Gaitán, líder político del Partido Liberal y candidato a la Presidencia, se disponía a salir de su despacho, ubicado en el edificio Agustín Nieto, en la carrera Séptima, entre la calle 14 y la Avenida Jiménez, en el centro de Bogotá, para almorzar junto con Plinio Mendoza Neira, Pedro Eliseo Cruz, Alejandro Vallejo y Jorge Padilla. Al llegar a la entrada de la infraestructura, Gaitán se encontró de frente con quien sería el perpetrador de su asesinato, Juan Roa Sierra.
Simultáneamente, en el centro de Bogotá, Roa era perseguido por la multitud que alcanzó a presenciar los hechos, aunque agentes de la Policía Nacional lograron atraparlo para alejarlo de la revuelta de gente dispuesta a hacerlo cobrar por lo que había hecho, Roa nunca accedió a confesar los motivos de su repudiable acción.
Los agentes, quienes intentaron alejar a la muchedumbre del asesino con las manos, no pudieron contener la furia de los presentes y, minutos después, Roa murió linchado. Su cuerpo desnudo fue arrastrado por ciudadanos indignados hasta las escaleras principales del Capitolio Nacional, luego de haber recorrido toda la carrera Séptima.
La ira de quienes estaban en el lugar no tardó en crecer, siendo este el inicio de unos de los capítulos de violencia política más recordado en Colombia. En la tarde del 9 de abril se registraron desmanes en varios sectores de la ciudad capital y la turba de habitantes exigía la renuncia de Mariano Ospina Pérez, quien en ese entonces ejercía como presidente de la República y pertenecía al Partido Conservador.
Luego de El Bogotazo, en Colombia inició una época conocida como ‘La Violencia’, en la que liberales se enfrentaban a conservadores, lo que dio paso a la creación de los primeros grupos subversivos de autodefensas armadas comunistas, mismas que, más adelante, darían paso a la conformación de las Farc y el ELN.
Legado de Gaitán
Jorge Eliécer Gaitán dedicó su carrera pública y política a luchar por recuperar los derechos del pueblo, manifestando estar en contra de las clases dominantes que, a su juicio, destinaban sus acciones al engaño de los ciudadanos.
El gran poder de movilización que tenía Gaitán no algo visto antes entre la clase política colombiana, él gaitanismo se estableció como un movimiento sumamente numeroso y organizado que veía en su líder un verdadero cambio de las condiciones que diariamente enfrentaba la clase trabajadora.
Su muerte se convirtió en un símbolo histórico de la lucha en Colombia y, al día de hoy, es un capítulo que comparan incluso con la de los próceres de la independencia.
A pesar de que Juan Roa Sierra había señalado como autor material del crimen por quienes se encontraban presentes el sitio, durante el proceso judicial surgieron varios testimonios que rechazaban la culpabilidad que se le había imputado, de igual manera, hubo quienes afirmaron que responsabilidad en el asesinato, en conjunto con alguien más. En 1978, la justicia colombiana sentenció su culpa en el crimen, de manera individual y por motivos personales, además, fue declaro esquizofrénico.
“Hay que procurar que los ricos sean menos ricos y los pobres sean menos pobres".
“La oligarquía no me mata porque sabe que si lo hace el país se vuelca y las aguas demorarán cincuenta años en regresar a su nivel normal”
